[9 meses después]
—El estado de Taehyung es algo complicado – dijo la mujer.
—Doctora, Taehyung va a cumplir más de medio año asistiendo a las terapias con usted y los demás especialistas que nos recomendó, y realmente no hemos visto cambio alguno – Seokjin se recargó en el escritorio de la Doctora Jung, frustrado, la mujer de cabello oscuro hizo una mueca ante la frustración del hermano de su paciente. —Desde un principio sabíamos que iba a ser mucho más difícil, señor Kim, créame, estoy igual de preocupada que usted, pero las opciones se nos están terminando-
—Usted no sabe lo complicado que ha sido estar lidiando con mi hermano, quien ni siquiera tiene la intención de querer mejorar, mi sobrina es la que saldrá más afectada de todo esto-
—Aunque no lo crea, Taehyung ha tenido avances muy significativos en su comportamiento, fueron tantos sucesos en tan poco tiempo, y aún con la carga de una hija que depende de él, tenemos que ser muy pacientes-
—¿Pacientes?, ¡paciencia es lo que me ha sobrado todo este tiempo! – Seokjin dijo exaltado, Taehyung se encontraba escuchando la conversación entre su hermano y su psiquiatra desde fuera de la oficina, se sentía totalmente como un estorbo en la vida de su familia, su depresión parecía no tener mejoría, aunque realmente se esforzara por estar bien para su hija, la doctora Jung le recordaba todo el tiempo que nada había sido su culpa, y que todo tenía mejoría, pero él ni siquiera tuvo las fuerzas para cumplir con su tratamiento para poder volver a caminar.
La puerta se abrió, salió Seokjin con una mirada cansada y una mueca de estrés muy notoria, quien solamente se limitó a tomar la silla de ruedas de Taehyung y disponerse a salir del lugar.
—Taehyung, realmente ya no sé qué voy a hacer contigo-
—¿A qué te refieres? -
—La doctora dijo que nuestras opciones se están acabando, realmente yo no puedo seguir ayudándote si tú no tienes el más mínimo deseo de ayudarte a ti mismo- Taehyung calló, sabía que su hermano estaba en lo correcto. —Piensa en Misuk, le estás haciendo daño, nos estás haciendo daño a nosotros, Tae, yo también tengo una vida, una familia qué cuidar-
—Lo intento, Seokjin, te juro que lo intento- Débilmente dijo Taehyung. —Pues no parece-
—Si tan solo Jungkook estuv...-
—¡Jungkook ya no está aquí, Taehyung, Jungkook está muerto! ¿Por qué sigues hablando de él como si con tus palabras pudiera volver? – Seokjin interrumpió a su hermano en un grito hizo que Taehyung guardara silencio y se quedara inmóvil en su silla de ruedas mientras Seokjin seguía empujándolo, por supuesto que sabía que Jungkook no iba a volver nunca, pero nadie jamás se había puesto a meditar y pensar un poco en cómo era la vida desde el día que se enteró de las dos noticias más fuertes que ha recibido, nadie se había puesto a pensar en cómo era para Taehyung ver a Misuk crecer y al mismo tiempo no tener la motivación suficiente para estar con ella y celebrar todas las cosas que alguna vez prometió que haría en compañía de su esposo, el ver su hogar tan sombrío, tan gris, y al mismo tiempo las personas hablando sobre cosas que ni siquiera sabían, criticándolo duramente, sin una pizca de compasión por un estilo de vida que él no eligió, Seokjin se sintió culpable por la dureza de sus palabras, estaba agotado, sin esperanzas de que su hermano pudiera mejorar algún día.
—Perdóname, Taehyung, no debí hablarte de esa manera- dijo Seokjin en cuanto llegaron al hogar del rubio.
—Seokjin, también quiero disculparme por haber sido una carga todo este tiempo- dijo Taehyung, el corazón de su hermano se estrujó, amaba a su hermanito, y daría lo que fuera por verlo bien, y así lo hizo, sacrificó parte de su vida y de su familia por cuidar de él, sin embargo él también se sentía agotado de toda esta situación, y aunque verbalmente lo negara ante todos, algo muy adentro de él pensaba en que, Taehyung sí estaba siendo una traba en su vida, aunque se sintiera culpable por siquiera tener esa idea en la mente.
Los hermanos se despidieron, Taehyung entró a su hogar y volvió a la monotonía, en su silla de ruedas recorrió los pasillos de esa casa que alguna vez estuvo llena de vida, y los recuerdos lo carcomieron como siempre, se recordaba junto a Jungkook pintando las paredes del hogar que con tanto esfuerzo compraron, colgando los cuadros con las fotografías que ellos mismos habían tomado, y las pinturas que Jungkook hacía en esos momentos de inspiración en la madrugada, "si tan sólo estuvieras aquí... Si tan sólo pudieras abrazarme un poco más" pensó mientras acariciaba con la yema de los dedos la textura del óleo seco.
—¡Papá! – se escuchó una voz infantil a lo lejos.
Taehyung salió de su mente y volteó a mirar hacia su hija—Hola, preciosa, ¿qué has hecho? – la niña corrió con pequeños pasos hacia su padre y como pudo se sentó en sus piernas.
—Jugando, ¡y también haciendo dibujos! – Misuk le mostró a su padre los dibujos que había hecho, Taehyung pensó que su hija había heredado el mismo talento artístico que tenía Jungkook. —Están preciosos, Suki- le dijo cariñosamente antes de llenarla de besos en la mejilla, Misuk feliz, volvió a su habitación, y se asomó a la sala de estar la figura de la chica que trabajaba cuidando a Misuk.
—Señor Taehyung, ya me voy a retirar, Misuk ya comió y todo está como me dijo-
—Gracias, Sora, descansa- Taehyung le entregó a la chica su respectiva paga y la vio salir por la puerta principal, de nuevo, la casa había quedado en silencio, Taehyung se dirigió a su habitación y tomó sus medicamentos correspondientes, hace tiempo que su familia le había dejado los frascos enteros de tabletas, confiando ciegamente en que Taehyung ya no estaría en peligro de intentar terminar con su vida como hace unos meses.
"Sólo quiero ser un buen padre, Jungkookie, dame fuerzas para hacerlo" pensó.
"Tu ausencia sigue doliendo, ¿dónde estás?"
"Quisiera ir contigo"
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Memoir | Taekook
FanfictionTaehyung nunca pudo haberse imaginado que iba a tener que enterrar al amor de su vida tan rápido, nunca pensó que iba a presenciar con sus ojos, en su propia carne aquellas tragedias que hicieron que su vida cambiara por completo aquella madrugada d...