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¡Eres amor!... Almas desnudas
Francia, el país del amor y el arte o al menos eso dicen los turistas y las agencias de viaje. Kim Taehyung puede asegurar que al menos para él Francia no es la ciudad del amor, del arte sí pero no de lo otro. El castaño lleva casi toda la vida viviendo en ese país específicamente en París, ha visto a un centenar de gente ir y venir algunos se quedan otros se van, algunos regresan otros ya no, sin embargo Taehyung sabe que así es la vida tan cambiante y enigmática, nunca estás preparado para lo que viene simplemente debes dejarlo fluir sea bueno o malo. Él pensó que el amor era algo sencillo sin embargo descubrió que no es así, en absoluto; el amor es algo difícil de sembrar pero fácil de perder. Es como una flor; la siembras, la riegas y mimas para después tener una hermosa flor suave y delicada al tacto pero, si no se llega a cuidar y a mimar como se debe la flor pasará de ser hermosa a un triste tallo marchito. Roto. Así es el amor para Kim Taehyung, algo delicado y de cuidado.
El castaño se removió incómodo en su sitio, el trabajo le estaba consumiendo en su totalidad en los últimos meses. Ser un asesor y editor de escritores es un trabajo pesado ya que muchas veces los libros próximos a publicar llegan con mucho talento pero con la misma cantidad de errores, además sumándole el hecho que la mayoría de sus trabajos eran libros coreanos que se publicarían en Francia por lo tanto los tenía que traducir y corregir. En conclusión era algo pesado y si bien él amaba su trabajo era cansado estar sentado enfrente de una pantalla por varias horas sin descanso, sus deditos se entumecían de tanto teclear todos los días. Estiró su cuello tratando de relajar un poco los músculos de su nuca, a los pocos intentos se escuchó un leve crujido.
—Ouch, necesito un masajista con urgencia —dijo con voz cansada, se levantó despacio acercándose al perchero que estaba cerca de la entrada de su casa, lo cogió y se lo puso.— Tan ya me voy, cuidas la casa —le habló melosamente a su perrito Pomerania después salió de su hogar asegurándose de cerrar bien.
Saldría unas cuantas horas para poder despejar su mente, necesitaba un descanso urgente porque sentía que si no lo hacía tiraría la computadora por la ventana. Camino calles abajo viendo las coloridas casas, su hogar ya necesitaba una nueva capa de pintura, quizá el menta era una buena opción, el castaño asintió satisfecho ante su pensamiento; menta sería. Siguió caminando alrededor de unos 30 minutos más cuando se topó con un taller de pintura, una idea que ya tenía rato guardada volviéndole a la mente. Un cuadro al desnudo; eso era lo que Taehyung quería desde hace ya un tiempo. Sin pensarlo mucho entró al lugar, sorprendiéndose de inmediato por lo cálido que se sentía, cuadros y más cuadros era lo que sus ojos mieles veían.
—Esto está bellísimo… —comentó en un suspiro. Estaba tan absorto en la vista que se le brindaba que no se dio cuenta del hombre que estaba detrás de él.
