Capítulo 24

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68 días antes del desastre.
10 de Octubre.

Sacar a pasear a Dante, el cachorro de Husky que habia adoptado, era una manera de que ____ despejara la mente. Zoro le había dado la idea de que se llamara igual que el perro de la película de Coco, película que habían visto juntos en su casa la ultima vez que fue. Dante era un remolino andante en cuanto soltaba su correa, corría de un lado a otro y le encantaba jugar.

En realidad también era una excusa para poder salir de casa y ver a Zoro, después de todo quieren pasar tiempo juntos. Mientras el cachorro jugaba y conocía nuevos amigos ellos conversaban y pasaban tiempo de calidad. ____ mentiría si dijera que no queria recibirlo en casa pero pensaba en las miradas de los periodistas.

No solo los policías la habían estado acosando con respecto al tema de Neito sino también los periodistas. Estaban extrañados de que ella no estuviera afectada por ese reciente acontecimiento, o al menos no lo parecía.

La verdad era que ya no estaba tan dolida como antes. Se dió cuenta de que jamás amó a Neito como pareja. Está bien, en esos dos años que estuvieron casados se besaron, dijeron amarse y era verdad. Ellos se amaban pero más parecía amor de amigos o de familia. Estaba en deuda con él desde que la salvó en aquel accidente, pero no más.

Se había dado cuenta de que nada era como creía.

Por ello ahora podía disfrutar plenamente su relación con Zoro. Había sido una simple casualidad la que los había reunido y, aunque se sienta mal por la manera en que finalmente se volvieron pareja, no había razón para arrepentirse de algo.

-¿Como te ha ido estos días futura directora?- bromeó el peliverde cuando se sentaron en una banca cercana.

-Ajetreado, hay tantos papeles que creo que si fueran pañuelos podría hacer una soga y lanzarla desde el último piso.

-No seas exagerada, estoy seguro de que tarde o temprano todo el trabajo terminará.

-Ah.- suspiró.- No sabía que el director hacía tanto trabajo solo... Para colmo tengo que supervisar los diseños de la colección de invierno para fin de año, terminar los míos... Estoy cansada, quiero vacaciones.- recostó la cabeza en el hombro de Zoro.

-Cuando quieras te puedo dar un masaje, tengo buenas manos.

-¿En serio?

-Para tocar tu piel otra vez, con gusto.

-¡Zoro!- lo regañó.

Así estuvieron un buen rato, entre bromas y muestras de afecto. ____ se sentía como una adolescente enamorada y eso que ya estaba bastante grandecita.

-Hace tiempo que quería preguntarte pero ¿de que es la cicatriz que tienes en la cabeza?

-¿La que tengo en la frente?- Zoro asintió.- No es la única.- rió nerviosa.- ¿Puedo confiar en que no se lo contarás a nadie?

-Claro, sé guardar bien un secreto.

-Hace más o menos tres años tuve un accidente, uno muy feo de hecho ya que perdí la memoria.

-¿Estás amnésica?

-Algo así. He recordado varias cosas, a veces bastante insignificantes y otras que... no lo son tanto.- aclaró su garganta.- Por ejemplo, sé que el día del accidente iba a compañada de una amiga, recuerdo que su nombre era Ann. Alguien nos perseguía y fue por ello que rodamos por un acantilado.

Zoro escuchaba atentamente las palabras de ____, anotaba de manera mental todo aquello que fuera relevante. Luego tendría que informarle a Luffy sobre esto.

Mentiras [Zoro x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora