one-shots Tokyo Revengers

Makoto Suzuki

Makoto Suzuki

Advertencia: +18

Pedido: Dahiana321

Número de palabras: 525

Todos los personaje son mayores de edad.
Aprendan a diferenciar la ficción de la realidad.

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-¡ERES UN PERDEDOR!-. dije mientras bailaba y me burlaba de mi novio.

-Yo te dejé ganar-. Se cruzó de brazos.

-Sí claro, tienes que aceptarlo, soy mucho mejor que tú jugando videojuegos-. Me senté a lado de él mientras reía.

-Ya te dije que te deje ganar-. Exclamó y se abalanzó a mí para hacerme cosquillas. -Retráctate y te dejo en paz-.

-¡Ya, ya bueno! ¡Basta!-. No paraba de reir.

-Solo di que soy mejor que tú-. Siguió haciéndome cosquillas.

-¡ERES MEJOR QUE YO!-. Grité tomando un bocado de aire.

Makoto dejo de hacerme cosquillas y yo aproveché para besarlo.

-¿Qué es lo que quieres?- Me preguntó al acabar ese pequeño beso.

Me sentí ofendida, yo mostrándole amor y el se piensa que necesito algo.

-Nada, ¿No puedo darle besos a mí novio?-. Resalté la palabra "Mí"

-Claro que sí, dame otro-. Ordenó.

-No, mejor otro día-. Me puse de pie y me dirigí a nuestra habitación.

El me siguió y se recargo en el marco de la puerta, yo me acosté en la cama y me puse a leer un libro que estaba en la mesa de noche.

-¿Estás enojada?-. ¿Por qué los hombres hacen preguntas tan estúpidas?

-No-. Seguí leyendo.

En realidad no estaba enojada, solo me gusta hacer drama por todo.

-Sí estás enojada-. Se acercó a paso lento, quitó el libro y lo volvió a poner en la mesa de noche. Beso mi mejilla y luego mis labios.

No sé como vaya a terminar esto, pero sin duda me va a gustar.

Tomó lugar a lado mío, volteo mi cuerpo hacía él, nos empezamos a besar, sus manos se dirigieron a mi abdomen y después a mi "cintura" si se puede llamar así.

Lo empuje un poco, quedó boca arriba y me subí en su regazo. Quité mi blusa, mis bustos están a su disposición.

Empezó a masajear mis bustos con el sostén encima, ayudé a quitarlo.

Solté una risa al sentir como pasaba su dedo índice por el medio de mis pechos.

Quité su playera y empecé a besar su cuello y clavícula.

Ambos quitamos la ropa que sobraba. Makoto abrió el cajón de la mesa de noche, sacó un condón y se lo colocó.

Comenzó acariciando mi clítoris, gemí al instante. Tomó su miembro y lo empezó a restregar por toda mi intimidad. Siguió masturbándome, una ola de calor y placer invadió mi cuerpo, mi orgasmo estaba tan cerca. Y sí "estaba" ya que Makoto dejó de hacerlo para meter su miembro. Sentía que me iba a correr en cualquier momento, seguía sensible.

Mis gemidos y los de Makoto no tardaron en aparecer. Empezó por movimientos rápidos, luego lentos, luego rápidos, así repetitivamente.

De nuevo la inmensa ola de calor y placer nos invadió a ambos, gemíamos sin parar, el se corrió primero y después yo lo hice.

Nuestras respiraciones eran irregulares. Sacó su miembro, y caímos rendidos en la cama.

-¿Sigues enojada?-

¿QUÉ ES ESTOOOOOO? PERDÓN POR ESTA CAGADA, NO SÉ, PERDÓN.