WINTER THINGS. |RenMin|

19.

jaemin se disculpó un millón de veces por no haber pasado ni siquiera un segundo de su cumpleaños con renjun, se sentía realmente culpable debido a que con ese tiempo conociéndose sabía bien el cariño que le había tomado el chino además de que había prometido el verde en la navidad, pero lo único que le importaba al menor era que el en serio estaba ahí con el y que le estaba ofreciendo salir al día siguiente además de dormir juntos esa noche en su departamento. li mei los dejó irse en poco tiempo luego de abrazar un pase de veces más a su hijo, regresando al departamento del mismo luego de verlos subir al ascensor.

la pareja de jóvenes estaban riendo sobre la cama del mayor, se estaban haciendo cosquillas luego de haber estado casi media hora charlando de todo lo que podrían hacer al día siguiente. pero todos los planes cambiaron una vez se dieron cuenta de que no había forma de que fueran a despertar temprano, ya eran las tres de la mañana y en lugar de estar dormidos estaban abrazados viendo una película en la pantalla de la computadora y comiendo brownies "especiales" que jaemin encontró en la nevera.

—mañana deberíamos ir al cine también..—jaemin murmuró acariciando el brazo del rubio quien ya estaba medio dormido en su hombro sin darse cuenta de que seguía sentado entre las piernas del coreano en la cama.

—claro, luego deberíamos ir por helado. —sonrió el menor levantando un poco la cabeza girando su cuerpo así teniendo más facilidad para ver al mayor.

jaemin asintió mirando también el rostro del chino, subiendo su mano hasta su mejilla para acariciarla lentamente observando los lindos ojos brillantes bajo la poca luz de la noche que entraba por la ventana junto a la cama. el pelinegro quería hablar para seguir con sus planes pero de golpe el rubio se acercó uniendo sus labios con los suyos rompiendo por fin esa incomodidad que sentían siempre que se miraban a los ojos. sus labios se movían con un lento compás, experimentando aquel placentero sentimiento que había abrazado sus cuerpos tan pronto ambos estuvieron completamente cómodos con esa unión.

ahora ya nada les detenía, creían que a partir de ese momento podrían aceptar sus sentimientos por el otro, confirmando que se gustaban y que todo eso que hacían estaba bien. jaemin ya no tenía miedo de que le gustaran los chicos, renjun ya no tenía miedo de querer a alguien, ambos confiaban ciegamente en que no se harían daño y que todo lo que les había ocurrido en el pasado solo habían sido tropiezos que el mismo destino les hizo pasar para finalmente empezar a aceptarse tal cual eran sin importarles absolutamente nada más.

jaemin despertó al medio día con renjun acurrucado en su cuello y su celular sonando en la mesita de noche. con cuidado se levantó y tomó el móvil entre sus manos leyendo el número de su hermana en la pantalla del mismo por lo cual rápidamente sonrió contestando a la llamada saludando a su mayor muy emocionado.

—mamá me dijo para invitarte a cenar hoy en la noche, tal vez hicimos mal al no creerte lo de tu novia y que no eres un desviado..también me gustaría presentarte a una amiga mía, es hermosa además de que le cae muy bien a mi mamá y seguro se llevarán muy bien—. la voz de su hermana era animada pero solo hacía que su corazón se rompiera de nuevo.

incluso se había visto tentado a aceptar eso, si es que eso hacía feliz a su madre y que eso le permitiera ser aceptado con su familia de nuevo, pero apenas se giró vió al rubio mirarlo desde la cama con su adormilada expresión y sus rojizos pequeños labios ligeramente hinchados por las horas que habían pasado solo besándose explorando el cuerpo del otro con cero timidez a pesar de que en sus interiores habían huracanes cada que las manos impropias acariciaban diferentes partes de su extensión.

y ahí na jaemin se dio cuenta de lo mucho que valía el ser quién realmente era..

—no te apures, dile a mamá que me la pasé muy bien acostándome con mi chico en la noche y estoy demasiado cansado como para ir a verlas..lo mejor será dejar de contactarnos hasta que me acepten como soy o hasta que decidan olvidarme por completo.