¡¿Acaso eso se puede?!

• La Fiesta 1.2 •

Me quede sola en la fiesta «Perfecto, ¿Y ahora qué coño hago?» me preguntaba mientras veía a mi alrededor.

No conocía a nadie de esa fiesta o bueno si, pero los que ya conocía, estaban ya en grupito con otras personas y ni modo que llegue tipo: Ya llegué!

No, no, que feo y pena de solo imaginarlo. Me quedé igual un rato ahí, parada a un lado de la mesa de postres en mi celular, claro, imagínense, sin celular, yo creo que me muero, pero afortunadamente lo tengo, me empecé aburrir de estar solo, asi que entré al chat de papá, para ver si podía venir a recogerme.

-Hola

Ya estaba apunto de terminar lo que le escribía a papá, cuando alguien me habla, levante la mirada y le vi, era tan guapo, ojos verdes, cabello algo largo, color café, alto, musculoso, bueno se veía perfecto a mi vista.

-¿Hola?

Dios, que estúpida, ¡habla!

-Hola hehe- con una risa nerviosa le contestaba.

-Creí que no hablabas- inclinó un poco su cabeza para verme mejor -¿Cómo estás?-

-Oh, lo siento me quede viéndote, tratando de pensar si te conocía, y estoy bien, ¿Tu que tal?

Que vergüenza, le dije literal lo que pensaba, no lo hagan gente, ósea si, pero piensen bien que dirán, no sean como yo.

-Haha, vaya, si que eres directa, me gusta, ¿Cómo te llamas?

-Renata, puedes llamarme Reni.

-Que bello nombre, Reni- este coloca su mano delicadamente en mi mandíbula -Yo me llamo Javier, un gusto hermosura-

«Me trata bien y es ¡guapo! La noche se puso a mi favor» o eso era lo que pensaba en ese momento.

-Ven, vamos a bailar- me dio su mano para que la tomase.

Claramente le di mi mano -Gracias-

Empezamos a bailar una salsa, pero después de eso, todos empezaron a pedir un perreo, así que lo pusieron. De la nada empezaron a llegar más chicos y chicas a donde estábamos nosotros, al parecer eran amigos de Javier.

-¡Ahora que las chichas lleguen al piso!- grito uno de los chicos que estaban con nosotros.

-¡Si!- contestaron los demás.

Hicieron un pequeño círculo, haciendo que quedáramos en medio, las demás chicas y yo íbamos bajando con forme a la música.

Todos empezaron a preguntar por mi nombre -¿Quién es ella?-

Javier les dió mi nombre mientras me veía como movía las caderas -Se llama Renata-

-Uf, esa Renata...

-Si que sabe moverse.

-Que envidia Javier.

-Es mía...

Yo me sentí bien cuando dijo que era suya, Javier empezó a bajar al piso también, pegándose a mi y perreando.

-Ea! Ea! Ea!

-¡Eso si es llegar al piso!

Nos empezaron a echar bulla de lo bien que bailamos, hubo un momento donde me canse, asi que me levanté -Un descanso-

-Lo que pida la princesa- me contestó Javier, mientras sostenía mi cadera con sus dos manos atrás de mi -Una copa para mí Reni, por favor-

Llegaron las copas con cerveza y empezamos a tomar los que estábamos ahí, mientras seguíamos bailando pero ya solo moviéndonos a los lados.