Christmas In Homestead [Larry Stylinson]

2. Tradiciones

Styles

-Hola otra vez.

Dijo el castaño entrando al pequeño hotel cargando dos cajas con moños rojos y viéndolo con algo de diversión en su azul mirada al ver a Harry tan sorprendido por ese inesperado reencuentro.

-¿Otra vez? - cuestionó la niña, impresionada.

-Nos conocimos hace rato - respondió él arrugando la nariz tiernamente hacia la castaña con la cual tenía un parecido demasiado grande, seguramente era su hija - Me dio un autógrafo, Soph.

-¿Un autógrafo? ¿Dónde esta? Eso vale demasiado - dijo la pequeña parándose del sofá más que sorprendida y seguramente queriendo tener ese autógrafo en sus manos en ese instante porque era una gran fan obviamente.

Pero Harry no pudo pensar nada más y la pena lo invadió nuevamente al recordar su comportamiento un momento atrás, en la cafetería, donde le había pedido a un completo extraño una enorme orden de cupcakes y ni siquiera se había asegurado de que trabajara allí o que había anotado su pedido, simplemente había asumido que lo conocía y que no le diría nada porque era su fan.

-Entonces - llamó la atención del chico castaño que regresó su mirada nuevamente hacia el rizado, quien se apenó un poco más - No trabajas en...

-No - lo interrumpió él con una sonrisa apretada que daba algo de ternura - Trabajo aquí... es mi hotel y de mi hermana, Nath.

Señaló con la barbilla a una chica de cabello castaño que estaba recargada en el umbral de la recepción y que no sabía en qué momento había llegado y los veía entretenida.

-Que pena por lo de hace rato, discúlpame - fue lo único que pudo decir el rizado, pero el castaño solo se rio, alivianando un poco la tensión del lugar.

Tenía una risa bonita.

-No te preocupes, ya hasta pasé tu orden a la dueña.

-Muchas gracias, en serio y perdón de nuevo.

-Ya pasó - respondió él, poniendo las cajas en el escritorio y le tendió una mano - Soy Louis y ella es mi hija Sophie y mi hermana Nath.

-Un gusto - dijo la castaña igualmente tendiéndole la mano, la cual él estrechó casi al instante.

-Hola, soy Harry.

-¿Y ellos quienes son? - cuestionó la pequeña niña a su lado con curiosidad a sus dos acompañantes, y él solo sonrió levemente para después volver a hablar.

-Mi asistente, Rosalie y mi guarda espaldas, Kevin.

-Un gusto conocerlos a todos - habló el castaño estrechando manos con todos los presentes y una leve sonrisa escapando de sus labios.

-Su hotel está muy bonito.

Comentó Harry admirando nuevamente el lugar y queriendo ya no ser el malo de esa historia al haberse comportado de una forma tan típica, y algo molesta, de las celebridades, él no quería ser para nada molesto, al menos no en ese acogedor pueblito al que apenas había llegado esa extraña mañana.

-Muchas gracias, nos esforzamos mucho para mantenerlo así.

-Se ve.

-Nath tiene los papeles para su check-in y las llaves de sus cuartos - les dijo el castaño y su hermana les enseñó las hojas que decía.

Rosalie empezó a llenar los papeles rápidamente recargada en el escritorio de la recepción igualmente decorado con guirnaldas y esferas en lo que Louis volvía a hablar.

-Y si necesitan algo, no duden en pedírmelo.

-Gracias, lo tendremos en cuenta - contestó su asistente y el castaño asintió y se habría ido de esa agradable recepción con las cajas en mano si Harry no hubiera salido de su estado de shock y pena que aun tenía y hubiera hablado.