Sexto

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Me quedé pensando sobre esa salida a la heladería, y la verdad es que lo pasé bastante bien.

Acordamos con Sana volver a juntarnos, a pasar quality time, pero esta vez ella elije el lugar de destino, y por la pista que me dio sirven cositas dulces, así que calculo que ya sé qué es.

Me arrepiento un poco de haber sido reacia con ella en el pasado, y no haberle dado si quiera una oportunidad, porque resultó ser completamente lo contrario a lo que yo esperaba.

Ni yo puedo creer que si quiera esté pensando esto, pero tampoco hay mucho que pueda hacer, tuve mis motivos, y la Dahyun del pasado estaba segura de sus decisiones.

Les comenté a las chicas anoche por videollamada todo lo que había ocurrido, porque obviamente las chusmas querían las últimas noticias, las caras de todas fueron diferentes, Jihyo hizo una mueca como de satisfacción, no lo sé, como si fuese algo que hubiera estado esperando, la carita de Mina fue la misma de siempre, desagrado, no se fía ni un poco de Sana, y bueno Chae no sabía qué decir, supongo que la situación la superaba.

Además de que también les dije que hoy nos volveremos a juntar, tampoco es un tema muy serio, creo yo, es una chica que está obsesionada conmigo y le estoy dando una oportunidad, sonará arrogante pero quizás se la merece.

¿Qué podría salir mal de todo esto?

[...]

Estoy esperando a Sana en el lugar de encuentro, la puerta de un negocio muy conocido, así llega y nos vamos al lugar que eligió, porque no tengo ni idea de dónde es.

Tuve tiempo para prepararme y no anduve a las apuradas porque hoy es feriado, o sea que no fuimos a la escuela, vine tranquila y caminando despacio, camino siempre por estos lados pero nunca me paré a prestarle atención, interesante lo que una descubre cuando se concentra en su entorno.

Parece que se está haciendo costumbre esperar a esta chica.

Tampoco tardó más de diez minutos en llegar, pero la impuntualidad aquí es poco común, por lo que no estoy acostumbrada a tener momentos sin tener nada rondando en mi cabeza, pensar idioteces en una sociedad tan estructurada es como romper un mandamiento.

—Dubu. — llamó Sana a mis espaldas, haciéndome voltear a verla.

—Gracias por hacerme usar mi mente.

—¿Qué? — me observó confundida, con una pequeña sonrisa.

—Nada, ¿Qué nos depara el día de hoy?

—Sígueme, conozco un lugar que seguro te encantará.

No tenía ni idea hacia dónde me estaba llevando, fuimos charlando a la par, razón por la cual menos consideración le di a nuestros externos.

Hablando sobre temas en común me sacó de mi ser individual, por estrechas calles me estaba guiando a un nuevo lugar, creo que nunca en mi vida di un paso por aquí, hay muchos negocios los cuales nunca había visto antes, parece un sitio muy estético y exclusivo, lleno de locales de ropa y bazares, y por ende, puestos de comida, por lo general dulce, parece un ambiente cálido.

—¿Cómo conoces esto? — me atreví a preguntar.

—No eres a la única que le gusta el chocolate Dahyunie.

Qué lindos dientes que tiene, nunca lo había notado, son como que muy perfectos, alineados y blanquitos.

—Supongo que no.

Pero qué tiene que ver.

Sana se quedó mirando la vidriera de una casita de té, y luego me invitó a pasar, buena elección.

Suffocated || SaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora