❛❛one shots❜❜ ━━ wizarding world.

1. EXTRAÑO, fred weasley.

Alyssa estaba sentada en el suelo del baño, sorprendida. Estaba casada con nada más y nada menos que Fred Weasley desde hace tres años ya, y ahora, ella llevaba en su vientre a un pequeño o pequeña bebé, fruto del amor entre ella y Fred Weasley.

En sus labios una gran sonrisa se formó, pero pronto la borró, sintiendo que sus lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, tenía la prueba de que sería madre en sus manos. Debía estar feliz porque era positiva ¿no?

Tener hijos y vivir en una linda casa a lado de alguien que la amara había sido el sueño de Alyssa desde los seis años y ahora se había cumplido. Pero ahora se preguntaba si era el momento correcto.

Hace semanas que la rubia notaba a Fred distante, llegaba tarde del trabajo y no pasaba tiempo con Alyssa como el que solía pasar antes.

¡Claro que es el momento correcto, Alyssa! Fred solo está estresado, deja de idear cosas, se regañó a sí misma.

Llevaba un feliz matrimonio con uno de los dueños de la tienda de bromas más grande del mundo, Fred Weasley. Su primer año lo disfrutaron como los recién casados que eran, lleno de amor, pasión y cariño. En su segundo año quisieron ampliar su familia con alguna pequeña cabellera pelirroja o rubia corriendo por la casa, intentaron que ella quedara embarazada por varios meses, a toda hora y en todo lugar de su casa, habían dejado de cuidarse, pero no había resultado.

Alyssa salió del baño, guardó la prueba de embarazo en una pequeña caja debajo de su cama. Se apareció frente a la tienda de su esposo y cuñado.

—Hola Aly.

—Hola George, hola Angie. —saludó a la pareja— ¿Y Freddie?

—Fue a traer comida para ambos, trabajaremos unas horas más. —dijo George, recibiendo un asentimiento de Alyssa— ¿Qué te trae por aquí?

—Vine a preguntarle a Fred si vendría a cenar a casa, supongo que no.

—¿Qué haces aquí, Alyssa? —preguntaron a sus espaldas, era su esposo.

—Solo vine a verte, cielo. —dijo dándole un beso en los labios.

Hasta en eso estaba distante, pensó Alyssa.

—Debo trabajar. —Alyssa suspiró ante lo dicho por su marido.

—Entonces, me voy. Te espero a cenar en casa ¿si? —preguntó con una sonrisa emocionada, Fred asintió en un sonido.

Angelina reconoció la sonrisa de su mejor amiga.

—Iré un rato con Alyssa, Georgie.

[...]

—¡Oh por Dios! Felicitaciones, Aly. —la morena abrazó a su amiga cuando esta le contó la noticia en la cocina de su casa— Serás una gran madre.

—Eso creo, pienso decirle hoy la noticia a Freddie.

—Ya casi llega, mejor me voy, si quedan sobras de tu rica pasta son mías. —bromeó Angelina, haciéndola reír.

Alyssa era dueña de un pequeño y famoso restaurante en el Callejón Diagon, tenía personal calificado para trabajar mientras ella no estaba. Sin embargo, era ella la que cocinaba realmente delicioso.

—Puedes quedarte si eso quieres.

—No, disfruta tu noche, amiga. —dijo la Johnson dándole un beso en la mejilla— Hablamos mañana.

Luego de que su amiga se fuera por la red flu, Alyssa subió a darse un baño rápido y cambiarse con un lindo vestido color rojo y unos tacones a juego, se maquilló y bajó nuevamente al comedor con la caja donde había guardado la prueba en sus manos. Faltaban 5 minutos para que fueran las 7 p.m. y Fred llegara, encendió algunas velas y sirvió la comida. Se sentó en la silla, esperando con una gran sonrisa.