Capítulo 5

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Durante el resto del mes Izuku se hizo a la idea de que Bakugou no lo buscaría para arreglar las cosas con él, había llorado las primeras noches tratando de mantenerse fuerte ante lo que ahora sabia enfrentaría solo, o eso había sido hasta que Tsuyu le volvió a repetir que no lo estaba y que tenia amigos con el que le querían y con quienes contaba, aquellas palabras parecieron quedarse por fin en él y para el fin del mes la música alegre que solía poner para realizar la limpieza de su departamento volvió a escucharse, los ánimos volvieron a él tratando de no perderse entre el recuerdo de lo que había pasado y tratando de solo enfocarse en su embarazo y su trabajo, por ahora era lo mejor que podía hacer, eso e ignorar los comentarios de Tsuyu quien le seguía diciendo que le gustaba a Kirishima a lo que Izuku negaba.
Mientras él se distraía poniendo orden y deshaciéndose de todo lo que tuviera la palabra Bakugou escrita en ello, en el departamento de en frente el varón pelirrojo peleaba por impedir que su hermana llamara a su lindo vecino para invitarle a desayunar, y no porque no quisiera verle, pero su condición en ese momento no era la mejor.
-por decima vez, explícame ¿Por qué no debo invitarlo? ¡Por dios! ¡Tú quieres que venga! – Mina trataba de alejar su móvil de las manos de su hermano.
- ¡si quiero! ¡Pero no quiero que me vea así! – y entonces el varón señalo su mejilla amoratada por un golpe que había recibido un día antes, pues se había vuelto a encontrar con Bakugou en el gimnasio y esta vez no hubo nadie que los detuviera de tener la pelea que habían dejado pendiente y de la cual, por lo que Mina escucho de su novio, Bakugou se había llevado la peor parte: el labio roto, la cara molida a golpes y el tabique de la nariz roto; si, Kirishima no había perdido oportunidad de desquitar las ganas que tenia de ponerlo en su lugar.
- ¡bien! Pero al menos son heridas de guerra… una que tu ganaste – la pelirosa volvía a intentar marcar en número de su vecino nuevamente aprovechando la distracción de su hermano.
- ¿que? ¡No! ¡no he ganado nada!... ¡ah! ¡Dame eso! – el pelirrojo volvía a intentar quitarle el móvil a su hermana, sentía morir de vergüenza si Izuku se enteraba que se había peleado, peor si sabía que había sido con su exnovio y la razon de ello – entiendes que si Izu-chan se entera se sentirá culpable ¿verdad? – y solo entonces su hermana le miro con algo de reproche.
-mira Eijirou… no pienso decirle a Izuku-chan el motivo de tu desgracia y aunque me alegro que hayas saldado cuentas con ese idiota eres mi hermano y no pienso traicionarte… pero, no es nada que un poco de maquillaje no pueda arreglar – la sonrisa divertida de su hermana escapo de sus labios – eso, o decirle que una pera te golpeo – y la risa escapo de los labios de su hermana.
-que risa ja ja… muy chistosa Mina – Kirishima se cruzo de brazos mirando como su hermana se dejaba caer en el sillón mientras se burlaba de él nuevamente – sabes, deberías sentir algo de lastima por tu hermano mayor.
Ella le miro para luego sonreír abiertamente – oh si, tengo lastima de mi hermano… porque no puede ser sincero y decirle al lindo doncel que le gusta que le acepte una salida… por eso tengo lastima de tu situación – aquello había sido un golpe bajo, su hermana lo sabia bien y el solo podía mirarla con cierta molestia y hacerse el ofendido – en serio Eiji… el tiempo corre, y si no haces algo Izuku-chan nunca te tomara en serio – Kirishima suspiro y evito la mirada de su hermana, ella podía tener razon pero, no era fácil decirle ahora que le gustaba, no cuando el lindo Izuku pasaba por una desilusión mas que dolorosa.
-lo pensare… pero ahora no es el momento… no llames a Izu-chan... no tengo cara para verle así – al final era preferible dejar a su hermana y volver a su habitación a terminar su trabajo, el fin de semana no significaba un descanso para él.
Al final del día había conseguido terminar los planes de estudio para la siguiente semana y hacerse un espacio para ver una de las tantas peliculas pendientes que siempre postergaba por algún motivo, estaba por llegar a la parte interesante de la película cuando la risa de  su hermana y otra más melodiosa que reconocería donde fuera lo hizo poner su atención en lo que pasaba fuera de su habitación, bajo el volumen de su computadora para poner escucharles y efectivamente la otra voz pertenecía a Izuku, el tierno Izuku estaba en su departamento hablando con su hermana. Se pego a la puerta tratando de escuchar la conversación
-entonces Eiji se subió al árbol para bajar al gatito… pero el gatito salto de la rama - la risa de su hermana se escuchó con fuerza – y Eiji se quedo aferrado a la rama y ya no pudo bajar – y con aquello se escuchó la risilla de Izuku, si, su hermana estaba contándole los momentos vergonzosos de su infancia.
- ¡Mina! ¡No te rías!… Eiji… Kiri-kun trataba de ayudar – ¡oh! Aquello había sido lo mas tierno que le había escuchado, Izuku le había llamado por su nombre.
- ¡le dijiste Eiji!  ¡Oh! Dios, eres tan tierno diciéndole por su nombre – la voz chillona de Mina se escuchaba mas fuerte y con eso el varón termino por ceder y salir de su habitación, camino lentamente hasta el comedor donde Izuku y mina estaban y al parecer llevaban rato ahí.
-mina, deja de contar mis vergüenzas a Izu-chan – el varón no había reparado en su aspecto, sus cabellos despeinados y la ropa de andar en casa, sin contar el moretón de la mejilla que aun era visible y el cual fue notado por el doncel en cuanto le miro.
- ¡Eiji! – la preocupación en la voz de Izuku era notoria, se levanto de la mesa rápidamente tomando entre sus manos el rostro del varón – ¿qué te paso? ¿Te duele? – Eijirou lo escuchaba algo sorprendido, era la primera vez que Izuku lo llamaba por su nombre y aquello le había encantado.
-una pera, eso paso – Mina los miraba conteniendo la risilla, aquella escena era de lo más linda – le dio en la mejilla y pues ni que hacer… lo bueno es que Eiji la golpeo más – la mirada del varón le decía que no siguiera, y ella solo se encogió de hombros.
-estoy bien Izu-chan, solo es un pequeño golpe – Eijirou tomo las manos de Izuku entre las suyas, eran tan calidad que no quería soltarlas.
-pero… bueno, debes tener cuidado… Eiji… - y entonces Izuku se sonrojo al darse cuenta que estaba llamando al varón por su nombre, nunca lo había hecho, no directamente, su cara estaba toda roja y trato de jalar sus manos para cubrir su rostro, pero las manos del varón se lo impidieron – yo… yo…
-Izu-chan – la voz de Eijirou era calmada – sigue llamándome así… solo Eiji – el varón se estaba dejando llevar por los sentimientos que tenia por el doncel, le miraba con tanta ternura que sentía que en cualquier momento el menor se daría cuenta.
Izuku lo miro con algo de duda, pero al escucharlo la sonrisa escapo de sus labios, que el varón le dejara llamarle por su nombre era algo que nunca había hecho, pero que le gustaría hacer siempre – si… - la respuesta de Izuku salió en un susurro que solo quedo entre ellos, mientras Mina solo los miraba conteniendo las ganas de decir cualquier cosa que arruinara el momento, pero pasados unos minutos no pudo contener las ganas y termino llamándoles.
-bueno… desaparecerá en unos días… pero ahora deberíamos cenar, ya es muy tarde y el fin de semana se termina – la pelirosa se levanto de la mesa para buscar en la cocina los platos para servir la cena, mientras Eijirou e Izuku se distanciaban un poco uno del otro, habían perdido la noción de lo que pasaba y ahora ambos se sentían apenados, el sonrojo en sus mejillas era mas que notorio.
-ayudare a Mina-chan – Izuku entro a la cocina mientras Eijirou se disponía a acomodar las cosas que faltaban en la mesa, cuando la pelirosa y el doncel salieron llevaban los platos de la cena para los tres, sin mas se sentaron a cenar mientras platicaban sobre lo que habían hecho en la semana, claro omitiendo el encuentro entre Eijirou y Bakugou. Izuku les conto que iría a la segunda revisión médica el próximo fin de semana y Mina aprovecho para comprometer al varón para acompañar a Izuku y que no fuera solo, lo cual el doncel agradeció ajeno al debate emocional que el pelirrojo tenía. Cuando Izuku volvió a su departamento después de la cena Eijirou fulmino con la mirada a su hermana quien solo soltaba risillas divertidas.
-Mina, me has hecho una…
-oh! Vamos, estas muerto de emoción por ir… además, Izuku acepto con gusto y estas son las oportunidades que debes aprovechar – la pelirosa se cruzó de brazos mirándole seriamente – 7 meses se irán rápido – y con aquello se volvió a la cocina para terminar de guardas los trastos utilizados mientras el varón se debatía entre seguir el consejo de su hermana o seguir yendo con pies de plomo lo cual no lo estaba llevando a nada, al final se rindió y volvió a su habitación para tratar de dormir a una buena hora.
En su departamento Izuku terminaba de acomodar sus materiales para las clases de la semana cuando una llamada de su amiga Tsuyu entro a su teléfono, puso la llamada en altavoz mientras terminaba de arreglar la mochila.
-Izu-chan, ¿estás en casa? – la voz cantarina de su amiga delataba su felicidad.
-si… ¿a qué se debe tu alegría?
- ¡oh! Mi madre ha hecho tarta, pero ese no es el motivo… quería preguntarte, ¿si has pensado lo que te dije sobre Kirishima-san? – Izuku miro el teléfono extrañado como si su amiga pudiera ver si reacción.
- Tsu-chan, ya te he dicho que no es posible que yo… que le guste a Eiji – tarde fue cuando Izuku se dio cuenta de lo que había dicho.
-y lo has llamado por su nombre… eso es nuevo, ¿qué ha pasado que no me has contado? – claro, ella era demasiado perspicaz para no darse cuenta e Izuku suspiro resignado a contarle.
-cenamos en su departamento hoy… estaba su hermana, así que no pienses cosas que no son… Tsu-chan él es solo mi amigo… además… - sus manos fueron a dar a su vientre plano – yo no podría volver a… salir con alguien ahora… la relación que tenia con… ya sabes, no tiene mucho que termino y, además, estoy embarazado… y no es como si a Eiji… a Kiri-kun le guste – e Izuku seguía negándose a escuchar los comentarios de su amiga.
- ¡ay! Izu-chan, no estas viendo lo que los demás vemos… a Kirishima-san le gustas… desde que te conoce le has gustado y puedo apostar sobre eso… pero tu salías con el mal hablado de… ya sabemos, y ahora parece que sus intenciones no han cambiado… Izu-chan, solo digo que no porque vayas a tener un bebé ya no puedas salir con alguien más – la seriedad con la que Tsuyu se lo decía parecía tenerlo pensativo, eso y que durante la ultima semana su amiga había insistido aún más en el tema.
- Tsu-chan, ahora no creo que sea momento de pensar en buscar a alguien más… -suspiro tratando de mantener la calma – por ahora es mejor mantener los pies en la tierra… y hablando de tierra, mañana te llevare las semillas para tu proyecto de jardinería.
- gracias Izu-chan, bueno nos veremos mañana – ambos se despidieron y una vez que Izuku colgó miro la ventana de su habitación, tenia tantas cosas en la cabeza y aunque el tema de su exnovio ya no estaba en su mente, el ajuste de sus gastos y lo que necesitaba para la llegada de su bebé era su prioridad ahora. Dejo su mochila ya lista y se dispuso a dormir, al día siguiente debía trabajar, no quería seguir pensando en las locas ocurrencias de su amiga, porque era imposible que Eijirou se hubiera fijado en él, porque ahora estaba embarazado, porque era Izuku y solo eso.

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