Prólogo

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En el campus, sentada en la grama de la Universidad, acompañada de mi mejor amiga de la infancia, Alejandra y yo estudiábamos para las finales del semestre.

— ¿Entendiste? – pregunta moviendo una de sus piernas cruzadas con desesperación.

— No le entiendo, ni un poquito – contesto dando vuelta al esfero que está en una de mis manos.

El aire en toda la universidad esta tenso por los exámenes y más por todos los proyectos inmensos que entregar.

Mi mirada fija y nerviosa en los libros extensos de Tipografía y diseño no paran de querer tirarme de un puente al leer sus primeras páginas.

No soporto libros que quedan en lo mismo y lo mismo.

Un presentimiento llega.

¿Alguna vez haz sentido que te observan?

En este momento es exactamente lo que mis seis sentidos arácnidos llegan a captar, cómo si una mirada estuviera clavada en mí.

Alcé mi rostro — no muy disimuladamente — en busca de alguna respuesta y tan rápido como pasa la vida sin darnos cuenta, nuestras miradas se conectaron.

Un amor a primera vista.

Un chico simpático, tiene su mirada muy intensa clavada en mi, cómo lo suponía.

Algo no está bien.

Mi corazón late desesperado, las pulsaciones son más fuertes con seguir observando esos ojos azules indigos brillantes.

¿Será porque aquellos ojos tienen un poco de similitud a los míos?

Quien diría que una mirada te llegaría a transmitir tanta tranquilidad.

Y quien diría que esto o mejor dicho él, me llegara a poner un poco loca.

¿Un poco?

Demasiado.

Por alguna manera no puedo soltar su mirada.

— Alejandra – choco con mi codo su ser, llamando su atención – ¿Conoces a ese chico? — pregunto a la chica mulata, ahora mirándola.

— Esa pregunta me ofende – lleva la mano a su pecho, haciéndolo más dramático —, pero solo por ser tú, te perdono. En fin – suspira – , ese chico al que no paras mirar – lo señala – Es Nils.

« Escúchame con claridad – agarra mis hombros – ,vuelve loca a todas las chicas con esos ojos azules, no es seguro que te haga caso. Así que olvídate de él— finaliza observándolo.

Yo no dije de estar con él.

Yo si.

Nunca había escuchado hablar a la pelinegra con tanto interés.

Lo conoce bien.

A punto de seguir en el hilo de la conversación suena el timbre de retorno a las aulas de la universidad.

Inconsciente de mis acciones regreso mi mirada para encontrarme con la de él.

Nuestras almas parecen conectadas.

Hasta una burbuja quiere crearse en nuestro al rededor.

Un amor a distancia

Parece tener algo único, especial, sensacional, absolutamente...

— ¡Venus! !Vamos a llegar tarde! — Alejandra interrumpe mis pensamientos. Toma mis manos y me levanta – Si nos dejan afuera es tu culpa. Así que ahora..., ¡Corree!

***

Finalizar las clases con la Profesora Carolina estaban queriendo que explotase y mandarla al diablo por no terminar de una vez por todas rápido su explicación aburrida.

Eternamente Azul [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora