Salida De Escape

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El aullido detrás de ellos los puso alerta, se escuchaba más cerca de lo que esperaban.

- Pensé que tenías ventaja –

- Yo también lo pensaba –

Dando un salto lo suficientemente largo, notaron como su amiga estaba recargada en el barandal de su casa mirando hacia abajo, no tomo mucho para que alzara su mirada y se percatara de su presencia.

- ¿Qué suce-

- No hay tiempo, ¡rápido! Entremos a tu casa –

Tomándola de su mano, Mabel arrastro a ambos dentro de la reja, cerrándola apresuradamente, mientras Pacifica abría la puerta y sentía como aquellos hermanos la empujaban desesperadamente.

Las respiraciones agitadas de aquel par era lo único que se podía escuchar en la sala, aun así, apenas recobraron el aire, la puerta comenzó a ser golpeada y arañaba intensamente. 

- ¿Qué es lo que los persigue? – la preocupación de la chica rubia comenzaba a hacerse notar.

- Él lo nombro “Lélape” salió detrás de la persona que capturo al tío Ford, se ve como un perro normal, cuando intente ir contra él, me tiro una mordida que casi hace que pierda el brazo – poco a poco fue subiendo la manga de su chaqueta rota, la herida había sido mal amarrada con un pedazo de tela, pero la hemorragia seguía, se podía ver como la carne había sido abierta de muchas maneras, incluso a él mismo le sorprendía como es que no se había desmayado.

- Por Dios… - Mabel inmediatamente fue sobre su hermano, dirigió una mirada rápida a su amiga dándole a entender en seguida que debía traer algo para ayudarlo.

- Él tío Ford logro con dificultad quitármelo de encima, pero cuando íbamos a huir esa cosa lo tomo de la pierna y lo jalo hacia ellos, cuando intente ayudarlo salieron más de esos perros y comenzaron a perseguirme – termino su relato quitando lentamente el vendaje improvisado al ver que Pacifica se acercaba con un botiquín de primeros auxilios. 

Mabel lo tomo en sus manos abriéndolo y tomando apresuradamente una venda para presionarla con firmeza con la palma de su mano y así controlar el sangrado; al instante sujeto la lesión con una venda más gruesa para que esta hiciera de soporte en ella y seguir vendando el resto del brazo.

Con una mirada de inquietud, sopeso el no poder hacer más, definitivamente necesitaba una sutura y un cuidado más adecuado, pero ella no era enfermera ni tenia los materiales para hacerlo.

- No te mortifiques por este pequeño contratiempo Mabs, en cuanto nos deshagamos de esas cosas te prometo que iremos a la clínica, de momento, esta curación es más que suficiente –

- Que te hagas el valiente no hace que tu lesión sea mejor Pines, si uno solo fue capaz de hacer eso con una sola mordida, el que haya más no lo hace fácil –

- Perdóname por intentar hacer que mi hermana no se preocupe – lo último que necesitaba era que estuviera alarmada.

-Dejemos eso de lado ¿quieres?, el nombre que dijiste antes, repítelo –

- ¿Nombre? –

- Si, el que le diste al perro –

- No lo sé Pacifica, lo dije hace unos minutos, en estos momentos mi mente está más enfocada en cómo vamos a deshacernos de ellos –

Antes de poder seguir con la conversación, se escuchó como una ventana era rota y al mismo tiempo como la puerta termino de ser desquebrajada para darle paso a los perros.

- ¡Vamos! – la Northwest corrió deprisa hacia el cuarto contiguo seguida por ellos, una vez que entraron cerro nuevamente las puertas corredizas de la sala.

Él no existe másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora