III. " Olvidadizo "

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Había pasado unos dos días quizá desde la última vez que el ruso pisó aquel piso de madera de dichoso local. Aún no había recibido noticias de México pero prefería pensar que tal vez ambos países estaban muy ocupados ahora mismo y prefirió no ir a insistir.

Sin embargo un día más fue el límite del joven Albino. Ya había sido lo suficientemente paciente así que iría por si mismo a la cafetería a preguntar.

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Por otro lado, Nuestro amado Bolivia tampoco la estaba pasando muy bien. Para bien o para mal la cafetería se había hecho un tanto conocida por las personas habitantes de el barrio y estaban teniendo mucha clientela.

Razón que hizo que se le olvidara en cada ocasión que tenía tiempo libre el cumplirle el favor a aquel adolescente que había asistido hace ya unos tres días atrás. Pero en fin, tal vez ni lo volvería a ver.

* Clink

O eso fue lo que pensó hasta que escuchó la campanilla sonar y al voltearse encontrar el rostro serio del ruso que no tardó en ir a tomar una mesa.

Bolivia sintió una gota de sudor frío resbalar por su mejilla mientras terminaba de barrer el lugar, pues era imposible no sentir el penetrante mirar del joven recién llegado.

- ( Ay virgencita de urkupiña..ya sé que no fui a tu festival este año pero por favor librame de este escuincle..)

Sintió un completo alivio cuando vió a su compañero de trabajo ; Paraguay, acercarse a tomar la orden del joven que hasta ese momento todavía seguía mirándolo según él para llamar su atención, cosa que el paraguayo pudo notar

- (Ay pobre.. No se da cuenta que lo está asustando)

Río bajo al pensar en esto pero como buen amigo que era del otro latino decidió salvarle el trasero y atender él al joven que ahora miraba la mesa ya un poco desanimado por haber sido completamente ignorado por el único que podía proporcionarle comunicación con su amigo.

Por otro lado, Bolivia había ido a esconderse en la despensa a revisar un momento su teléfono.

- Oi wn, Sabí que no podí usar el teléfono en el trabajo - Le regañó un chileno que tan solo había ido a llevar un par de bizcochos.

- No seas metiche y pásame el número de México - Respondió el boliviano sin siquiera mirar al contrario

- ¿Para que o qué?

- Digamos que olvide hablarle de un pequeño detalle..

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- (El café está bueno..tal vez venga más seguido aquí..) - Pensó un joven ruso que ya había olvidado por un momento la razón principal por la que había venido.

Tal vez podría esperar un poco más a la respuesta de México

🥐☕- Bitter Coffee ⊹˖⁺ // RusbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora