Futbolito. Parte 2.

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Dos días pasaron del anterior partido y nuestros amigos se verían en el parque para la segunda ronda con la que comenzarían las eliminatorias. Iban llegando poco a poco. Los primeros en llegar fueron los Panditas, tenían que esperar a los demas. Mientras tanto estaban platicando:

—Sí crees que pasemos a la siguiente ronda? —preguntó el Pandita Rojo.

—Claro que sí —respondió el Pandita Amarillo—, nos fue muy bien antier.

—Oigan, ahí viene Bimbo —dijo el Pandita Azul a sus hermanos.

—Hola, chicos —saludó el osito—. ¿Cómo están? ¿No me tardé en llegar?

—Hola. No, Bimbo —le respondió el Pandita Azul—. ¿Tú cómo estás?

—Bien también, gracias a Dios. Veo que traen otro balón.

—Sí, era por sí acaso no venías o si algo le pasara a tu balón —agregó el Pandita Rojo muy inocente. Sus hermanos quedaron perplejos por esa respuesta.

—No te preocupes, si pude venir. ¿Por qué no vendría?

—Bueno, es que anteayer no quisiste ir a comer con nosotros y te fuiste muy rápido —seguía respondiendo el Rojo—. Pensé que estarías ocupado con algo más importante.

—No, Pandita. No pasa nada. Es que era tarde y había que descansar. Además... ehm...

—¿Todo está bien, Bimbo? —preguntó el Pandita Amarillo.

—Sí, sí. No hay nada de qué preocuparse.

—¿Estás seguro?

—Sí, de veras. Voy a estar en el partido con ustedes sin contratiempos.

En eso iban llegando los Gansitos. Ellos temían que Bimbo no se presentará hoy, pero fue grande su alivio al verlo con los Panditas. El Pandita Azul fue a saludarlos:

—Hola, chicos, ¿cómo están?

—Bien, Pandita, gracias —contestó 70's—. ¿Tú cómo estás, Bimbo?

El osito se dio la vuelta para saludar a sus amigos ya que les daba la espalda.

—Bien, bien, gracias. ¿Y tú?

—Igual bien —dijo 70's— ¿estás listo para el juego de hoy?

—Desde luego, ya ves que soy el que trae el balón. Pero podemos está vez usar el balón de los Panditas. ¿No hay ningún problema?

—No, ninguno —respondió el Azul.

—¡Perfecto! —exclamó 90's—. Ahora solo hay que esperar a que lleguen los Pingüinos.

—Estamos aquí atrás —respondió súbitamente el Pingüino número uno. 90's saltó del susto.

—¡No hagas eso! ¡Me asustaste! —exclamó 90's—. ¿Cuánto tiempo llevaban ahí?

—No teníamos ni 30 segundos de llegar —respondió el Pingüino número dos—. ¿Nos tardamos?

—No, llegaron a muy buena hora —declaró el Pandita Amarillo. Los organizadores del torneo y los demás equipos fueron llegando en el transcurso de media hora. Se registraron nuevamente y se acomodaron los equipos de forma que no hayan jugado anteriormente. Esta vez acudió más gente para presenciar el juego, pero, por suerte, 50's, 60's, 80's y el Pingüino número dos alcanzaron un lugar en las tribunas.

Los cuatro equipos se registraron y nuestros amigos ya se encontraban listos para jugar. Serían ellos los primeros en pasar junto con otro equipo que jugó al ultimo en la ronda pasada. El partido empezó casi de inmediato y nuestros amigos jugaron de acuerdo a como entrenaron. Sin embargo, a los tres minutos el equipo contrario les anotó un gol. Este equipo estaba confirmado por siete chicos de entre once y trece años (la edad aparente de los Hip-Hop) por lo que tenían la suficiente experiencia y condición física para jugar mejor que nuestros amigos. Hasta pasados quince minutos volvieron a anotar otro gol contra nuestros amigos. Al llegar el medio tiempo, los equipos planeaban su próxima táctica.

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⏰ Última actualización: Sep 25 ⏰

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