Punto y aparte

Parte 04

Estelas de sol del atardecer comenzaron a teñir las paredes del dormitorio en matices rojos que se mezclaban con el azul del cielo, creando un haz púrpura que contrastaba con el blanco de los muros. Un suspiro ahogado salió de sus labios al pensar en lo completo y perfecto que era el mundo, sin importan en donde estuviese.

Sentado en la cama con el cuerpo apoyado en la cabecera, miró hacia el otro extremo, en donde Thent yacía dormido con la cara hundida en la almohada, la espalda desnuda y la sábana apenas cubriendo la parte trasera de su cuerpo. No supo por qué, pero a pesar de estar con él en ese momento, ese atardecer le pareció aún más solitario que los otros que vivió estando lejos de casa. Se sentó en el borde, hundiendo la cara entre sus manos, revolviendo torpemente su cabello como si así pudiese sacudirse las ideas y los pensamientos culposos de lo que había hecho.

Era normal, claro que lo era, llevaban un tiempo juntos y eso era parte de lo que conllevaba una relación ¿cierto? Dejó que el agua caliente del grifo callera sobre su cuerpo desnudo y que la espuma de baño se llevara los restos del aroma a sexo impregnados en cada célula de su piel. ¡Dios¡ nunca se había sentido tan sucio. No era porque Thent fuera malo en la cama, no, para nada, él había sido el primer hombre que conoció su cuerpo de otra manera, quien le enseñó de besos y caricias que solo se daban en privado, quien lo elevó a límites que jamás pensó conocería y sentiría. Tampoco se trataba de que no lo quería, porque lo hacía, de eso ya un tiempo que lo sentía. Solo es que, tal vez se trataba de que la manera en que se había dado todo; ese beso con dejos de resentimiento, venganza, dolor, rabia, frustración que le había dado frente a Gulf, ¿y para qué? Para solo terminar en la cama sintiendo besos que en ese momento no deseaba, caricias que en ese instante le molestaban, jamás pensó que se sentiría tan vacío.
 
Estaba sentado en las baldosas, apoyado en el muro y dejando que el agua cayera por encima de su cuerpo mientras esperaba que se fueran por el desagüe todas las lágrimas que no supo en qué momento comenzaron a salir. Abrazó sus piernas, llevándolas al pecho para poder consolarse, pues nadie más lo haría si no era él mismo.

Y ahí recordó en lo solo que estaba, en lo solo que se sentía.

Siempre se puede volve a empezar luego de un sentimiento destruido

Thent tenía razón, siempre la tuvo y era momento de aferrarse a esas palabras una vez más.

Dejó un beso sobre la cabeza de Thent, una nota sobre el lado vacío de la cama y cerro la puerta del departamento soltando un gran suspiro. Necesitaba beber algo con urgencia, si bien podia hacerlo en al comodidad de su sillón, mientras veía uno de esos tonto programas que daban por la televisión, pero la urgencia de respirar un poco de aire era mucha, ya que dentro de esas paredes se sentía tan sofocado y a punto de explorar.

⎯ Vine lo más rápido que pude ⎯ Riley se sentó al otro lado de la barra.

⎯ ¿Estabas con él, verdad? ⎯ su pregunta fue tan inesperada que hasta él mismo se sorprendió.

Observo a Mew por unos largos segundos tratando de adivinar lo que sea que estuviese pasando por su mente, no se veía molesto como había creído, al contrario, se veía mucho peor, indiferente, frío y sin expresión y eso no era una buena señal.

⎯ Si ⎯ respondió con duda ⎯ Se irá, nuevamente se irá.

Mew apretó el vaso de vidrio con tanta fuerza que podia romperlo. No era algo que desea saber, trato de verse indiferente ante esa noticia, pero lo cierto era que le había afectado como el demonio. Bebió de un solo trago el Whisky que había ordenado momento atrás, aquel líquido quemó su garganta a su paso, no recordaba con exactitud cuando había sido la última vez que había bebido algo tan fuerte.