Capítulo 4

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zuku le conto a Tsuyu como mientras había ido a comer con Kirishima se había encontrado a Bakugou con una chica besándose y el regreso a su departamento con Kirishima, que este se había quedado con el hasta que ella llego y que le agradecía el a verle avisado, por su parte Tsuyu lo escucho hasta que todo parecido estar más tranquilo y entonces su amiga comenzó a decir sus especulaciones.

-te dije que Bakugou era un tonto, bueno, ya lo has visto tú mismo.

-supongo que ni debería llorar – una pequeña lagrima se deslizaba por su mejilla – me duele Tsuyu-chan… pensé que en unos días cambiaria de idea y podríamos arreglar las cosas, pero ahora… - Izuku miraba la taza de té en sus manos.

-y que aras?... abortar no es una opción para ti, ¿verdad? – la pregunta solo era para confirmar lo que ambos salían.

-no, no Tsu-chan, es mi bebé… pase lo que pase es mi hijo – Izuku llevo una de sus manos a su plano vientre – yo estaré siempre para mi bebé… seremos solo nosotros dos – una sonrisa triste se quedó en sus labios, el sabor agridulce de las palabras estaba instado en su garganta.

-Izu-chan… que hay de Kirishima-san? – el doncel miro extraño a la chica, ladeo la cabeza sin entender a que se refería su amiga.

-a que te refieres? Kiri-kun es mi amigo, no entiendo?

-no, yo no entiendo como no te das cuenta que le gustas a Kirishima-san?

E Izuku casi se ahora con su té ante las palabras de su amiga – Tsuyu-chan eso no… no digas esas cosas... yo no… - no sabía cómo explicarle a su amiga que aquello eran solo imaginaciones suyas – kiri-kun es un caballero con todo mundo, a la señora Chiyo siempre le ayuda con sus bolsas del mandado.

-ay! Izu-chan, como no te das cuenta?... a Kirishima-san le gustas, es demasiado obvio como gira entorno a ti… no viste como te miraba hoy cuando paso por ti? Es muy lindo ver como parecen no darse cuenta – aquellas palabras hicieron sonrojar al doncel que prefirió dejar la taza de té en la mesa.

- creo que estas exagerando… yo no podría gustarle… no ahora… yo… - la mano de Izuku acariciaba su vientre – además ahora no tengo tiempo de pensar en eso… lo primero es mi bebé, aun no se lo digo a mi padre – aquello no sea una dulce noticia para su padre de quien siempre fue su adoración y ahora le daría la noticia de estar embarazado y solo. Durante un rato ambos se quedaron pensando en que podría hacer el doncel para decirle a su padre la noticia pues aún faltaban unos meses para las vacaciones.

Kirishima daba vueltas en su departamento, apenas había cerrado la puerta cuando la ira de la tarde volvió a él, recordar como el exnovio del doncel se paseaba como si nada con otra chica le había cableado al grado de casi salir y confrontarlo, si Izuku no le hubiera pedido volver a su departamento lo hubiera hecho y seguro ahora estaría pasando la noche en una celda, inhalaba y exhalaba tratando de calmarse para no hacer una locura, ya había dado treinta vueltas a la sala pero ni eso parecía calmarle por lo que al final fue a su habitación por su bolsa del gimnasio y salió de su departamento, tal vez golpear el saco un rato le calmaría. Tomo el camino largo para calentar, mientras miraba como oscurecía la tarda casi terminaba y había poca gente en las calles, cuando llego al gimnasio fue directo a los sacos de boxeo, necesitaba sacar la ira que tenía hacia el poco hombre de Bakugou. Estuvo golpeando el saco de boxeo por casi una hora hasta que escucho la voz de su hermana tras él.

-ves Zero, te dije que estaría aquí – mina le miraba con las manos en la cintura mientras Zero tenía dos botellas de agua en las manos.

-viejo, si sigues así ese saco quedara deshecho – el pelinegro dejo las botellas junto a las bolsas que estaban recargadas en el pilar cercano.

Amar nuevamente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora