✧ 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧 ✧
ᝰ ✗ Jimin, ese principito dulce e ingenuo que le había abierto su corazón poco a poco, haciéndole sentir por primera vez lo que era el afecto puro. Aquello no había entrado nunca en sus planes de venganza.
Se suponía que lo enga...
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꒰꒰ ❛ ❏ 𝐖𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫 𝐝𝐫𝐞𝐚𝐦 . ¡!~ ⌒⌒
Ahora si la voy a terminar, lo prometo
Erase un rey y una reina, en un reino perdido entre los fiordos del norte, que ansiaban con todo su corazón tener descendencia.
Tras años sucesivos implorando a los cielos y dioses, sus plegarias fueron escuchadas y la esposa del soberano concibió a un pequeño niño que nació durante una noche fría de Diciembre.
La llegada del heredero al trono coincidió con el solsticio de invierno y fue celebrado con gran algarabía por los habitantes de Baekje.
El pequeño principito era hermoso como el amanecer y frío como las nieves que cubrían la montaña. Sus padres descubrieron, con gran consternación que su hijo había venido al mundo dotado de un extraño don; las sabanas de su cunita estaban llenas de escarcha y diminutos carámbanos de hielo colgaban del moisés.
No obstante, a él el frío no parecía molestarle.
— No hay nada que temer — les había asegurado Gojoseon, el más sabio de los magos que habitaban en un valle oculto a las afueras del pueblo — Pues mientras el pequeño príncipe crezca rodeado de amor y sin dejarse llevar por el miedo, sus poderes podrán ser usados con bondad y sabiduría.
Sin embargo, los reyes no estaban del todo convencidos y para tranquilizar sus corazones, aquel mago accedió a darle su bendición al niño.
— El príncipe Jimin llegará a ser un rey digno — aseguró, colocando sus manos ásperas sobre la frente de la cría — Crecerá de gracia y belleza, y será amado por todo aquel que lo conozca. El invierno nunca habrá de ser una amenaza para él o para el reino, en tanto su felicidad y su inocencia permanezcan intactas.
Y los monarcas finalmente le creyeron, pues aquel viejo mago había ayudado a su familia por generaciones y sabía bien de las cuestiones de la magia.
De modo que prepararon una gran celebración para el bautizo del bebé, a la cual invitaron a nobles de todas las naciones amigas, desde Silla, Gaya hasta Dongye. Reyes y reinas, príncipes, princesas, duques y marqueses, todos acudieron en tropel para conocer al primogénito de sus majestades, que iluminaba cualquier lugar en el que se encontrara con una sonrisa.
A la fiesta acudieron los tres vástagos de Goguryeo, el reino vecino más próximo al de la dinastía Park. El rey Sunjong, justo y generoso, que había dejado a Kim Namjoon y esposo de este, Kim Seokjin, la ciudad principal como herederos.
Finalmente Kim Hoseok, que, como príncipe había sido designado a tener autoridad en los reinos menores.
Todos eran muy admirados dentro y fuera del reino, y arribaron trayendo toda clase de obsequios para el principito, al que ansiaban rendir sus honores.
