Enero 2022; ONESHOTS
San y Wooyoung estaban destinados a estar juntos, en todas sus vidas, por toda la vida.
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⚠︎ 𝙰𝙳𝚅𝙴𝚁𝚃𝙴𝙽𝙲𝙸𝙰𝚂 ⚠︎
Violencia, escenas explícitas, sexo, monogamia, bigamia, poligamia, homicidio, suicidio, muerte de per...
ucm: infinity war, angustia ────── han pasado sólo dos semanas desde que wooyoung regresó.
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―Ni siquiera lo puedo creer. ―Logan miraba con sus ojos sorprendidos el brazo de San―. Con razón ciento cincuenta pastillas no pudieron contigo.
San apretó los puños y una vena se marcó en su frente inmediatamente, pasmado giró su cabeza en dirección a su esposo y lo encontró inclinado frente a la pecera, hablando tiernamente con una estrella pegada al vidrio.
―¿Puedes no mencionar eso? ―inquirió San volviendo su vista hacia él, rabioso.
Logan suspiró. La cantidad de trabajo que San había acumulado le había quitado las vacaciones, probablemente. Llevaba todo el día con una pila de papeles y aún no había acabado ni la mitad. El humor del coreano era entre la felicidad y la irritabilidad, cualquiera que le hablara se llevaba una mirada inquietante y gruñidos como respuesta, a excepción obvia de su lindo esposo.
Wooyoung, así como más de tres mil millones de personas, había regresado a la vida. San estaba ansioso, lo llevaba a todos lados temiendo dejarlo solo, y Logan lo comprendía, todo el mundo lo entendía, había pasado los últimos cinco años cuidando de un hombre moribundo que apenas podía vivir.
El Señor Smith ni siquiera se inmutó cuando vio a Wooyoung, quien no era su empleado, en la oficina, sabía que no podía decirle a Choi San que no debía llevarlo al trabajo. Smith estaba igual de ansioso por su hija, que concentrada, hacía su trabajo sentada a pocos metros de él.
No había pasado tanto tiempo, pero San había recuperado peso en esas dos semanas, el color de su piel había vuelto a la normalidad y la mueca de felicidad cada vez que miraba en dirección al menor era tan obvia.
Logan estaba feliz por él.
―Era tu secreto ―dijo Karina, viéndole con reproche, aunque no estaba enojada por no saber, pues comprendía que San no les debía nada.
―¿Eres parte de los Vengadores? ―preguntó Edward, frunciendo el ceño―. ¡¿C... Conoces al Señor Stark?!
Nueva York ya estaba al tanto de que un tipo, no allegado a los Vengadores, volaba por la ciudad. San no quería hablar de ello. Él no era un héroe, él sólo quería ser un hombre de familia, un tipo cualquiera.
Sin embargo, habían pasado cosas.
San se rompió el brazo ayer por la mañana y hoy estaba como nuevo, había tardado sólo tres horas en curarse por completo y todos estaban anonadados (aunque si hubiera gozado de una buena salud, su recuperación habría sido inmediata). Si salir volando por la ventana ya era shockeante, verle con el hueso afuera fue algo traumatizante. Logan gritó y Karina se desmayó.
―¿O algún equipo de súper héroes secreto? ―preguntó Logan con emoción.
San no respondió. ¿Por qué tenía compañeros tan metiches?
