3.

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renjun salió de trabajo a las seis de la tarde con sus manos prácticamente congeladas. había estado trabajando desde el medio día y como siempre no había podido hablar mucho tiempo con nadie, a ningún compañero parecía importarle el ser su amigo y por ello todos los días salía de esa empresa con los ojos llorosos y con los labios hechos puchero caminando por la calle sintiendo pequeños copos de nieve caer sobre su cabello y sus hombros.

pasó por una cafetería que tenía mucha gente adentro, estuvo quince minutos en la fila y cuando por fin pudieron atenderlo pidió sus dos vasos medianos de chocolate caliente sintiendo su estómago rugir así que pidió también su postre favorito para acompañar esa gran cantidad de bebida. una vez tuvo sus pedidos salió del local caminando con tranquilidad hacia su departamento volviendo a pasar por aquel parque en el que vió a ese chico siendo golpeado en la mañana. grata fue su sorpresa al darse cuenta de que ese mismo chico ahora estaba ahí de nuevo, sin abrigo y con sus negros cabellos ya prácticamente blancos por la nieve pegada a sus mechones. rápidamente se acercó, con vergüenza de hablarle pero con preocupación de que pudiera enfermarse en ese lugar tan frío.

—hey..hace frío aquí afuera. —susurró el chino, mordiendo su labio inferior cuando el extraño ni siquiera lo miró, sin embargo se sentó a su lado acomodando sus gafas. —¿por qué estás tan desabrigado? te puedes enfermar así..

pero el otro no le respondió, estaba muy ocupado mirando lo que sea que tuvieran frente a ellos y tal vez ni siquiera estaba escuchando sus inocentemente preocupadas palabras. acostumbrado a ser ignorado el rubio suspiró y se levantó, sacando uno de los vasos de la bolsa que traía y dejando la misma junto al pelinegro renunciando a aquel postre que había elegido para tratar de alegrarle el día al extraño. de sus finos labios un leve susurro de "espero que te gusten las cosas dulces" y nuevamente con las mejillas y la punta de su nariz rojizas se alejó caminando en silencio hacia su hogar, tan pronto se metió al departamento miró su celular bebiendo de ese chocolate notando que tenía aún más llamadas de su madre desde la última vez que lo miró al medio día.

jaemin había pasado todo el día en su departamento trabajando y con costumbre fue a ese parque para relajarse un poco, había tenido que ocultar su mejilla con una pequeña curita pues una de las largas uñas de su ahora ex-novia le habían provocado un pequeño rasguño en su normalmente muy sana y piel. cuando escuchó la voz del chico hablarle no sabía muy bien si debía contestarle, no quería tener que relacionarse con nadie más porque realmente estaba harto de toda aquella necesidad de comunicarse con otros seres. miró a su costado cuando el rubio se había ido, notando lo que había dejado junto a él y soltando un suspiro al darse cuenta de que aquel postre solía ser uno de sus favoritos cuando era más joven y visitaba la cafetería de su hermana cada tarde luego de la escuela primaria.

—¿hace cuanto tiempo no como uno de estos?

los susurros del joven salían con el vapor de su boca, tomando la bolsa para dirigirse a su departamento también, entrando al mismo y disfrutando de aquel postre con el chocolate sintiendo aquellos dulces sabores atacar su boca de forma tan placentera, logrando relajar su tenso cuerpo en un par de segundos quedándose toda la madrugada pensando en aquellos recuerdos de su niñez y adolescencia sin poder dormir aunque lo intentara.

WINTER THINGS. |RenMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora