Volviendo al pasado

Prólogo

一¿Jaime? 

No podía creer lo que estaba viendo. No me creía que él estuviese a unos metros de distancia frente a mí. 

Aquello no podía ser posible. 

一¡Jaime! 一exclamé, pero el individuo no debió escucharme.

Finalmente, el chico se fue sin voltearse en mi dirección, pero yo estaba segura de que era él, mi mejor amigo de la infancia.

一Laia 一una mano tocó mi hombro一. Vamos.

一Papá, aquel chico era Jaime 一murmuré atónita.

一Cielo, Jaime falleció, ¿no lo recuerdas?

一No, no, no. Te estoy diciendo que aquel chico era él, lo he visto con mis propios ojos y no estoy loca. 

一Vámonos, nos están esperando 一dijo finalmente y caminamos hacia la casa de mi abuela. 

(...)

Jaime y yo estábamos jugando al escondite en aquella pequeña aldea en la cual pasaba el verano. Era mi turno de encontrar a mi amigo, y fui a buscarlo a los sitios en los que se escondía normalmente, pero no estaba en ninguno de ellos. 

一¿Jaime? ¿Dónde estás? 一empecé a preocuparme. 

Estaba empezando a anochecer y me daba miedo quedarme sola en la calle. Tenía que encontrar a Jaime cuanto antes. 

一¡Jaime! 一grité, a ver si salía de una vez por todas de su escondite. 

Este juego ya no me estaba gustando y cada vez me daban más ganas de llorar. 

一Jaime… 一dije antes de sentarme contra una pared con las piernas flexionadas y mi cara escondida entre mis pequeños brazos. 

一¿Laia? ¿Qué haces aquí? 一mi hermano mayor se acercó a mí con cierta preocupación一. Está empezando a hacer frío, vámonos. 

一No, no puedo. Jaime y yo estábamos jugando al escondite, pero no lo encuentro.

一Seguro que su madre le habrá llamado para que fuese a cenar 一intentó justificar. 

一No, sino me lo habría dicho. Miguel, ¿y si le ha pasado algo? 一mi labio inferior empezó a temblar. 

一No, pequeña. Jaime es una persona fuerte y valiente一. Venga, vamos a cenar.

Con ayuda de mi hermano me levanté del suelo y caminé hasta casa agarrada de su mano, pero aún así, la preocupación por mi amigo no desapareció. 

一Cometiste un error al no seguirme buscando.

De repente, la figura de Jaime en la actualidad apareció. Estaba frente a la Laia pequeña. 

一Esperé durante horas a que vinieses. Me traicionaste 一dijo y se esfumó.