Capítulo cinco (FINAL)

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— La maldición del vinilo se traspasó de persona a persona, la mujer fantasma perseguía a sus víctimas hasta el final —contaba Klaha, la verdad es que sus amigos en un inicio creyeron que la idea era ridícula pero con la aparición del espectro se cagaron todos (tranquilos que no en el sentido literal).

— ¿Y que le pasó al weon que curiosamente se llama igual a tí? —preguntó Mana.

— Logró llegar al patio de la casa y se afirmó a una higuera para descansar y como que de la nada todo volvió a la normalidad pero eso solo fue por un momento.

— ¡Puta la wea quiero ir a mear! —gritó Kami antes de salir corriendo para ir a unos matorrales de por ahí cerca.

Todos lo miraron hacer el ridículo mientras se aguantaba las ganas de mearse y cuando ya estuvo lejos miraron a Klaha para que siguiera con la historia.

— Entonces, cuando los perros comenzaron a aullar, el weon decidió ponerse en alerta. Se empezaron a escuchar unos pasos y...

— ¡Ya cállate! —Közi gritó mientras se tapaba los ojos de lo cagado de miedo que estaba.

— ¡Aweonao cállate un rato! ¡Tai viejo, tení como veintinueve años y seguís siendo terrible cobarde! —lo retó Yu-ki como si él no se estuviese cagando de miedo también —. Ay Klaha ya sigue sigue —dijo como si nada, pero era OBVIO lo asustado que estaba.

— Y los pasos se escucharon cada vez más cerca —seguía contando.

Desde el arbustito Kami meaba mientras temblaba al mismo tiempo, tanto era su miedo que la orina salió volando de tanto temblar.

Y, tal y como en el relato de Klaha, se escucharon realmente unos pasos.

Se trataba de un viejo de como setenta años que traía una linterna. Caminaba encorvado, su piel era pálida y mal cuidada y sus cejas pobladas y con una mirada que daba la impresión de ser una persona huraña.

— Disculpen, no era mi intención asustarlos —dijo con una voz salida de la cripta —, vi su camioneta y pensé que podrían necesitar ayuda.

— Gracias pero estamos bien —Yu-ki reía nervioso mientras rechazaba la oferta —. Puede seguir su camino, ¡descanse en paz! —le dijo haciendo alusión a lo viejo que estaba.

— ¡Nuestra camioneta se echó a perder! —Mana lo echó al agua — ¡Y tenemos como quince minutos para llegar a Chillán!

— Lo van a lograr, aún están a tiempo aunque no lo crean. Conozco un atajo.

Gackt se acercó a ellos después de estar literal todo el rato en la camioneta fingiendo que no tenía miedo.

— Buenas noches —le estrechó la mano al hombre —, soy Gackt, el chófer de estos weones.

— Yo soy Moribundo Meza a su servicio.

— Que raros los nombres chilenos —dijo Yu-ki.

— Jsdkks está como medio heladito —comentó Gackt al sentir el tacto del otro weon —. Oiga señor, ¿usted sabe algo de mecánica? Yo revisé la camioneta y todo pero no sé que más hacer.

Bueno ya, la wea es que el viejo se subió al auto y en cosa de segundos arregló la camioneta como si nada.

— AAAAAAA GRACIAS —Mana pegó un grito fangirl —. Vamos a llegar tarde pero la wea es que vamos a llegar.

En fin, todos se subieron felices a la camioneta con el viejo Moribundo de copiloto.

— Ya señor usted me dice por dónde es la wea para que lo vayamos a dejar—decía Gackt conduciendo —. Ah y gracias por el atajo.

— Yo le aviso.

— ¿Y que andaba haciendo a esta hora en el cerro? ¿Visitando a alguna polola? —Kozi puso cara picara.

— No, siempre salgo a estas horas, nunca falta quien me trae de vuelta.

— ¿Y no le da susto? —quiso saber Kami —, en este bosque debe de haber cualquier zombie fantasma.

— Yo le tengo más miedo a los vivos que a los muertos. ¿Y ustedes, son artistas?

— ¡Si! —se apresuró a responder Mana — ¡Tenemos una banda!

— ¿Y a usted, le gusta la música?

— Sí, pero yo soy de otra época. A mí me gustaba el Twist del esqueleto.

— ¡Ah! ¡Un clásico! —saltó Gackt — ¡Mira como baila el esqueleto, como se menea por completo! —cantaba causándole un ataque de Cringe a todos.

— ¡PERO GACKT DEJATE DE CANTAR Y MIRA PA ADELANTE MEJOR QUE TENEMOS QUE LLEGAR A CHILLAN! —se quejaba Kami.

— A mí me deja aquí en frente de la reja grande —indicó Moribundo.

Oh, sorpresa, resulta que se trataba del cementerio.

— Ahhh buena propiedad tiene —dijo Gackt todo incrédulo —, lo dejamos aquí sano y salvo.

— Si, muchas gracias, fue un placer haberlos conocido y suerte en su espectáculo, adiós muchachos —se despidió tan sombrío como siempre.

Todos se despidieron dándole sus mejores deseos.

— Avr como se llama esta calle culia —dijo Gackt forzando la vista —... cementerio.

— ¿QUEEEEE ESTAMOS EN EL CEMENTERIO? —gritó Kozi cagado de miedo.

— Conchetumare me estoy meando —Kami puso cara de poto.

— ¿Y ESE VIEJO CULIAO VIVE AHÍ? —Mana gritó bien trágico como protagonista de telenovela.

— CONCHETUMARE VAMONOS A LA CHUCHA —Gackt aceleró y por poco chocan SJSKSKSK QUE SON WEONES. El hombre trabaja ahí, no estaba muerto pero los de Malice Mizer son tan weones que no tenían idea.

Si se preguntan, si, al final todo salió bien para la banda. Dieron el concierto y se quedaron en Chile cegándose de calor porque era Diciembre ksksks aweonaos. Klaha y Mana se casaron en Melipilla en una boda secreta, Kozi y Yu-ki se encargaron de esparcir la plaga Malice por todo el país pese a que eso implicaba wear a los ciudadanos, Kami empezó una investigación sobre mariposas del país y otros animalitos bonitos y Gackt... todos se olvidaron de él.

JASKKKSKS mentira, Mana lo echó porque le daba Cringe hasta como chofer pero se arrepintió y lo volvió a contratar. FIN. 



Finalmente este fanfic ha llegado a su último capítulo. Era una historia corta, pero espero que les haya gustado. No soy muy buena en lo que concierne las historias humorísticas pero apenas volví a ver ese capítulo de Los Pulentos que me imaginé a los chicos de Malice en esa situación y, en vista de que apenas hay cosas de ellos en Wattpad, decidí traerles esta obra. Nos vemos en un nuevo fanfic, gracias por su apoyo <3

Cagaos de miedo (MALICE MIZER, humor chileno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora