EL CHICO PAN [Vkook]

[Cap.12]

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—Ju-Jungkook... Por favor, y-ya no aguanto más. —dijo TaeHyung jadeando por lo bajo.

Jungkook trago el liquido algo espeso, disgustando el sabor algo dulce, soltó un gemido de satisfacción cuando el liquido paso por su garganta, sabor piña y miro a su mayor.

—Vamos, TaeTae. Puedes resistir un poco más, no te muevas tanto.

—Ay... Por favor, cariño. ¡Ah!

—¡Oh, TaeHyung, hiciste que derramara mi yogurt de piña!

TaeHyung se encontraba con los codos y puntas de los pies apoyadas en el suelo de la sala de estar de la casa de los Jeon, habían decidido hacer algo de ejercicio para estar sanos, ya habían hecho de todo pero al pelinegro se le ocurrió hacer seis minutos de plancha.

Como él más pequeño ya no quería hacer más, pues su rutina es de todos los días y ya estaba algo cansado, se había sentado en la espalda de TaeHyung para darle algo más de peso y fuera mas difícil hacer la plancha.

TaeHyung no se quejó, al principió, pero después de los primeros tres minutos, ya estaba todo entumecido y su espalda dolía horrores, pero su bonito novio seguía animándolo a seguir hasta que el tiempo en el temporizador de su celular terminara, mientras bebía un rico yogurt de piña que su mamá le compro hace unas horas.

Jadeando, el castaño se dejo caer con poco cuidado al suelo al ya no aguantar su peso y el de su novio. Jungkook se limpio el liquido que se derramo en su jersey y se bajo de su novio para sentarse a su lado y verlo algo preocupado.

—¿Estas bien, TaeTae? ¿Fue demasiado?

—M-Me duele. —se quejo con un puchero en sus labios, sin quitarse del frío suelo.

—Ow, pobre bebé.

Jungkook lo volteó con esfuerzo hasta tenerlo boca arriba, TaeHyung soltó un quejido por la interrupción pues a su parecer, el suelo estaba muy cómodo.

El pelinegro lo hizo levantarse del suelo a la fuerza ya que TaeHyung no parecía querer cooperar mucho que digamos. No había nadie en la sala, pero seguramente estaban esparcidos en cualquier otra habitación de la casa.

—¿A donde vamos? —Dijo viendo como su novio lo llevaba por las escaleras de la casa.

—A mi cuarto, te duele la espalda. Te daré un masaje.

TaeHyung sólo pudo sonreír ante la idea de las suaves y pálidas manos de su hermoso novio dándole un buen masaje, no se quejo ni se reusó, de hecho, hasta le parecía una idea fantástica.

Lo necesitaba.

En su relación, ya tenían casi dos años de haberse conocido y formalizado todo, se tenían una confianza enorme y las familias de ambos los habían aceptado complementé.

Su primer aniversario lo habían pasado en un parque de diversiones que cruzo por el pueblo justo unos días antes de su primer año y se quedo unos días mas en él, como si supiera que era el día perfecto para ambos enamorados.

Jungkook y seokjin ya habían "arreglado" sus problemas, si es que se lo podía llamar de esa manera, ya podían estar en la misma habitación y hablar de manera civilizada sin que jungkook lo quiera matar con l mirada.