Capítulo 8: ÚLTIMO DÍA, ÚLTIMA AVENTURA

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"Creo que es hora de dejar esto y volver a ser lo que éramos antes, porque me siento muy mal siendo alguien que no soy, fingiendo y pretendiendo ser otra persona, fue lindo ser Rosé, pero dicen que mucho de algo no es bueno. Quizás fue muy poco el tiempo en el que me hice pasar por ella, pero en tan poco tiempo pude saber que se siente ser mi ídola, fue muy lindo, muy entretenido y sé que es la mejor aventura que he vivido. Pero ser Rosé fue demasiado difícil. Jamás lo olvidaré, porque conocí a mis ídolas en persona y a mi novio Justin. Pero creo que todas las aventuras tienen un fin".
Pensar en eso me hizo muy bien, sentí como mi mente dió un suspiro.
Ayer con Rosé, nuestra charla quedó intacta, teníamos mucho por decir, pero ninguna dió el paso que se necesitaba. Lo pensamos y pensamos. Las dos sabemos que si seguimos de esta forma vamos a ocasionar más problemas. Así que acordamos que mañana mismo volveríamos a ser nosotras mismas y muero de ganas de que sea mañana.
Ahora estoy acá, recostada en mi cama, en el hotel, ya que es demasiado temprano.
En unos días más las miembros se irán de gira, incluyendo a Rosé.
Es demasiado aburrido estar en reposo. Aunque esta habitación tenga televisión, no es suficiente para acabar con este aburrimiento.
Me pongo los auriculares, pongo mi playlist en aleatorio y cierro los ojos.
Suena "ice cream" y me dan ganas de ponerme a cantar y bailar, literalmente.
Hasta que recuerdo mi reposo y no tengo más opción que quedarme acostada.
Miro a mis alrededores. Extraño demasiado a mi casa. Cuando la decore, lo hice de tal forma que me encanta. Extraño mis pósters, mis polaroids, mis fotitos con mis familiares, mis álbumes, mis plantas, extraño todo. Nunca pensé llegar a este nivel, pero en definitiva no veo la hora de volver a ser Maggie y cuando eso pase, prometo siempre ser yo misma, sin importar que, porque he aprendido que no hay nada mejor que ser uno mismo.
Me levanto y me voy al comedor.
Me saluda la cocinera y le pido un licuado de fresas. Me voy hacia el sillón y miro el gran ventanal de al frente.
Jus me trae el licuado y sonrío, él siempre es tan dulce.
No llevamos mucho tiempo juntos, pero puedo ver lo considerado y amable que es, no solo conmigo sino que con todos por igual, eso lo convierte en una persona muy especial.
-Gracias Jus -tomé un sorbo- oye, me gustaría salir un rato.
-De acuerdo, vamos cuando termines -respondió con una sonrisa hasta que vio que la cocinera venía y de inmediato se puso serio, nadie puede siquiera sospechar lo nuestro. Cuando vuelva a ser Maggie eso ya no será un problema.
-Señorita Rosé, quería preguntarle si desea alguna comida en especial para acompañar su licuado -preguntó la cocinera.
-No, no, así está bien, no te preocupes -respondí.
Asintió y se marchó.
-¿y cómo estás? -preguntó Justin- ¿con ganas de volver a ser tú?
-Yo bien, y con muchas ganas de regresar a mi vida normal, aunque una parte de mi quiere seguir siendo famosa -me reí.
-Yo pensaría igual. Claramente nos acostumbramos tanto a nuestra vida que cuando apenas cambiamos algo en nuestra rutina se siente extraño. Uno puede decidir acostumbrarse a ese cambio o volver a su antiguo rumbo -dijo sabiamente.
Eso me hizo reflexionar.
-Tienes razón. En ese caso siento que mi cabeza quiere quedarse para bailar y cantar sin parar, pero mi corazón quiere volver a coser y diseñar ropa, dicen que siempre debemos escuchar a nuestro corazón, pero es como estar en una batalla conmigo misma -digo reflexionando- A veces es difícil saber lo que sentimos, es como estar en una montaña rusa de emociones. Quizás solo a mí me pasa, veo a personas que siempre están confiadas y decididas, me encantaría ser así, pero la mayoría de las veces temo equivocarme y sentirme mal por eso.
-No eres la única, a todos nos pasa alguna vez, nos sentimos raros y experimentamos momentos incómodos. Pero es solo un momento, luego volvemos en sí y nos damos cuenta que pase lo que pase, podemos con todo -Indagó- con respecto a que temes equivocarte, sabes que de los errores aprendemos, un tropezón no es caída.
Asentí.
Terminé mi licuado y nos fuimos a caminar, es lo que más extrañaba.
Mirar el cielo, las nubes, sentir la brisa fresca en mi rostro, los árboles, las flores, la naturaleza siempre me hace feliz.
-Oye Jus, siempre hablamos de mí, quiero saber un poco de ti, cuéntame que es de tu vida -le pedí.
-¿De mí? Mmhh, pues nada interesante, trabajo de guardaespaldas, eso ya lo sabes, vivo solo y no sé que más decir.
-¿Y tú familia? -pregunté.
-Tengo una hermana de 18 años y un hermano de 32 años, y a mi mamá y mi papá.
Sonreí.
-¿Y la tuya? -preguntó curioso.
-Tengo a mi mamá y mi papá, a mi hermano y a mis hermanitas.
Sentía una leve molestia en mi pie, pero no le dije nada a Jus porque quiero seguir caminando junto a él, este momento es maravilloso.
Fuimos hasta un puente y observamos todo a nuestro alrededor.
De pronto mi celular comenzó a vibrar, era Lisa.
-Hola Lisa, ¿que sucedió? -le pregunté al responder la llamada.
-Hola Ro, fui a tu habitación y no estabas, creí que podrías haberte ido al hospital, ¿estás bien? -Indagó preocupada.
-Estoy bien, salí a caminar un rato, no te preocupes.
-¡Me alegro! -exclamó feliz- bueno entonces, hasta luego.
-¡Adiós! -me despedí.
El cielo estaba lleno de nubes blancas hace unos momentos, pero cuando terminé la llamada, sentí que una gota de agua se cayó en mi cabeza, miré hacia arriba y todas las nubes ahora eran grises y no había ningún rastro del cielo celeste, estaba lloviendo.
De inmediato me coloqué la capucha del suéter que llevo puesto y Jus me imitó.
Me tomó de la mano y me invitó a correr mientras la lluvia caía.
Me negué, sabía que me dolería demasiado mi pie.
Llovía a montones y todo el piso ya estaba llenos de charcos y no existe posibilidad de que corra, no.
Justin de rió e hizo una mueca que indicaba "vamos a divertirnos".
Me tomó de sorpresa, de un momento a otro me había alzado y estaba en su espalda. Rodeo su cuello con mis brazos para no caerme. Comenzó a correr tan rápido que le rogué que fuera más despacio, pero no quería escucharme. Su pelo húmedo sobre su frente lo hace aún más hermoso y no pude evitar sonrojarme.
-¿Por qué corres si adelante también llueve? -bromeé.
Largó una carcajada.
-Si estuviera solo, estaría caminando debajo de la lluvia, pero como estoy contigo no tiene gracia solo caminar, correr es más divertido y más aún si es junto a ti, aunque no estés corriendo.
-Sabes que no puedo correr, además con lluvia me caería de nuevo -reí.
-Lo sé, pero siempre encuentro otra manera.
Llegamos hasta el hotel, por suerte no nos habíamos ido tan lejos.
Los guardias se apresuraron hacia nosotros de inmediato para llevarnos dentro.
Jus me bajó y me fui adentro, él se quedó un rato con los guardias y escuché que les dijo:
-Aclaro que la he traído de ese modo porque ella no puede correr, no empiecen a esparcir rumores falsos.
Pasé a saludar a las miembros, saludo a Jisoo y Lisa, pero noto que Jennie no está.
-¿Dónde está Jennie? -pregunté.
-Salió, tuvo una sección de fotos -dijo Jisoo.
Me da tanta tristeza no poder despedirme de Jennie, porque mañana ya no la veré.
Voy hasta mi habitación y veo que una bandeja de comida me esperaba.
Cené en mi habitación mientras miraba la televisión. Me asombra lo veloz que pasó el día.
Son mis últimas horas siendo Rosé. Me pregunto si debería disfrutarlas o simplemente dormir para que pasen rápido las horas.
Termino de cenar y decidí dormir. Más que nada porque estoy cansada. Apago la televisión y cierro los ojos. Mientras intento dormir pienso en como escapamos de la lluvia, cada vez que pienso en Justin siento mariposas en mi estómago. Mi última aventura siendo Rosé fue totalmente hermosa, casi de película. Pero sé que con Jus me esperan más aventuras, pero la diferencia es que serán siendo yo misma, siendo Maggie. Eso lo hará más divertido. He aprendido que mientras somos nosotros mismos, sin aparentar ser nadie, solo ser nosotros, sin importar que, podemos divertirnos muchísimo más. Porque valemos demasiado, y debemos disfrutar de cada momento al máximo, como si fuera el último. Amarnos y valorarnos a nosotros mismos, es muy importante.
Quise ser Rosé, convertirme en una persona totalmente diferente a mí. Y me di cuenta que fue un total error. Sí, la pasé bien, pero no me sentía como en mi hogar. Pues mi vida normal siempre había sido mi hogar, solo que no lo sabía.

¿Qué pasaría si tú fueras yo?// BLACKPINK 💗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora