Cuarto

214 30 37
                                    

Varias copas después me encontraba danzando como bailarina profesional entre todo el gentío, sintiendo vivaz los efectos de la bebida a base de cebada y el agua ardiente, aún con la sensación caliente, de tener la garganta quemada a raíz de esto.

Chae, Mina y Jihyo también estaban copeteadas, no a mi nivel, pero de un porcentaje de alcohol en sangre no se salvan.

Como siempre, las cuatro juntas lo pasamos de maravilla, la envidia de varias amistades que no sienten la misma electricidad que nosotras cuando nos reunimos a rumbear, cada salida es una nueva aventura y distintos tipos de experiencias nuevas adquiridas todos los días.

Esta noche por ejemplo quisimos hacer un cambio e inventar algo nuevo, retos, cada una tenía que cumplir uno diferente. Para hacer algo innovador y divertido.

La que se encargó de ponerme el reto a mí fue Jihyo, mi supuesta misión es conseguir que el bartender me regale un trago, y lo tengo que conseguir con mis diferentes dotes, principalmente mis irresistibles encantos.

Yo le puse el reto a Chae, y demasiado bien lo aproveché, tenía que conseguir el número de cinco personas, no para hablarles, solo para demostrarnos su nivel de labia y conquista.

El reto de Jihyo es sacar a bailar a su crush, que muy sorpresivamente está en el mismo lugar que nosotras, por lo que la querida Mina tuvo la brillante idea de ponerle esta magnífica prenda.

Y hablando de la japonesa, la que se encargó de ponerle su tarea fue Chae, y lo que la nipona tenía que hacer se basaba en alcohol, poco creativa mi amiga, pero Mina tenía que tomar más vasos que las tres juntas.

Un poco sádicos y cínicos los retos, pero supongo que así son las buenas amistades.

Actualmente Mina va por el vaso cuatro,  irónico porque yo voy por el quinto pero bueno, aún queda mucho tiempo, y claramente pedimos pruebas, para asegurarnos que cumplimos la palabra y no nos metemos el perro.

Además de eso, hicimos una pequeña apuesta, las o la que pierdan le deben una cena a las otras, no pusimos ningún tipo de pauta, solo conseguir una correcta ingesta de alimentos.

Yo estaba esperando un poquito más para comenzar con lo mío, todavía no perdí toda la vergüenza y la dignidad suficiente para ir a denigrarme por un mísero trago, por lo que mientras tanto, estaba feliz viendo cómo Jihyo intentaba demostrarnos que sí puede.

—¿Qué creen que le estará diciendo? — preguntó Mina a un costado.

—Que es un reto supongo que no. — contestó Chae casi temblando, jamás le pidió el número a nadie, esta sería su primera vez, y está sumamente nerviosa porque no sabe cómo hacerlo, a la par que se prepara mentalmente y alarga lo más posible el tiempo de ejecución.

Jihyo es muy confiada y competitiva, un tanto intensa y explosiva, pero nos sorprendió bastante, porque sin mucho esfuerzo y rápidamente le pudo sacar una sonrisa al chico con el que está hablando, por lo que vemos, sin dudarlo, lo agarró de la mano y lo guió a un costado para comenzar a bailar. Podíamos ver todo bien claro, ni necesitaba pruebas a esta altura.

Pero, un minuto.

No solo bailaron una canción entera, sino que también se besaron, nuestra amiga puso al chico contra la pared y comenzó a comerle los labios...

—Bueno chicas, — Mina nos tomó de los brazos y nos hizo corrernos hacia otra parte — hasta aquí llegamos, esa acción tiene el cartel de censored para nuestros ojos.

—Ok, tú puedes ir echándote pólvora y agilizar el trámite, recién estás terminando el cuarto vaso, y eso que entre Jihyo y Chae se tomaron seis, sin contar los míos.

Suffocated || SaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora