Bajo la superficie

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—¿De verdad nos fuimos de la isla? —Sammy puso platos con comida en la mesa del yate— ¿O solo es un sueño?

—Si fuera un sueño, creo que llevaríamos ropa diferente —comentó Yasmina.

—¿De que hablas? Siempre quise una imagen que hablara de mí —dijo Ben, y los demás soltaron una risa para luego sentarse y empezar a comer.

Brooklynn volteó hacia la cabina del capitán. Desde que habían salido, Kenji había pasado el tiempo ahí. Vio a Darcy, y esta entendió a qué se refería, pero negó con tristeza, no sentía que le sería de ayuda. La pelinegra movió sus ojos en señal de que ella debía ir, y, soltando un suspiro, Brooklynn le hizo caso.

—Hola, capitán —dijo Brooklynn cuando abrió la puerta de la cabina—. Hora de comer.

—No puedo dejar mi puesto hasta que estemos en Costarica, y soy el único que ha navegado antes.

—¿Qué tan difícil puede ser? —Brooklynn le quitó el timón— ¡“Iceberg, iceberg”! ¡“Ayuda”!

—Que chistosa —Kenji la apartó—, aquí me quedo.

—Animate Kenji, apaga el motor. Diez minutos no te harán daño. Además, puede ser nuestra última comida juntos —Eso último bastó para que Kenji apagará el motor y bajara.

Cuando estuvieron con el resto, Kenji no puedo evitar mirar mal a Darius.

—Ahora, como platillo principal —Ben llevó un plato, el cual no se veía que traía—, las más carnosas, y jugosas... ¡Larvas de Isla Nublar! Escogidas a mano por su servidor —Ben tomó una larva, de las cuales todas seguían vidas, y, bajo la antena mirada de sus compañeros, se la comió.

Inmediatamente, todos hicieron cara de asco y se empezaron a quejar. Ben le pasó el plato a Sammy, quien, forzando su mente a estar abierta a ideas nuevas, tomó una. Todos la miraron sorprendidos, excepto Ben, quien la animaba a comer. Claro que , al final, Sammy no se comió la larva, y todos soltaron el aire que estaban conteniendo.

—¿Cómo sobrevivieron? Nunca lo sabré —Ben se comió otra larva y dejó el plato en la mesa.

—Bien —Sammy se tranquilizó—. Ni llantos ni despedidas hasta que estemos en el avión. Pero, quisiera decir... Empezamos como campistas, y ahora somos...

—Inmortales —dijo Ben.

—¿Sobrevivientes? —sugirió Brooklynn.

—Estamos cansados —murmuró Kenji.

—Yo concuerdo con Ben —rió Darcy.

—Iba a decir amigos del alma —continuó Sammy.

—Aun no me lo creo... Por fin nos fuimos de la isla —habló Darius—. Aplausos.

—Los voy a extrañar tanto, amigos —Parecía que Sammy iba a empezar a llorar de la emoción—. Antes de que nos despidamos, quiero que todos anoten sus direcciones de e-mail, redes sociales y disponibilidad para reuniones semanales. Además sus pasteles favoritos y sus mejores horarios para recibir paquetes. Y, tal vez, por diversión, su mejor recuerdo de los dos juntos.

—¡Vamos! ¿Quien se comió mi comida? —preguntó Kenji, cambiando abruptamente de tema—. Aún me quedaba.

—Yo no fui —dijeron Darius y Darcy al mismo tiempo. Una por reflejo, y el otro por la mirada acusadora de Kenji sobre él.

—Tal vez hay fantasmas en el yate —bromeó Yasmina, haciendo reír a Sammy.

—¿Ya no te mareas en los barcos, Ben? —preguntó Brooklynn, al ver que Ben estaba bastante tranquilo— ¿Qué? ¿La isla te curó a la fuerza?

Campamento CretácicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora