Reencuentros

4 1 0
                                    

M A Y A

La vida solamente es un tiempo para hacer lo que quieras hacer, no importa si es bueno o malo lo importante es hacerlo y aceptar las consecuencias, no sabes si el día en el que decidiste comenzar una nueva rutina sea el último día en el que corriste dos kilómetros, o es el último día que fuiste al cine, el último día en el les dijiste a tus seres queridos que lo querías o aún mejor que los amabas, por qué solamente tenemos algo seguro en esta vida y es la muerte, no puedes evitarla, no puedes predecirla, pero lo que si puedes hacer es esperarla con los brazos abiertos, algunos pueden verla de la mejor manera otros no tanto pero es el ciclo de la vida, naces, creces, aprendes, vives a tu manera, disfrutas de tu tiempo, envejeces y mueres, algunos no llegan a la niñez, otros a la adolescencia y es por qué su tiempo se acabó.
Una voz de fondo de me saco de mis pensamientos.

Buenos días amor, ¿ya estás lista para irnos?- me preguntó Marco pero estaba tan distraída e ida en mis pensamientos que no entendí.

¿Qué?- solo respondí eso- Que si ya estás lista para irnos- me respondió y desperté mis pensamientos.

Oh sí si estoy lista y tú, ¿Ya estás listo?- le pregunte con una sonrisa como si no estuviera pensando en cosas como la muerte- si yo ya estoy listo pero tú, ¿Estás bien? Estás un poco rara desde ayer- me preguntó preocupado- si estoy bien solo pensando en algunas cosas sin sentido pero ya vámonos que tenemos cosas que hacer- le dije desviando el tema- si es verdad hoy conozco a toda la familia y mi bella novia me enseñara lugares donde ella creció, ¿No te parece maravillosa mi novia?- me preguntó con una sonrisa- no sé creo que la conozco un poco pero creo que si es maravillosa- continue con su juego de tercera persona.

Si, es la mujer más hermosa del planeta, ¿Sabías que se casará con un chico hermoso?- siguió con su juego ya abajo en recepción camino hacia el auto- no, no lo sabía, esa chica tiene suerte de tenerlo tal vez se lo robé- dije ya dentro del auto- tal vez ya lo tengas en la palma de tu mano- continuo- pues tal vez tenga más de el que su amor y el no se da cuenta- le di una pista- ya no entendí, ¿De qué estamos hablando?- me pregunto y reí por su distracción.

Cariño eres muy distraído, ya no hablemos más de eso mejor sigue mis indicaciones para llegar al lugar sorpresa- está bien princesa, guíame.

Llegamos después de 10 minutos de conducir.

Estamos en un parque- me dijo con una sonrisa de niño chiquito- eso ya lo se y está muy bien cuidado para la cantidad de años que lleva en funcionamiento- le conteste con melancolía- ¿y este parque es especial por?- me incitó a contestar- bueno aquí aprendí a andar en bicicleta y en patineta- conteste viendo a todos lados- wow, no sabía que podías andar en patineta- me dijo y reí- amor eso fue hace muchos años, ahora no se ni como subirme a una- continue riendo y también río.

Pasamos la mañana en el parque hablando de todo y de nada a la vez, hasta que se le antojo un helado y fue por el, yo me quedé sentada en una banca cerca de donde estaba el carrito de helados.

¿Maya eres tú?- escuche una voz suave al lado mío, por instinto voltee a ver quién era- ¿En serio eres tú?- me preguntó y no puedo creerlo de todas las personas que me pude encontrar ella tuvo que ser la que me encontrará.

Hola Alejandra- la saludé por cortesía- que sorpresa que me encontrarás justo aquí- dije por lo bajo pero parece que me escucho- no pensé que fueras tú en realidad, solo te vi y pensé que se parecía mucho a tí pero no que fueras tú- hablo por segunda vez y como es posible que ella me haya reconocido pero mi propia madre no.

Amor CaducadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora