capítulo cinco.

1.2K 187 2
                                    


Dionysus hace una "o" de sorpresa ante el documental de hienas que pasaban en la tele. Sonríe levemente cuando escucha como parece que ríen.

Que peculiares y únicos eran los animales.

Siente como a su lado, el sofá se hunde y da un vistazo a Izana. Sólo llevaba puesto su pantalón y no llevaba camiseta

Y la razón, era porque Dionysus la tenía puesta siendo esto lo único que estaba vistiendo –junto a sus bóxer– en ese momento.

— ¡Eh! ¿Por qué cambias? —Bufa al ver como Izana, sin compasión por su mirada ilusionada, cambia de canal

No responde lo que le hace inflar los mofletes, una sonrisa traviesa cruza por sus labios y se inclina un poco pretendiendo que se le cayó algo.

Izana lanza una mirada al trasero del peligris y suspira ignorándolo, aún más al escuchar un "auch" que Dionysus deja escapar, porque su plan de "conquista" término en fracaso cuando se cayó de cara al suelo.

— Estoy bien —Dice con sarcasmo ante la falta de empatia

Se levanta del suelo y esta por acercarse a Izana y acurrucarse junto a él cuando su teléfono suena. Lo saca de sus pantaloncillos y al ver que no lo tenia agendando arquea una ceja, aún así, contesta.

— Uh... ¿Bueno?

¡Dionysus–Kun! —Arquea una ceja ante la voz chillona al otro lado de la línea

— ¿Quién habla? —Se acerca a la cama de Izana y se acuesta sobre ella, con la intención de no hablar tan cerca de donde estaba el peliblanco para no molestarlo

¿Cómo que quién habla? —Escucha que bufa— no me digas que no me tienes agendada, Dionysus–Kun —De inmediato, puede saber que la chica al otro lado de la línea esta haciendo un berrinche

— Voy a colgar.

¡Soy Anna! —Dice rápidamente— ¡¿me recuerdas?! ¡tú prometida, Anna!

Dionysus hace una mueca

— Ex prometida —Corrige

¡Verás, Dionysus–Kun! —Pone los ojos en blanco cuando ve que esta siendo ignorado— ¡este domingo es mí cumpleaños, y me encantaría que vinieses a verme! ¡no es necesario un regalo, la presencia de mí lindo prometido es el mejor regalo!

— Pues felicidades con tú prometido. Yo al menos, no iré.

¡Dionysus–Kun! —Chilla nuevamente— ¡ven a verme, por favor! —Para ese momento, el peligris ya tenia los ojos cerrados y se agarraba del puente de su nariz— nuestros padres son muy amigos, no me gustaría molestar su amistad con esto ¿a ti si te gustaría?

— ¿Me estas chantajeando? —Dionysus bufa incrédulo

¡Claro que no, nunca le haría eso a mí prometido!

— Que somos ex prometidos —Gruñé

¿Entonces, cuento con tú presencia? —Dionysus rechina los dientes antes de asentir

— Bien —Sisea— cuenta conmigo.

No puede verla pero siente que escucha como la chica sonríe

Buena elección, Dionysus–Kun. Te mandare la dirección más tarde, amor

— ¿Cómo qué "amor"-? —Abre los ojos para ver la pantalla de su teléfono con incredulidad— que cabrona.

Dejando el teléfono sobre la cama, se encamina hacia Izana sentándose sobre su regazo. El rubio blanquecino seguro escuchó todo pero como siempre, ignoraba aquello

𝐄𝐅𝐈́𝐌𝐄𝐑𝐎 | Kurokawa IzanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora