Capítulo dos

222 17 18
                                    

Al mirar el exterior solo vieron unos murciélagos volar, nada de mariposas (marisopas xd) o pajaritos, no, más encima era de noche, no podía ser más tétrica la wea.

- ¡Ay que lindos los pajaritos! -comentó Kami mientras empujaba el auto, claramente estaba más ciego que la chucha.

- No son pajaritos, son murciélagos -le dijo Gackt arruinandole toda ilusión.

Kami puso cara de poto, ya se estaba asustando. La banda llegó a la cima de la colina, por lo que Gackt dio la orden de subir al vehículo. Todos lo hicieron y Gackt aka esclavo de la banda tuvo que correr para alcanzar a subir en lo que la wea avanzaba.

- DALE PO CONCHETUMARE APURATE OYE YA PO YA PO GACKT MUEVE LA RAJA -lo "alentaba" Kami desde la ventanilla.

LAMENTABLEMENTE no alcanzó y el auto partió sin él dejando a la banda sola y abandonada y con el vehículo avanzando por su propia cuenta colina abajo.

- ¡Ya po Klaha apaga el freno! -gritaba Mana histérico.

Klaha estaba sentado en el asiento de copiloto y al ver la wea puso cara de poto. Igual después el pelo se le fue a la cara así que ya no podía ver (claramente en esta banda TODOS ponen cara de poto ante cualquier wea que les pase por más mínima que sea).

- AY ES QUE NO VEO -gritó intentando sacarse el pelo de la cara.

Por esos milagros de la vida, de esos que solo ocurren una vez, Gackt pudo aferrarse al auto y hacerlo frenar usando sus superpoderes ocultos.

- ¡¿Que chucha pasó?! -exclamó Klaha ni que él no había sido el que frenó la marcha.

- ¡¿Están todos bien?! ¡Hemos frenado! -preguntaba Mana.

- ¡¿YA PERO Y GACKT?! -chillaba Kami todo histérico, aparte de que él siempre se preocupaba por todos.

- AQUÍ ESTOY POR LA CHUCHA -salió de la nada pero hizo tanto pero tanto esfuerzo que se desmayó y quedó ahí tirado.

Pasaron un par de horitas (muchas diría yo) para que Gackt despertara y fuera a hacer sus cosas como si nada.

- Bueno gente no hay que perder la calma -decía Gackt buscando una linterna entre las cosas del auto -, hay que aprender a sobrevivir incluso en las peores situaciones. Aunque -se rascaba la nuca al darse cuenta que la había cagado -... si me hubiese acordado de echarle pilas a la linterna creo que las cosas saldrían más fácil.

- ¿Alguien tiene señal? -cuestionó Yu-ki.

Todos sacaron sus celulares y oh, sorpresa, NADIE tenía señal.

- Chucha Gackt me está dando frío -Kami temblaba en su sitio.

- Y a mí sueño -Klaha bostezó.

- ¡Y a mí mucha rabia! -Mana estaba enrabiado -. Calmate Mana, cálmate, cuenta hasta cien mil. Uno...

- Son las nueve y deberíamos llegar máximo a las diez, ¿qué van a pensar MIS fanáticas si no aparezco? -dijo Közi jurándose figura.

- ¿Alguna solución, Gackt? -Yu-ki levantó una ceja cruzándose de brazos.

- ¡Hacer una fogata para combatir el frío! -dijo cargando leña que nadie sabe en que momento fue a buscar.

- ¡Aaaahhh no! ¡Yo no me pienso instalar acá! -protestaba Yu-ki.

Bueno al final igual todos los weones se sentaron al rededor del fuego y Kami vino con una de las guitarras de Mana (la cual obtuvo sin su permiso claro).

- ¡Ahora sí! Sin guitarreo no hay tocata
-comentó sentandose.

- ¡Vo tocai esa guitarra culia y te meto el mástil por la raja! -lo amenazó Közi, si había una wea que nadie debía de escuchar era a Kami tocando guitarra, créanme que todo menos eso.

Cagaos de miedo (MALICE MIZER, humor chileno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora