Desembarcamos y les entregamos a las autoridades locales a los dos agentes soviéticos, como excusa dijimos que eran dos terroristas que pretendían volar el avión en nombre de su dios. Avanzamos por el aeropuerto con las maletas.
-¿No debería venir alguien a por nosotros? –pregunté algo confusa.
-No lo sé, M no dijo nada sobre ese tema –me respondió él.
-Pues que bien –dije con sarcasmo.
-No te desesperes, existen unos vehículos llamados taxis, y la gente puede pedir uno para que la lleve a algún sitio –dijo haciendo la broma.
-Ja-Ja-Ja, muy gracioso. Vamos a pedir uno, anda.
-Sabrás que se paga con dinero ¿verdad? ¿O tampoco sabes qué es eso? –me dijo.
-Parecías una persona seria –hice una breve pausa- Pero me equivoqué.
-Solo soy serio cuando es necesario, ¿prefieres que sea un aburrido?
-No –salimos del aeropuerto y nos pusimos a esperar algún taxi- Pero tus bromas no tienen por qué hacerme quedar mal ¿sabes?
-Pero te han hecho reír, admítelo.
Yo me mantuve callada hasta que vi acercarse un taxi.
-Mi salvación –susurré para mí misma- ¡Taxi! –grité mientras levantaba mi mano para hacer que parase. Por suerte el taxista me hizo caso y paró.
El taxista era un hombre de mediana edad, con el pelo corto y moreno y ojos marrones.
Metió nuestras maletas en el maletero mientras que nosotros subíamos a la parte trasera del coche. El taxista subió y nos miró.
-¿A dónde les llevo? –preguntó amablemente.
-Al hotel San Palace, por favor.
El taxista asintió y arrancó el coche. El viaje era tranquilo, nadie hablaba así que podía meterme en mis propios pensamientos tranquilamente. Pero el silencio se rompió por el sonido de mi móvil.
-¿Quién es? –preguntó James mientras se acercaba a mí.
Agarré el móvil y le enseñé el nombre del contacto de la llamada entrante ‘M’.Resoplé y lo cogí.
*Llamada telefónica*
-Hola, mamá –dije con una sonrisa.
-¿Mamá? ¿De qué hablas 009? –me respondió algo enfadada.
-Sí, mamá, ya estoy en el taxi de camino al hotel.
-¿Cómo os ha ido el vuelo? –me preguntó.
-Bien, aunque el vuelo tuvo turbulencias por culpa de los vientos soviéticos –dije refiriéndome a los dos agentes del avión.
El taxista me miró como si estuviese loca.
-Entiendo, pero estáis ilesos ¿no?
-Sí –dije manteniendo el ton efusivo.
-Bien, cuando estéis instalados tendréis que ir a un bar llamado Starlight.
-Bonito nombre –dije.
-Allí os reuniréis con el agente –giré la cabeza para poder ver por mi ventanilla. Estábamos atravesando un cruce de cuatro salidas. Vi como un camión aceleraba directamente contra nosotros.
-¡Cuidado! –grité.
El taxista no tuvo tiempo de hacer nada y el camión dio en el lateral del taxi donde estaba yo. El taxi salió despedido varios metros, una vez tocó suelo, el coche dio varias vueltas hasta que quedó boca abajo.
La cabeza me daba vueltas. Me la toqué y sentí en la mano un líquido frio, quité la mano de mi cabeza y vi algo rojo. Estaba sangrando. Miré a mi lado derecho, James estaba inconsciente.
-¡James! –dije mientras le tocaba el hombro. Por suerte, en pocos segundos se despertó- Buf, menos mal.
-¿Qué ha pasado? –dijo algo confuso.
-Un camión nos ha embestido –le ayudé a levantarse- Buonaparte.
Yo fui a mirar si el conductor del taxi estaba bien. Le quité el cinturón que le sujetaba y le arrastré fuera, lo apoyé contra el taxi y le tomé el pulso.
-Todavía respira –informé mientras el taxista abrió los ojos- Oiga, la policía y una ambulancia están de camino, quédese aquí.
-¡La televisión podría llegar en cualquier momento! No podemos dejar que nos vean –se acercó a mí.
-Vale –asentí.
James me agarró del brazo y salimos corriendo al hotel a esperar noticias de M y a curarnos nuestras heridas.
Espero que os guste:3 Votad y comentad para el siguiente:)
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You know my name [James Bond y tu]
Fiksi PenggemarMe llamo Zedd Martin y trabajo para el MI6. Soy agente doble y me dedico a matar gente a un precio que pocos pueden pagar. No hablo del dinero, hablo de la cordura. En este trabajo solo ves dos cosas; muerte y traición. Y eso poco a poco acaba matán...