3. Confusión

74 23 11
                                    

Ya pasaron 2 semanas desde aquel beso con Nils; he estado todo este tiempo tratando de evitar encontrarme con él y ha sido muy fácil, me hubiera sentido sola y triste si no fuera por Dune que con sus locuras hace que cada uno de mis días sea uno de los mejores.

Esta última semana ha sido muy difícil para mí, he querido olvidarme esos ojos eternamente azules, pero es una tortura no volver a recordarlos.

Esa intensidad con la que me miraba no es lo único que me vuelve loca por él; sino recordar sus labios tan suaves estampados con los míos.

-Prefiero ir a casa, sabes que estamos en pleno invierno y tú me traes a esta montaña a no sé qué – exclamo.

-Deja de ser tan pesada, solo quiero disfrutar de la vista que tiene estas montañas – dice Dune.

-Yo no veo nada de bueno aquí...- me agarra de los hombros haciéndome voltear – No puedo creerlo ¡Es fantástico! ¿Por qué nunca me trajiste hasta acá? - se acerca hacía mí cortando nuestra distancia y me susurra:

-Porque odias subir montañas, tonta- da la vuelta y hace señas de que lo siga.

- ¡No soy tonta! - grito exhausta corriendo detrás de él.

- ¡No me alcanzas! El último que llegue al tronco debe una salida al otro – dice entusiasmado

- ¡Pues ese serás tú! – y si tenía razón, yo me salve de pagarle una salida, aunque fuera trampa de mi parte por haberle tirado una bola de nieve haciendo que caiga -JA JA JA ahora quien es el que ríe, ya sabes que conmigo no puedes – digo riendo mientras bailo como niña chiquita.

Que infantil soy.

-Enserio? Pues no, no puedo – dice acercándose y muy repentinamente se tira donde mi comenzando a hacerme cosquillas.

- ¡Paraaaa... ¡No puedo... dejameeeee... me da mucha risa... Duneee, ya paraaaa! - digo riéndome como loca

-No quiero, me gusta cuando te ríes como loca desquiciada - dice burlándose de mi.

-Enserio para! Me voy a hacer pipí... enserio te digo no mientooo...- digo y aleja sus manos de mi mientras me señala burlándose.

-De nuevo? – dice extendiéndome la mano para levantarme del suelo cubierto de nieve.

-No ya no... es divertido, pero no – digo exhausta de tanta risa – Ahora si disfrutemos de la vista, para eso me hiciste venir hasta acá ¿no?

-Si, pero yo ya la estoy disfrutando desde hace rato- dice con su mirada fija en la mía. Mi corazón va acelerándose poco a poco, mis ojos van de un lado a otro mientras voy jugando con mis dedos.

No sé si Dune llegue a provocar lo mismo que Nils causa en mí, pero al parecer lo está logrando de poco a poco. 

Dune comienza a acercarse hacía mi lentamente y se saca su guante derecho y lleva su mano fría directamente a mi rostro, acariciando suavemente uno de mis cachetes con su pulgar, hace que levante la mirada hacía el y hace que me pierda en esos ojos grises profundos. Ya sabía lo que pretendía, aun así, no me separaba de sus caricias y dejaba que siguiera; acerca su pecho con el mío y baja su miraba a mis labios, pero al parecer uno de sus pensamientos no deja que siga y aleja su mirada de la mía, al igual que todo su ser.

-No puedo...

No digo nada y queda mi mirada fija en el suelo de lo incomodo que este momento es para mí.

-No quiero que esta amistad de tantos años se vaya a la basura por estos sentimientos- dice dándome la espalda intentando que no lo mirase – No quiero hacerte daño Venus- oh no esto es grave tan solo por decir mi primer nombre- No soy de los típicos chicos idiotas de los que te enamoras, e estado solo este tiempo esperando a que me aceptaras, pero cuando llega el momento adecuado me llega todos los recuerdos juntos y no quiero que algún día llegue a perderte a causa de todo esto. – dice volteando hasta quedar frente a mí. Estoy sorprendida y ni una palabra de mi boca se digna en salir- Solo di algo... esto duele...

Eternamente Azul [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora