Capitulo XII

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Había pasado ya una semana aproximadamente desde aquella noche

Intentamos mantener una relación más profesional y como dos adultos pero se nos dificultó bastante a cada roce que nos dábamos accidentalmente

Nos encontrábamos en la cocina,yo cocinando y él observándome

—deja de mirarme así—dije girándome a verlo

—¿así como?—pregunto él

—Damián,ya te dije,tienes novia y como me sigas mirando así seré yo quien pierda el autocontrol—

—eso me interesa verlo—

Le hecho una mirada cansada que entendió a la perfección

—lo siento—se disculpó el

—¿ven y ayúdame,quieres?—

Él se acercó pero en un movimiento brusco nos chocamos haciendo que casi me caiga si no fuera por el que me agarro de la cintura para impedirlo

Nos aguantamos más,era lo que nuestro cuerpo y boca pedían,nos besamos,nos hundimos en un beso lleno de pasión que hico que me pegue a la encimera

Al darme cuenta del error lo empujé apartándolo,contradiciendo a mis emociones y a lo que realmente quería

—esto es un error Damián,no podemos—

—¿y que hacemos para pararlo?—

—no pegarnos tanto,estar a dos metros mínimo de distancia—

—¿eso no es pasarse?—

—no,por que nuestros impulsos son traicioneros y pueden volver a pasar lo de hace unos segundos—

—tienes razón—

El megáfono del ascensor sono y Ronnie el recepcionista habló

—señor Torres tiene visita,un tal Tomás dice querer ver a la señorita Reyes—anunció este
—¿le dejó pasar?—

Damián me miro confuso al ver mi rostro asustado

—dile que no estoy—susurre

El asintió

Tocó el megáfono y hablo

—la señorita Reyes se ha ido ha hacer la compra no está en casa—

—pero él insiste en esperarla arriba señor—

Él me volvió a mirar y yo seguía negando

—pues tendrá que aguantarse—contestó

—¿y que hago con el otro señor que dice ser padre de la señorita?—

—mierda—susurre

—es tu padre—susurro él

—déjalos que suban pero júrame que no dejarás que se me lleven,júrame que me protegerás Damián—supliqué entre susurros

—lo haré,no te preocupes—contesto susurrando también

—déjales que suban Ronnie—anunció en el megáfono

—está bien señor—

Papá y Tomas aparecieron instantes después, yo me escondí en mi habitación para que se vallan cuanto antes si no ve ven

—usted debe ser D.T,su jefe,¿verdad?—pregunto papá

—así es señor,me llamo Damián,como verán su hija no está en la casa,se ha ido a comprar pero me pueden decir que quieren contarle y yo se lo comunico—propuso Damián

—no hará falta esperaremos a que vuelva—contesto papá

A Tomas no lo escuché todavía pero sentía su presencia,como cuando era pequeña,él era bueno encontrándome y temí que abriera la puerta

—¿que hay ahí?—pregunto al final

—es solo una habitación—contesto Damián pero antes de parar a Tomas este último abrió la puerta

—estaba haciendo la compra decías—

Mi padre se asomó y miro enfadado a Damián

—¿por que nos mintió señor?,yo soy su padre y tengo derecho de verla y de saber dónde está en todo momento—grito papá

—yo le dije que no contara que estoy aquí papito,así que si vas a gritar a alguien,grítame a mi—grite Inter poniéndome entre él y Damián

—solo amigos decías,mira como lo defiendes,¿acaso te has enamorado hija?,valla estupidez, ¿seguro que te ama o solo te quiere por tu cuerpo como el resto?—

Yo lo mire con odio pero Tomas se pudo en medio cogiéndome del cuello

—¿te has enamorado de este imbecil y no de mi?,¿por que?,¿por que es mucho más rico no?, valla zorra de mierda eres Gata,ahora verás—

El me pego a la pared y comenzó a besarme el cuello mientras me tocaba bruscamente los pechos

Entonces alguien lo golpeó tirándolo al suelo

Damián estaba hecho una furia y se colocó delante mío mirando con odio a los dos

—lárguense de mi casa y ni se les ocurra
volver—grito el

—¿pero tú quien te crees muchacho?—grito papá

—YO SOY EL DUEÑO DE ESTA CASA Y OS DIGO QUE OS LARGUÉIS O LLAMARÉ A LA POLICIA—grito él

—Y YO SOY SU PADRE Y TENGO TODO EL DERECHO DE DECIR QUE YA NO QUIERO QUE MI HIJA TRABAJE CON USTED,POR ESO ME LA LLEVARÉ—grito papá

—Vamos Gata,vayámonos a casa—dijo Tomas agarrándome del brazo

Yo puse resistencia

—NO!—grite

—¿que has dicho?—pregunto él

—he dicho que no,no me pienso ir—volví a gritar

Este me miro con muy mala cara,me estiro del pelo y me intento arrastrar hasta el ascensor, pero algo lo volvió a apartar

Damián me cogió gentilmente del brazo y me atrajo a él poniéndose delante

—señor creo que no entendió que me pienso llevar a mi hija—grito papá

—y usted creo que no entendió que su hija ya es una adulta y puede decidir si se va o no y ha dicho que no,por lo cual no irá a ninguna
parte,y en esta casa se respeta las decisiones de los demás y a las personas que vive aquí—

Tomas ya enfadado vino y le pego un puñetazo a Damián y cuando fue a pegarle otro cogí su puño en marcha y con toda la fuerza lo empujé

—lo vuelves a tocar y te quedas sin brazo Tomas—amenace—ahora se irán los dos o llamo a la policia—exigí apretando el botón del megáfono para pedirle a Ronnie que llame a los guardias

Pero no hizo falta,ellos salieron solos mirándonos con odio y muy enfadados

Cuando desaparecieron corrí a ver cómo estaba Damián

Él estaba en el suelo con la nariz sangrándole por el puñetazo

Lo ayude a ir al baño para ya ahí intentar parar la hemorragia

Después de un rato lo conseguimos y ambos estábamos tumbados en el suelo del baño

—¿por eso te fuiste en navidades?—pregunto él mirándome a los ojos

Las lágrimas caían por mis mejillas y asentí

—lo siento,yo insistí en que vallas,no sabía lo de ese hombre y tu padre,¿por que te tratan así?—

—es una larga historia—

—tenemos toda la tarde si a ti no te molesta hablar de ello claro—

Yo negué

—no puedo hacerlo,aún no—

La GataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora