Uno¡!

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-Toma, Seungmin.

- ¡Gracias señora Lee! -la mujer soltó una risa, llena de ternura por el amigo de su hijo.

- Por otro lado, Minho sólo miraba a su madre con los ojos entre cerrados, como tratando de leer sus pensamientos.

- Ya deja de mirarme así y come, Minho. -le dijo suavemente su madre.- Luego de ello podrán ir a jugar a tu habitación, sí quieres.

El castaño sólo asintió en silencio y procedió a meter un poco de los hot cakes que hizo su madre a su boca, cerrando sus ojos cuando sintió el delicioso sabor en su paladar.

En algún punto volteó a ver al menor, quien comía con una linda sonrisa en su rostro y no pudo evitar contagiarse por aquella sonrisita, sonrojándose levemente cuando fue atrapado por Seungmin. Carraspeó y desvió su mirada, escuchando como Minnie reía de manera suave.

Una vez el desayuno fue terminado, subieron de manera sonora las escaleras para adentrarse en la segunda habitación del lado derecho del pasillo; la habitación de Minho.

Con la total confianza del mundo, Seungmin entró y se acercó a la cama del castaño, tomando su mochila que antes había dejado ahí. Minho miró expectante como el menor se sentaba en la orilla de la cama, a la vez que sacaba una pequeña libreta y un lápiz.

El lápiz se posó en la hoja, trazando simples líneas que parecieron alegrar el corazón de Seungmin. Lee alzó una ceja cuando el castaño aprovechó el costado adhesivo de la hoja y lo usó para poder pegarla en su camisa.

- ¿M? -preguntó confundido mientras veía la letra escrita.

- Sí. -el menor sonrió.- M de Me gusta ser tu amigo.

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Son demasiado tiernos</3

; c - knowmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora