El Zorro y El Dragón VII

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Capitulo 7

El sol y la luna


El rey Yaoyorozu y Endeavor después del caos que se formó, tuvieron una breve charla.

-Un dragón... según los registros estaban todos muertos. ¿Sabes que significa esto? -Hablo con un interés poco amigable el rey Yaoyorozu.

-Significa que la historia puede repetirse y eso no es una opción, no para mí, ni para mi reino. No cometeremos los errores del pasado de nuevo.

-Podríamos compartirlo.

-¡Estamos hablando de un dragón, Yaoyorozu! ¡No de un objeto! ¿No aprendieron nada en tu linaje de las guerras que se vivieron hace siglos? No pienso destruir mi reino por un dragón.

-Entonces ¿Puedo quedármelo?

-Te carbonizara antes de que puedas tocarlo.

-¡No te entiendo Endeavor, hablamos de un dragón! Nuestros hijos van a casarse al final de cuentas, ¿Qué mejor insignia podría tener su nuevo reinado que tener a un dragón de mascota?

-¿Casarse? ¿Mascota? En verdad no conoces a tu hija, pero yo si conozco a Shoto, suspiro de alivio cuando ese dragón interrumpió la boda, y verlo correr lleno de coraje y valentía para seguirlo...

-¿Pretendes decir que no harás que se concluya este matrimonio? Teníamos un acuerdo.

-El acuerdo era que los dos se enamoraran, cosa que evidentemente no ocurrió. Forzamos tanto a nuestros hijos a seguir nuestros deseos que tuvieron que llegar hasta aquí actuando.

-Actuación o no. Cualquier hombre se enamoraría de Momo sin dudarlo. Es cuestión de tiempo nada más. Una vez casados y con la convivencia diaria... las cosas van a florecer en los dos.


El rey Endeavor recordó las veces que había visto a Shoto pasear con aquel eunuco por los jardines y pasillos del palacio, su mirada llena de brillo y su pecho erguido, no era nada al Shoto que minutos antes estaba con la mirada hueca y triste parado como estatua frente a Momo.

En ese momento entendió que todas aquellas salidas, miradas y atenciones que había tenido Shoto para con Momo habían sido puro teatro, se sintió mal como padre en ese punto, su egoísmo había sido tanto qué había orillado a su hijo a mentir y a actuar un amor que el bien sabia no sentía por nadie más que por su eunuco.


-Primero debemos saber que está pasando con ese dragón. Si necesita protección y ayuda, mi reino se la proporcionara y si es guerra lo que buscas, guerra es lo que tendrás Yaoyorozu.

El rey Yaoyorozu era rico, inmensamente rico, pero su ejército era débil ante la poderosa armada del rey Endeavor, obviamente sería un suicidio entrar en guerra con él.

-Yo jamás dije tal cosa.


Así, el Rey Yaoyorozu tuvo que tronar los labios al ver que sus planes se desvanecían entre sus manos, de como aquel perfecto plan de casar a su promiscua hija con un príncipe noble y de fuerte linaje ya no tenían futuro y como con una amenaza de guerra, tenía que despedirse de sus ganas de poseer a ese dragón.

Pero el gasto ya estaba hecho y actuó como el rey reluciente que era y logro apaciguar las aguas con su alcurnia y modales. Les hablo a los invitados presentes quienes no dejaban de murmurar sobre lo que habían visto.

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