Capítulo 1

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10 de Marzo, 2020

En una fría tarde en alguna parte de Tokio, los ejecutivos más importantes de la actual organización criminal más peligrosa de Japón, Bonten, estaban reunidos. Todos estaban ahí para una sola cosa, eliminar a los traidores. Ya que Bonten odiaba a los traidores y a los espías, era por eso que el departamento de policía, sabía de sus sucios trucos, por los cuerpos casi irreconocibles de todas estas personas que decidieron meterse en su camino.

Se tomó una pastilla de dudosa procedencia para luego observar a las tres personas que se estaban cagando de miedo en estos momentos, hasta uno ya se orinó sobre sus pantalones, una situación bastante desagradable. Cansado de los lloriqueos de aquellas ratas se acercó a uno de ellos y lo silenció.

- shh, Mikey dirá tu sentencia - fue lo único que soltó para luego mirar hacia donde estaba el mencionado, quien se encontraba comiendo pesadamente un Taiyaki.

Tragó pesadamente lo que estaba comiendo, al escuchar su nombre, y soltó una vaga orden - Mátalos - El tono frío y desinteresado helo la sangre de los traidores, aquel Alfa podía dar miedo cuando se lo propone, al poco rato escuchó una serie de disparos, por lo que este simplemente cerró lo ojos con pesadez.

Mientras su mente vagaba, ignorando la masacre que tenía a tan solo unos metros de distancia ¿Qué día era? Se cuestionó a sí mismo, ignorando totalmente sobre de lo que estaban hablando los demás, se terminó su Taiyaki y se mantuvo observando el cielo gris. Han pasado 12 años desde que todo empezó, desde que se formó Kanto Manji para después pasar a llamarse Bonten ¿Qué estarán haciendo ellos?

- Mikey - al oír su nombre volteó a mirar al beta, Sanzu. Quien era quien lo había llamado - Según Takeomi han encontrado a alguien del exterior estaba metiendo sus narices en los asuntos de Bonten - explicó, ¿otra rata mas? Se preguntó así mismo, le hizo una señal para que lo hicieran pasar.

Al poco tiempo una Alfa hembra estaba siendo jalada por el mayor de los hermanos haitani, este la obligó a arrodillarse frente a ellos. Curioso, fue lo que soltó Kokonoi, ya que a diferencia de los de hace unos momentos ella no mostraba miedo o algo similar, más bien parecía querer retarlos con aquella mirada.

Kakucho observo como el único beta del grupo golpeaba a la mujer Alfa para que confesará - ¿Quién eres? Debes tener los suficientes ovarios como para querer meterte en nuestros asuntos - Sanzu le quitó la venda que le cubría la boca a la cautiva - Responde ahora mismo si no quieres perder uno que otro dedo -

La mujer observó el lugar con detenimiento para luego a cada uno de ellos, el sonido de un disparo cerca de su pierna solo le hizo fruncir el ceño - Tus amenazas son baratas, cariño - se burló la mujer, recibiendo como respuesta otro balazo pero esta vez en la pierna - ¡Mierda! ¡Hijo de–  el beta le agarró de los cabellos para que lo mirará directamente a la cara mientras le apuntaba con el arma en el cuello.

- Habla de una vez, pedazo de mierda, ¿Dime para quien trabajas? - presionó el arma caliente para que hablara, la boca del arma quemaba la piel de la mujer, ésta solo se limitó a gruñir.

- N-no es de su puto interés, pero preferiría seguirle la cola a un perro que ha ustedes, bola de imbéciles - Tuvo que apretar los dientes al sentir como el de cicatriz en la boca presionaba la herida de la bala de su pierna con su pie - Tsk. Trabajo por mi cuenta, animal. Era miembro del departamento de policías. -

- Lo que faltaba - rodó los ojos Sanzu - creímos haberles dicho a esos imbéciles sin cerebro que no se metieran a menos que no les importará sus vidas - Le continúo Kokonoi cansado, el Alpha de cabellos blancos suspiro pesadamente, tal vez, necesitaban un poco más de estímulos en su contrato o habrá cadáveres en las siguientes estaciones, pensó mirando a sus compañeros que se encontraban irritados.

La ruidosa risa de la mujer se escuchó en el lugar, en serio esta tipa desayunaba el peligro - jajaja perdón. L-lo siento, pero es que– se siguió riendo - S-se... jaja Se equivocan, no los investigaba a ustedes, ya el departamento les tiene el suficiente miedo hasta por el trasero. No me interesan ustedes. Ugh, estaba investigando a su querida competencia, ustedes simplemente estaban en medio de esto - se encogió de hombros, no le interesaba nada de lo que hacia aquella banda de criminales, ya tenían al departamento de cabeza como para querer estresarla de más.

- ¿Competencia? - cuestionó rindou apoyándose en uno de sus brazos mirando aquel pequeño espectáculo, se estaba divirtiendo de la poca paciencia que sanzu estaba teniendo con la chica.

La chica lo miró como si fuera lo más obvia del mundo - ¡Dah! Obvió, me refiero a los Black Dragons, al parecer tenían alguna clase de relación con ustedes por lo que no pude evitar investigar sobre eso. Jajaja es irónico, no pensé que serían los primeros en atraparme. Sobre todo considerando que llevo casi seis meses investigando sobre ellos, es demasiado tiempo, pero ustedes me atraparon en menos de una semana - la última oración era más para sí misma, ya que era verdad. Ni siquiera era sigilosa en su investigación. varios de sus compañeros le advirtieron que tuviera cuidado porque era algo desconocido y no querían que muriera tan joven. Miren donde estaba, de aquí no salía en una pieza.

La chica ignoró la atención que recibía de parte de algunos cuando mencionó el nombre de los Black Dragons. Esa pandilla había muerto hacía más de una década, y si hubiera algún movimiento de esta se habrían enterado de inmediato.

- Qué excusa más barata para salvarte el pellejo, ¿Planeas que escuchemos que estabas investigando sobre algo que no es más que leyenda ambigua ahora? - Sanzu volvió a apuntar el arma a la chica, está lo miró confundida. Si sabía que los Black Dragón tenían varias generaciones, osea ya eran antiguos. Pero ellos, ¿Acaso no estaban enterados? No la hagan reír, y fue capturada por ellos en dos días.

- Se ve que apenas se han enterado, jajaja no puedo creerlo ¿Ahora soy maestra de primaria? Por si no sabias cabeza de chicle en el bajo mundo se habla mucho de ellos los últimos cuatro años. Actualmente ya tienen controlado la mitad de Japón - soltó un bufido y se irritó más al recibir otro disparo en su pierna - ¡Hijo de tu perrisima madre! ¡Qué ustedes no se hayan enterado  de nada me importa una mierda! ¡Limpiense el culo! Esos tipo son sigilosos, son la sombra de Japón y están en todas partes. El líder solo es un lobo rodeado de dragones– El cuerpo de la joven cayó al suelo al recibir un disparo en la cabeza, todos voltearon a ver al Jefe de Bonten, que tenía el arma levantada, era quien había disparado.

- Vámonos - soltó mientras se levantaba de donde estaba sentado, nadie dijo nada. Después de todo que aquella chica había tocado un tema delicado para el jefe que ni ellos podían mencionar, ya se había condenado solita, pero todos tenían una duda - Quiero que vayan a investigar, y no me hablen hasta que hayan encontrado algo, onsea importante, quiero saber quién fue que revivió a los Black Dragons - la orden ha sido dada - Takeomi, rindou tengo otra tarea para ustedes -

Los mencionados simplemente siguieron a su jefe mientras los otros fueron a hacer lo ordenado. No querían ser el blanco para el mal humor del jefe, no eran masoquistas como Sanzu. Mientras tanto el albino como sus acompañantes subieron al carro que los llevaría de nuevo a la mansión en donde vivían, Takeomi se mantuvo en silencio mientras observaba la ciudad desde la ventana y Rindou se encontraba observando su teléfono buscaba algo, ambos esperaban las palabras del jefe.

- Quiero el reporte mensual - fue todo lo que le dijo, el Alpha más mayor asintió. Para cuando el auto se detuvo en el siguiente semáforo él se bajó dejando solo al albino con el de cabellos morados que se iba bajar en la siguiente cuadra.

Desde afuera Akashi prendió uno de sus cigarrillos, absorbiendo un poco, para luego soltar el humo. Vio al auto irse, así que el se fue por su cuenta, agarrando su celular para llamar a algunos de los espías para que cubrieran más terreno, primera parada, la tienda de mascotas.


El Dragón Sin oriente (El Dragón del Mar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora