Aún es posible.

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Bimbo entró al sótano de la fábrica con la esperanza de encontrar la Máquina Transformadora; la cual, le dio la vida a él y a sus amigos, a los Hip-Hop y también a muchos otros personajes por muchos años. Solo que la estaba buscando para hacer cumplir su único deseo en la vida.

—Debe estar por aquí la información de la máquina. ¿Cuáles serán sus especificaciones? —pensó Bimbo en voz alta mientras inspeccionaba el tablero de control de esta.

La Máquina Transformadora constaba de un tablero de control de aproximadamente 180x65x135 centímetros, con distintos botones y luces propias de una máquina de mediados de los años 40; en la esquina superior derecha del tablero se encontraba una ranura por la que se introducían las imágenes que se convertirían en seres vivos; abarcando desde el formato A2 hasta el formato A6; incluía también una palanca de un metro de alto del lado izquierdo y una enorme cabina cilíndrica del lado derecho hecha con placas de metal remachadas, con dos puertas deslizables al frente. Esta máquina constaba con depósitos para determinadas sustancias o elementos que serían de utilidad para la creación/concepción de los nuevos seres, entre ellos, el cieno básico; también estaba conectada a la corriente eléctrica y a las instalaciones de agua y gas.

Luego de buscar por quince minutos, Bimbo finalmente dio con una placa en la parte inferior izquierda del tablero, cerca de la base de la palanca. Dicha placa estaba escrita en inglés ya que esta máquina, junto con la primera maquinaria de la panificadora, fue fabricada en Estados Unidos y posteriormente traída a México por encargo de Alfonso Velasco a través de correspondencia.

El señor Velasco, quien entre los años 1944 y 1945 se había instalado en un pequeño cuarto en la casa de Lorenzo Servitje mientras este redactaba la planeación del negocio y estudiaba el mercado para iniciar operaciones con éxito y certeza, escribía cartas a Estados Unidos pidiendo precios de maquinaria y analizando las opciones posibles. Por la guerra que había en esos años, el gobierno norteamericano prohibió la fabricación de maquinaria para la industria privada, volcando el interés nacional en satisfacer las demandas de la contienda bélica. En aquellas condiciones, había que esperar.

Hasta mayo de 1945 se logró que algunas empresas norteamericanas aceptaran recibir los pedidos para comenzar a fabricar la maquinaria. Todos prometieron entregar las máquinas con prontitud, pero era incierto si lograrían llegar a tiempo. En septiembre arribó un reposador y el resto de la maquinaria fue llegando paulatinamente. Un mes antes de inaugurar la planta, en noviembre de 1945, el señor Velasco recibió la totalidad de la maquinaria, con la Transformadora incluída. Cabe recalcar que esta máquina fue solicitada por el padre del Osito Bimbo a manera de ejemplo para demostrar a los demás socios fundadores cómo era el proceso de solicitud de maquinaria, equipos y herramientas desde la Unión Americana; no esperaba que llegase junto con lo demás. A pesar de ello, el señor Velasco decidió conservar la máquina e instalarla en el sótano. Luego de leer las instrucciones de uso y asegurar que fue instalada correctamente la probó por vez primera con el dibujo del osito. El resultado fue satisfactorio, había nacido el personaje que, posteriormente, adoptaría como su hijo. El osito gozaba de buena salud, tenía las habilidades suficientes para socializar, aprender y subsistir como le fuera posible. Además de que siempre se conservó como un niño de ocho años de edad, nunca creció ni envejeció. Este fenomeno sigue sin explicación hasta nuestros días.

Una vez anotada la información de la máquina, Bimbo se dirigió entonces hacia la salida para ir a casa, no sin antes percatarse de que esta máquina tenía fugas en los depósitos de elementos y cieno básico, así como en las mangueras que llevaban estos elementos a la cabina central. Estos desperfectos serían la explicación del comportamiento de los Hip-Hop y, al mismo tiempo, la excusa perfecta para solicitar un cambio por una máquina nueva.

El Caso BimboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora