Capítulo 9: Katharsis

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Los humanos tienden a superar sus emociones mediante la razón, una falsa seguridad movida por precisamente, temperamento humano.

Buscamos la respuesta a las sensaciones que nos transmite el hipotálamo mediante hormonas en el cerebro pero rara vez conseguimos algún tipo de respuesta tangible y más bien logramos confundirnos, pues las emociones humanas y su comprensión son un tema de debate repetido durante siglos respondiendo a la rama de la psicología y siendo esta la forma óptima para hallar soluciones en estos temas.

Nuestra visión de la psicología nos muestra el psicoanálisis como una panacea indefinida capaz de solucionar, mediante lógica e investigación, el estado mental de cualquier se humano. Lejos de la realidad; este método, como tantos otros, solo permite obtener una cierta parte de la realidad del objeto, una visión superficial y aparentemente objetiva, pero sin los matices e información necesaria para la misma verdad de usuario, su propia verdad.

Buscamos esa solución para dar un sentido a los propios sinsentidos de nuestro cerebro, nuestros comportamientos y patrones en principio anormales y nuestras enfermedades. Todo ello va ligado a la sensación de necesidad y de obsesión con el encuentro de la paz y sobre todo, la felicidad, es ese el objetivo de todo nuestro núcleo y nuestra vida, esas ciertas sensaciones producidas por secreciones hormonales que nos llenan y nos dirigen, como cualquier droga, más y más, hasta la misma katharsis de nuestro cerebro.

La búsqueda de la llamada felicidad es el supuesto propósito o sentido que en muchas culturas se le atribuye a la vida, y es un recurso muy manido en la filosofía y arraigado en algún tipo de charla TED como un tema de vida. Todo ello recae sobre la consciencia humana, las personas nos negamos a pensar o comprender el por qué, y solo buscamos el cómo obtenerlo, la forma de llenar el hueco de dopamina en nuestro cerebro, con actividades mundanas y ocio como la música, también muy influenciada por ello.

Todas nuestras culturas afrontan de un modo u otro ese encontronazo con nuestra mente, ya sea con el uso de drogas o de meditación o incluso ambas, y se esperan encontrar respuestas para entendernos a nosotros mismos. Es importante, sobre todo por estos casos, el tiempo en solitario junto a nuestras propias mentes, soñar despiertos y fundir nuestras consciencias para profundizar en lo que somos o vemos, para superar problemas y traumas emocionales y para darnos una visión de conjunto de lo que somos.

Nuestra visión cambia según nuestro estado físico y mental, pero hallamos esos cambios tras largos procesos mentales y psicológicos de entendimiento y acople en nuestro cerebro,comprendemos nuestros pensamientos y cambiamos, entendemos que cambiamos  y entendemos para cambiar.

Todo se reduce a ese ciclo mental de superación pero no evita el resultado contrario. El estancamiento mental ocurre entonces, cuando no somos capaces de entender o de superar nuestros pensamientos,y los mismos se ciernen sobre nosotros.
Esto acarrea más  problemas dado que ese estanque mental se convierte en laguna y nos confunde ,no estresa, y se apodera de nosotros en forma de ansiedad y depresión, terribles enfermedades mentales capaces de inutilizarnos o acabar con nuestra vida.

Con todo esto,se destaca la importancia  de ese proceso  de acople en nuestro cerebro y en nuestra forma de pensar para evitar un resultado nefasto, fuera de los límites esquizoides, de encontrar un equilibrio mental, una cualidad importante en la vida de los seres humanos.

Tribulaciones de la razón humana y física retóricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora