Capitulo 5

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Pov Harry.

Era ya mi cumpleaños, cosa que me alegraba mucho, por supuesto mis tíos ni dijeron pio a la hora de verme, a excepción de las tareas que me tocaba hacer hoy, el único que por lo menos dijo algo fue Dudley, con sus típicos tontos comentarios, mas allá de eso, comencé a hacer mis tareas, así iniciando con recoger el correo, que extrañamente, esta vez estaba afuera de la casa. 

Al llegar a la entrada percibí el primer indicio de que sucedía algo raro, un gato estaba mirando un plano de la ciudad. Durante un segundo, no me di cuenta de lo que había visto, pero luego volví la cabeza para mirar otra vez. Sí había un gato atigrado en la esquina de Privet Drive, pero no vio ningún plano. ¿En qué había estado pensando? Debía de haber sido una ilusión óptica. Parpadee y contemple al gato. Éste me devolvió la mirada. Mientras recogía el correo, daba vuelta y me iba metiendo a la casa, observe al gato, que en aquel momento el felino estaba leyendo el rótulo que decía «Privet Drive» (no podía ser, los gatos no saben leer los rótulos ni los planos). Menee la cabeza y me metí a la casa, así alejando al extraño gato de mis pensamientos.

Al ingresar a la casa, vi las cartas. Había tres cartas, una postal de Marge, la hermana de tío Vernon, que estaba de vacaciones en la isla de Wight; un sobre color marrón, que parecía una factura, y una carta para mi. La recogí y la mire fijamente, con el corazón vibrando como una gigantesca banda elástica. Nadie, nunca, en toda su vida, me habían escrito a mi. ¿Quién podía ser? No tenía amigos, a excepción de Matilda, ni otros parientes. Ni siquiera era socio dela biblioteca como ella, así que nunca había recibido notas que me reclamaran la devolución de libros. Sin embargo, allí estaba, una carta dirigida a mi, de una manera tan clara que no había equivocación posible. 

Señor H. Potter 

Alacena Debajo de la Escalera

 Privet Drive, 4 

Little Whinging

 Surrey

 El sobre era grueso y pesado, hecho de pergamino amarillento, y la dirección estaba escrita con tinta verde esmeralda. No tenía sello. Con las manos temblorosas, le di la vuelta al sobre y vi un sello delacre púrpura con un escudo de armas: un león, un águila, un tejón y una serpiente, que rodeaban una gran letra H

-¡Date prisa, chico! -Exclamó tío Vernon desde la cocina- ¿Qué estás haciendo, comprobando si hay cartas-bomba? -Se rió de su propio chiste-

 Volví a la cocina, todavía contemplando su carta. Entregue a tío Vernon la postal y la factura, me senté y lentamente comencé a abrir el sobre amarillo. Tío Vernon rompió el sobre de la factura, resopló disgustado y echó una mirada a la postal-

-Marge está enferma -informó a tía Petunia- Al parecer comió algo en mal estado -Dijo resoplando-

-¡Papá! -Dijo de pronto Dudley- ¡Papá, Harry ha recibido algo!-Informo abruptamente mi primo- Estaba a punto de desdoblar mi carta, que estaba escrita en el mismo pergamino que el sobre, cuando tío Vernon se la arrancó de la mano-

 -¡Es mía! -dije tratando de recuperarla-

-¿Quién te va a escribir a ti? -dijo con tono despectivo tío Vernon, abriendo la carta con una mano y echándole una mirada. Su rostro pasó del rojo al verde con la misma velocidad que las luces del semáforo. Y no se detuvo ahí. En segundos adquirió el blanco grisáceo de un plato de avena cocida reseca. -Pe... Pe... Petunia! - Bufó. Dudley trató de coger la carta para leerla, pero tío Vernon la mantenía muy alta, fuera de su alcance. Tía Petunia la cogió con curiosidad y leyó la primera línea. Durante un momento pareció que iba a desmayarse. Se apretó la garganta y dejó escapar un gemido-

Mi primer amor- Matilda x Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora