11.

116 25 5
                                    

eran las siete y media de la mañana cuando jaemin despertó por culpa de la alarma de renjun, la apagó pronto quejándose de que sea tan ruidosa y se alejó de él para levantarse de la cama. no entendía porque el chino tenía que poner una alarma tan temprano si trabaja recién al medio día, solo pudo suspirar y fue al baño para hacer sus necesidades generales. cuando salió regresó a la cama pero se quedó un momento mirando al rubio, notando que la manga de su hoodie se había levantado hasta dejar ver un poco de su brazo permitiendo que el pelinegro vea por primera vez aquellas cicatrices en sus muñecas, pasando su dedo índice por ellas con mucha curiosidad.

—jaemin..—susurró renjun abriendo sus ojos notando que era lo que el mayor estaba haciendo, sintiendo sus mejillas enrojecerse y rápidamente puso bien su manga sentándose en la cama pasando por un momento a segundo plano el hecho de que habían dormido juntos.

—lo siento, no debí hacer eso. —el mayor rápidamente se disculpó levitándose de la cama pero el rubio con nervios volvió a tomarlo de la mano para estirarlo a que se sentara con el soltando un largo suspiro pues sabía que en algún momento tendría que hablar sobre ello por primera vez.

—cuando estaba en..china, me adelantaron un par de años en la escuela porque mi rendimiento era muy avanzado, me consideraron algo así como un superdotado y terminé mis estudios a los dieciséis. me adelantaron a los catorce y desde entonces..me hacían bullying, empezaron con burlas y siguieron con golpes, empujones, amenazas, nadie me quiso creer. justo en ese entonces mi abuela falleció y perdí a la única persona que estaba para mi, entonces me sentí demasiado solo, tanto que lo único que pude hacer para escapar de todo ese dolor fue cortarme la piel de mis muñecas y mis muslos, luego de que terminé de estudiar ocurrió un accidente y mi madre decidió mandarme a corea para cursar la universidad aquí y posteriormente quedarme a vivir para no tener que volver ahí a pasar por lo mismo..—renjun hablaba con lágrimas recorriendo sus mejillas y su rostro escondido en el cuello de jaemin quien lo abrazaba, creyendo saber a qué se refería con ese "accidente".

el mayor no dijo nada y solo lo acurrucó entre sus brazos escuchándolo llorar por un rato hasta que volvió a quedarse dormido y lo tapó con las mantas sin realmente imaginarse lo mucho que había sufrido cuando era más joven pero al mismo tiempo entendiendo porque actuaba de esa manera, porqué se forzaba a sí mismo a ser feliz aunque no tuviera una razón para serlo. una llamada en el celular del rubio lo sacó de sus pensamientos, al leer "mama❤️" en la pantalla quiso contestar, en esos días había notado como renjun siempre colgaba sus llamadas o las ignoraba, aquello casi lo hacía enojar porque el estaba todos los días tratando de recibir respuesta de su madre y el menor tenía a la suya todo el día preocupada por el.

—¿hola? —murmuró el coreano y por un momento hubo un silencio bastante incómodo.

—¿le pasó algo a mi hijo? ¿por qué no contesta el? ¿dónde está? —ella habló en un buen pero nervioso coreano empezando a desesperarse.

—no le pasó nada, está dormido y no quería despertarlo. no se preocupe que el está bien y me aseguraré de que no le vuelva a pasar nada. —jaemin sonaba seguro manteniendo sus ojos cerrados al hablar pues no se creía lo que estaba haciendo por alguien que conocía hace poco más de una semana, escuchando un suave suspiro de la mujer del otro lado del celular, golpeando el pecho del pelinegro con las palabras que dijo después.

—tengo mucho miedo de que algún día alguien me llame para decirme que mi hijo está muerto..

WINTER THINGS. |RenMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora