06.✧Desafío

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Lovers in a small boat

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Lovers in a small boat.

A

mor prohibido…

Los amores prohibidos son algo que constantemente nos llama la atención, nos generan ese sentimiento de morbo y curiosidad a la vez que hace que queramos experimentar algo así o ser conscientes de uno, sin embargo a pesar de que el tener un amor parezca divertido y excitante en la mayoría de los casos estas dos emociones son opacadas por otras menos agradables. O al menos ese es el caso del Príncipe Jungkook y el Duque Taehyung. Quienes vivieron por un momento el miedo al rechazo.

¿Qué es la homosexualidad en el siglo XVII? Algo aberrante, una enfermedad incurable y contagiosa, un pecado imperdonable, algo que no es de Dios, un delito que merece el peor de los castigos, exilio, algo así te contestaran los habitantes. Y es que para un Londres victoriano el tema de la homosexualidad era algo totalmente nuevo e inexplorado que por lo mismo de no conocerse fue tachado de “aberrante”, sin embargo hay que decir que una pequeña porción de la población llámense periodistas consideraban que, la homosexualidad no era ningún problema o pecado, sino una forma distinta de amar, mas no errónea. Empero, la sociedad es terca y prefiere aferrarse a lo que dicta la Reina y a lo que opinen los demás, por lo tanto el esfuerzo de los periodistas parecía ser en vano, si la Reina no lo aprobaba entonces era algo incorrecto. Sin embargo todos estos pensamientos cambiaron tras el dulce amor que surgió en un pequeño bote.

Kim Taehyung de Sussex, más conocido como el Duque de Sussex era alguien avanzado a su época, extrovertido, con una moda diferente a la de los demás, innovador, hablante de tres idiomas, amante de la historia y con conocimientos “anormales” para los habitantes de Windsor. Toda una joyita en bruto según los medios locales. Mientras que Jeon Jungkook de Gales era parecido al Duque Sussex sólo que en secreto, al ser el heredero al trono no podía expresarse libremente con su madre la Reina Hye de Gales puesto que si lo hacía iba a quedar como un “descarrilado”.

La vida del Príncipe era un tanto triste, debido a su imagen como monarca no podía expresarse libremente al pueblo, casado por obligación a los veinte años con la Duquesa de Cornualles y con dos hijas que si bien adoraba con toda su alma no podía dejar de pensar que no fueron engendradas por el amor que los demás pensaban que le tenía a la Duquesa. Y su madre… La Reina parecía empeñada en querer al menos siete nietos, decía que hasta ese entonces le cedería el trono. Jungkook ya estaba cansado de todo y todos; lo que el necesitaba era algo o alguien que le regresara la vida, las ganas de seguir… Y ese alguien no tardaría en llegar.

Su primer encuentro fue gracioso, fuera de lo normal.

El Duque se dirigía al prestigioso Highgrove House, el motivo era la fiesta de cumpleaños de la Princesa Jeon Sumin de Gales, la hija menor del matrimonio Jeon. Una hermosura según el pueblo y confirmado por Taehyung quien apenas llegó a la gran residencia admiro a la pequeña Princesa.

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