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Las primas llevaban esperando media hora. Tener que soportar el ruido del lugar, ver a niños corriendo, gritando y llorando no era algo muy divertido y ya Babi estaba un poco impaciente. La pelinegra tenía vista fija al río, lo cuál era mil veces mejor que estar viendo escenas de niños o de parejas.

Bueno, luego tendría que estar un puesto como ese porque esta salida era de parejas dobles. Obviamente, Cry y Babi no eran novios, pero si amigos.

—Ahí vie... —dijo Romina y luego se corta a sí misma.

Romina estaba a lado de Babi, recostando su espalda en el barandal, Babi apoyando sus brazos mirando el río.

—¿Ahí que? —pregunta, curiosa.

—Nada —se dio media vuelta imitando la posición de Babi.

Babi no le presta atención y mira el cielo, que estaba azul con nubes grandes. Por suerte no hacía tanto sol. De todas maneras, trajo una gorra que iba a conjunto con su top celeste.

—Vamos a molestarnos de broma con Cry por llegar tarde —propuso Romina, con intenciones ocultas.

—Vale —acepta Babi, sin saberlas.

Alguien tapa los ojos de Babi y se asusta, al escuchar su voz fingida ella sonríe.

—¿Quién soy? —su voz la reconocía aunque la hiciera más gruesa.

—Mi primo segundo que vino de Narnia —ella saca y se da media vuelta mirarlo.

Cargaba una camisa morada trasher con llamas celestes muy fachera, unos jeans negros rotos y vans clásicos. La verdad a Babi le gusta el estilo de Cry. Ah, y tenía cabello blanco con raíces sin tinturar.

—¿Recién te levantas? —pregunta Romina acercándose.

—Estaba por preguntarte lo mismo —le sigue su prima.

—Primero que todo, buenas tardes —Cry les saluda sonriente a ambas con besos en las mejillas.

—Buenas noches mejor dicho, te llevábamos esperando casi una hora —se cruza de brazos Romina.

—Llevas una cara de sobado que flipas —responde la pelinegra viéndole como desvía su mirada.

—Es que ustedes no conocen mi horario, yo a esta hora debería seguir durmiendo —Cry pasa su mano por su cara, él aún tenía un poco de sueño.

—Pero eso no es excusa, llegas tarde —Romina mira a Babi y le seña con la cabeza —. Dile algo Babi.

—Bueno, tienes razón. Tienes que...

Cry sin querer interrumpe a Babi.

—Babi vamos combinados —dice señalando sus llamas celestes y ella asiente alegre.

—Mentes exitosas piensan parecido —ambos sonríen.

—Pensé que estábamos molestas con él —dice Romina, un tanto molesta. No solo por eso, ya que se sentía excluida.

—No es pa' tanto Romi —el peliblanco chasquea la lengua.

—Además, nos cargamos con Cry y tu novio todavía no viene —Babi la mira y la rubia desvía la mirada —. ¿Cuánto le falta pa' llegar?

—No me contesta los mensajes —dice Romina en voz baja.

—Llámale.

—¿Crees que no lo he hecho, Cry? —Romina suspira rendida y les sonríe de lado, un poco forzada —. Mejor vayamos siguiendo sin él, que ya luego nos encuentre o nos llame.

cocaína; xcryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora