Diferente (Peter Parker AG)

"Eres importante"

No quería moverme del lado de Peter quien estaba abrazándome aún en la mañana y susurraba cosas al azar, se veía tierno haciéndolo. No podía creer que podía perderlo, no quería, no quería verlo sufrir de nuevo, no quería sufrir yo al verlo desaparecer para volver a una vida donde él no estuviera. Volteé a verlo dándome cuenta de cómo arruga la nariz como yo y qué tan perfecto se veía ahí con los ojos cerrados, pasé mi mano por su quijada lentamente de arriba a abajo sintiendo sus pequeños bellos de la barba y luego empecé a dibujar todo su rostro mientras sentía como él se movía un poco en señal de que de iba a despertar. Me detuve en sus labios para empezar a trazarlos una y otra vez sabiendo que no podría cansarme.

—Buenos días... —susurró abriendo poco a poco los ojos y yo me apené mientras subía mi sudadera a la mitad de mi cara. Sabia que me veía muy mal en las mañanas y mas si no había dormido como anoche.

—Lo siento...

—Estaba despierto desde antes, pero me agrada tu tacto —se acercó a mi para besarme pero yo me alejé.

—Tengo mal aliento...

—Yo también pero eso no impide el querer besarte... —susurró mientras se acercaba a mi bajando mi sudadera y besándome primero de una forma rápida para saber si sí quería y cuando se dio cuenta que accedí se volvió a acercar a mi para abrazarme y besarme con más ternura— Que bonita forma de despertar...

—Lo sé —me paré un poco mientras el se acostaba y él acomodo mi cabello, tomé su mano y la besé sonriéndole.

Enserio no quería que nada de esto acabara. Le sonreí de nuevo y me acerque a besarlo mientras el me atraía más a él.

—Creo que alguien nos interrumpió anoche... —sentí su mano por mi espalda subiéndola y bajándola.

—Quieto, campeón —susurre por lo que el se alejó de mi.

—¿Cómo me dijiste? —al principio había una sonrisa y luego una expresión de tristeza que no entendí.

—Yo... Lo siento...

Me aleje de él mientras se quedaba perplejo, quizá había sido una mala idea decirle así. No sabía ni siquiera de donde venía pero ahora parecería que lo hice con la intención de molestarlo. Así que lo dejé solo en la cama y el entro al baño en silencio, no sabía que hacer o qué decirle. Solo lo escuchaba llorar en el baño lo cual me hacía sentir aún peor pero antes de que pudiera tocar la puerta alguien se apareció enfrente de mi en forma de arena.

—Tu... —susurre y choque mis manos para aparecer mi magia.

—Vengo en son de paz —dijo alzando las manos y con una voz suave, como si pidiera ayuda— Yo solo quiero volver a casa, haré lo que quieran, los ayudaré pero por favor... no soy el villano. Yo solo quiero ver a mi hija...

—Peter —voltee a ver a la puerta de donde salió.

—Lo siento por reaccionar así, es solo que me recordaste a alguien pero ya paso y solo quiero que sepas que yo...

El hombre arena lo señaló y Peter hizo lo mismo confundido.

—Tu no eres Peter.

—¿Y tu no eres un hombre?

—¿Tu Peter tiene ojos azules?

—Sí...

—Ah, P, si claro ¿como sé que podemos confiar en ti?

—Pude haberlos matado cuando dormían pero espere a que despertaran.

—Entonces viste... —Peter me señaló a mi y luego a él.