¿Qué pasaría si tú fueras yo?// BLACKPINK 💗

Capítulo 3: MAQUILLAJE, ATUENDOS Y PELUCAS.

Esta vez, cuando sonó la alarma no la apagué con enojo, más bien la apagué con felicidad y di un salto para levantarme.
Con Brownie a mi lado, al igual que mi micrófono, sentía positivismo en todo.
Fui hacia al baño y me miré al espejo. Por unos días dejaría de ver a esa persona que veía. Dejaría de ver a una chica con pelo castaño oscuro largo, con ojos cafés, piel blanca, contextura media y altura alta.
Pero después de todo, vería a esa chica en otra persona. No sé si eso suena bueno, pero esto sólo será una aventura y una anécdota para reírme en unos años más.
Di un suspiro largo. Tengo miedo de que nada resulte como lo esperábamos. Pero básicamente solo necesitamos un par de atuendos, maquillajes y peinados similares la una a la otra por unos días.
Brownie movía su cola alegre como siempre lo hace, era hora de su paseo matutino.
Me vestí con un suéter rosa pastel que llega hasta mis rodillas y por debajo un short. El día está demasiado caluroso.
Le puse la correa a Brownie y nos fuimos.
Hoy no tengo que ir al trabajo porque es feriado largo y en unas horas más me reuniré con Rosé.
Aunque no tenga que trabajar yo siempre tengo que estar haciendo algo, por lo que me traje dos libretas. En una es donde diseño atuendos y en la otra es donde dibujo paleta de colores para distintas combinaciones. Más un lápiz negro y otro lápiz de color rojo obvio. Estoy trabajando en un vestido de quince años, por eso sólo necesito un solo lápiz de color.
Al caminar cinco cuadras con Brownie me dió mucha sed, desgraciadamente me olvidé de mi botella de agua.
Entre a una tienda y me compré una botella, también unas galletas de carne y cereales para Brownie.
Tengo las manos repletas de cosas, libretas, botella y paquete de galletas. En un segundo Brownie se salió de control y corrió tan pero tan rápido que al llegar a la cuadra choqué con un chico que también se veía apurado. Al chocar, mis cosas se cayeron.
-¡Ay, no! Lo siento mucho, mi perro salió corriendo y perdí el control -dije avergonzada.
El joven comenzó a juntar mis cosas y me las entregó amablemente.
-No te preocupes, también fue mi culpa por caminar rápido -se rió y se le marcaron sus hoyuelos, nunca había visto a alguien que se le marcaran tanto sus hoyuelos. Él es un chico alto, un poco más que yo, se veían mechones de pelo debajo de su gorra, eran de color rubio, muy rubio y a los ojos no podía verlos.
-Un gusto, Maggie -dijo y yo lo miré sin entender. ¿Cómo sabía mi nombre?
-Digo lo mismo pero, ¿Cómo sabes mi nombre?
Se rió nuevamente.
-Porque lo dice tu libreta.
Quería salir corriendo de ahí, ¡Qué vergüenza! De seguro me veo colorada.
-Ah... tienes razón, ¿cuál es tu nombre? -pregunté.
-Oliver -hizo una pausa, miró a Brownie y preguntó- ¿Él cómo se llama?
-Se llama Brownie.
-Qué lindo es, yo tenía a un perrito de la misma raza -hizo una pausa, me miró de reojo- bueno fue un gusto conocerte Maggie.
-Lo mismo digo, Oliver.
Di un suspiro. ¿Por qué me pongo nerviosa?
Apartando a Tom mi ex, era la primera vez que hablaba más de lo normal con un chico y me sorprende que le haya seguido la corriente, conociéndome, saldría corriendo.
Miré la hora y no me había dado cuenta lo tarde que se había hecho. Rosé de seguro ya está en casa.
Gracias a la velocidad de Brow, fui más rápido a casa. Brow es un muy lindo apodo para este chiquitín.
Cuando llegué, ella también estaba llegando aunque no me vio porque estaba mirando su celular, de seguro viendo la ubicación.
Quiero llamarla por su nombre para que sepa dónde estoy pero temo que mis vecinos se enteren que la mismísima Rosé esta en el barrio. Así que fui hasta ella mirando en todas direcciones para asegurarme de que el lugar está tranquilo.
-¡Hola, Rosé!
-¡Maggie! Menos mal que llegaste, casi me pierdo, hay demasiadas casas -dijo entre risas y me contagió.
-Pasa -abrí la puerta y la invité a pasar.
-¡Que hermosa casa tienes!
-Muchas gracias, he intentado lograr que se vea moderna y llamativa.
-Tienes buenos gustos Mag.
Me reí por un momento, siempre me lo dicen.
-Gracias, gracias.
Mientras le sacaba la correa a Brow veía como ella miraba cada espacio de la casa.
Se sentía todo muy extraño. Jamás, pero jamás hubiera imaginado que algo así me pasaría (y eso que yo imagino muchas cosas).
-Bien, ¿cuál es el plan? -pregunté una vez que nos sentamos frente a frente en la mesa. Parecía una especie de interrogatorio, pero quién diría que estábamos planeando cambiar de vidas por unos días.
-Todo está excelente ya que el vuelo se atrasó varios días más por fuertes tormentas en la zona, así que tenemos tiempo de sobra para intercambiar trabajos  por unos días, por lo menos hasta que salga mi vuelo -hizo una pausa sonriente- ¿Qué dices?
-Me parece muy bien -asentí.
-Veamos que tanto talento tenemos -dijo en tono misterioso.
-¿A qué te refieres? -pregunté sin entender.
-No importa, ya verás, ¿tienes maquillaje?
-Sí, Claro.
Fui hacia mi habitación en busca de mi cofre rojo de maquillaje. Detrás me seguía ella, y admito que me da vergüenza que vea todos los pósters que tengo de las miembros, simplemente es... ¿incómodo? No encuentro la palabra perfecta para definir la situación.
-Emm -dije nerviosa al notar la sonrisa en su rostro viendo los pósters, photocards, polaroids y demás cosas que tenía de todas las miembros- aquí está.
-Gracias -hizo una pausa y agregó-: por cierto, me encanta toda la decoración de tu habitación, ¿has ido a algún concierto nuestro?
-Sí, a dos conciertos aquí en Orlando hace dos años -ella asintió al recordarlo.
-Bueno, te voy a maquillar de la forma que me maquillan a mí, nos faltaría pelucas, porque nuestros cabellos no se parecen.
-De acuerdo, podemos ir en busca de algunos.
Puse música en aleatorio (de BLACKPINK obviamente) mientras ella preparaba cada pincel, cada labial y cada color para maquillarme.
Brow se subió a mis piernas y se durmió en mis brazos.
-Perdón, no te lo había dicho, pero le tengo fobia a los perros -me dijo y quedé asombrada, porque sabía todo de ella, cada dato curioso y esto no lo sabía.
-Oh, lo siento, llevaré a Brow a su cama.
Mientras llevaba a Brow a dormir en su cómoda cama, pensé en algo que me dejó helada, nunca me había puesto a pensar en eso.
-Oye Rosé.
-Dime.
-¿O sea que intercambiar de vidas equivale a cambiar absolutamente todo?
Pensó un momento.
-No te entiendo -dijo confundida.
-Me refiero a que tú vivirás en mi casa y cuidarás de Brow.
Abrió los ojos en señal de sorpresa.
-Tienes razón, no lo había pensado... aunque no tiene nada de malo porque quizás gracias a Brow se me quite la fobia a los perros.
Nos reímos.
-¡Es verdad!
Pasaron unos minutos donde sólo hablábamos de nosotras, escuchando "Pretty savage", mientras terminaba el maquillaje, claro, explicando también paso a paso de cómo lo hacía para que yo lo haga en los días siguientes, en donde básicamente, sería Rosé.
Sólo Maquillaje, atuendos y pelucas, es lo que necesitamos para cumplir nuestros sueños por unos días, ya que el talento lo tenemos. Sé cantar y Rosé sabe diseñar.
¿Qué puede salir mal?