Parte 02

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3:24 am.

¡Mierda!

Se revolvió entre las sábanas por tercera vez. Suspiró cansado y se sentó en la mullida y cómoda cama, pero que en esos momentos era tan incómoda como un puñado de rocas. Se sobó la cara y se recostó un poco hacia adelante, apretando la mandíbula y pensando en todo y en nada a la vez. Carraspeó de forma exagerada y volteó a su lado para ver si Thent no se había levantado, pero no, tenía el sueño tan pesado como un oso gris. Frunció los labios y estiró las piernas hacia abajo, hacienda que sus dedos tocaran la suave alfombra beige que brillaba debido a la luz de la luna. Se levantó y caminó directo a la gran ventana. Deslizó sus dedos por el frío vidrio y nuevamente suspiro.

No podía dormir, y todo por culpa de Riley.

¡Maldito Riley!

Después de su extraña insistencia por hablar de alguien que formaba parte de su pasado, le traía sentimientos extraños y cosas que creía bien enterradas. Observo el cuerpo de Thent que dormía como un bebé sobre la cama, no pudo evitar sonreír al ver su rostro fruncido en una mueca de fastidio. Siempre le había molestado por su expresión al dormir, ganándose un mohin infantil de su parte.

Del pequeño cajón saco una cajetilla de cigarros, aquello que tenía bien escondido solo porque a su pareja no le gustaba que lo hiciera. Pero esta noche lo necesitaba más que nunca. Encendió uno y apenas abrió la ventana para que el olor se perdiera en el aire.

Expulso el humo con un gesto satisfactorio. En aquel momento recordó las palabras que Riley le habia dado en el pasado, cuando se habia dejado consumir por ese vicio.

Fumar es un efecto secundario de la debilidad.

Entonces siempre he sido más débil de lo que pensaba.

Cinco, diez, veinte en un mal día. Pero siempre garganta seca y pulmones negros, una mente tranquila cuando estaba llena de nicorina. Por un largo tiempo habia creído en esa tonta teoría que se habia formado en su cabeza, pero luego de casi caer en el precipicio, se dio cuenta que su vida se estaba yendo al carajo por una persona que no habia válido la pena.

Por eso no entendía las razones del porque su amigo habia sacado a flote un tema que no le interesaba, él lo sabía, se lo habia dejado en claro cuando le prometió empezar desde cero. Si no hubiera sido por él, por su paciencia y compresión, no sabria que sería de su vida en estos momentos.

⎯ Pensé que lo habías dejado.

Un par de delgados brazos que lo abrazaban desde atrás, junto a una voz dulce que llegó a sus oídos como las más dulce de las melodías. Se giro para encontrarse con un par de ojos oscuros que siempre lo miraban con amor y cariño.

⎯ Lo siento, esta noche lo necesitaba.

⎯ ¿En que estas pensando? ⎯ le pregunto Thent.

⎯ En nuestra boda ⎯ mintió. No era capaz de revelar que sus pensamiento estaban siendo ocupados por alguien del pasado.

⎯ ¿Estas seguro que quieres casarte conmigo?

⎯ ¿Por que? ¿Tu no estás seguro?

⎯ Te amo Mew, no hay nada más que quiera que estar a tu lado. Soy más que feliz al saber que me quieres como tu compañero de vida.

⎯ Entonces también soy feliz ⎯ tomó su mano y dejó un pequeño beso sobre su dorso.

⎯ Deja de usar esos labios para fumar y úsalos para besarme ⎯ pidió enredando sus delgados brazos sobre su cuello.

Punto y aparteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora