❛❛one shots❜❜ ━━ wizarding world.

4. ROOMIES, charlie weasley.

Leah amaba a los dragones, al igual que Charlie. Aunque no se conocieron como la mayoría, ellos no se odiaron desde el primer momento, tampoco se agradaron al instante. A decir verdad, ni siquiera se hablaban, aún estando en el mismo curso y en la misma casa, ambos siempre estaban metidos en sus asuntos, eran algo solitarios, a pesar de que ambos tenían hermanos menores.

El último curso de Leah había sido el primero de su hermano menor, Adrian. Con quien no hablaba, pues había sido expulsada de su familia, por no estar en Slytherin como sus padres y hermano.

Ya ni siquiera le importaba eso, había sido recibida desde su primer año, durante las vacaciones de invierno y verano, por Aberfoth Dumbledore, en Cabeza de Puerco. Al terminar su último año en Hogwarts, siguió ayudando a Aberforth en el bar.

El hombre le tenía un gran aprecio a la muchacha, la trataba como su hija y le había dado su apellido al momento de adoptarla cuando ella cursaba su tercer año, ya no era Leah Pucey, era Leah Dumbledore.

—Albus envió una carta para ti, Leah. —le dijo Aberforth a la muchacha de 18 años, eran las vacaciones de navidad en el último año de ella.

Leah tomó la carta.

—Gracias, papá. —musitó la castaña, recibiendo un asentimiento del hombre— Quiere que vaya a verlo, dice que tiene que hablar conmigo.

—Entonces ve ahora, el bar no está lleno, niña.

—¿Seguro? —el Dumbledore asintió— Está bien, regresaré en un rato.

Leah se despidió y abrigó antes de salir de aquel viejo bar, caminó por Hogsmeade saludando a varios de los locatarios del pueblo cercano a Hogwarts. Entró al castillo y se topó con Severus Snape y a Minerva McGonagall, su jefa de casa; los saludó amablemente y siguió hasta la oficina de su director.

Al momento de que entró, se percató de la presencia del director mirando a su fénix.

—Leah.

—Hola. —saludó a su "tío".

—Sé que estás por terminar tu último año —ella asintió— Tengo un viejo amigo, Newt Scamander, sé que lo conoces, trabaja con criaturas mágicas, las cuida, estudia y protege en una reserva mágica, y tengo otro que trabaja con dragones en el Santuario de Rumania. —decía el mayor—Están interesados en que alguien como tú, trabaje con ellos, si tú quieres puedes ir a cualquier lugar que decidas, solo era para informarte que te han llegado dos invitaciones ¿Qué dices?

Lean abrió los ojos como platos sin creer lo que el hombre frente a ella le decía.

¿Newt Scamander, su gran ídolo, interesado en trabajar con ella?
¿O trabajar con sus criaturas favoritas en Rumania?

—Yo, sí acepto. —dijo Leal muy emocionada— Aunque la oferta del señor Scamander es realmente interesante, pero quisiera ir al Santuario de Dragones.

—Sabía que lo dirías. Mi hermano Aberforth tomó una gran decisión al adoptarte.

Ella sonrió, charló un rato más con el director y salió del castillo en dirección a Cabeza de Puerco.

[...]

Leah había llegado a Rumania, luego de una larga y triste despedida con Aberforth, quien llegó a soltar un par de lágrimas, menos que Leah.

Fue recogida en el aeropuerto muggle de Rumania por un hombre empleado del santuario, él la llevó hasta el bello lugar. Leah se instaló en una cabaña que le habían otorgado, le dieron su horario de trabajo y algunas reglas que debía seguir.

La cabaña era grande tres habitaciones, una de ellas con un baño personal, supuso que era la principal, había una sala, comedor y cocina. El pórtico de la casa tenía un columpio afuera. El piso y las paredes echas con madera, lo que le daba un aspecto cálido y hogareño.