1.2. ÚLTIMA VEZ, fred weasley.

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—Solo firma los papeles. —exigió Alyssa en la oficina de Sortilegios Weasley.

—No lo haré, Lys. —dijo Fred mientras sentía sus ojos picar— Te amo y no quiero divorciarme de ti.

Habían pasado tres meses desde que Alyssa había salido del hospital, dejó de vivir en la casa que compartía con Fred y regresó a casa de su madre. La joven mujer había enviado los papeles del divorcio al pelirrojo, quería alejarse lo más pronto del pelirrojo al que lamentablemente, aún amaba inmensamente.

—Eso lo hubieras pensado hace meses, ahora firma. —dijo con la voz entrecortada, lloraba todas las noches.

Por Fred y por su bebé.

Todo estaba siendo demasiado duro para Alyssa, igual para Fred. Pues también lloraba por las noches, repitiéndose lo culpable que era, había decidido despedir a Verity, pero prefirió enviarla a otra sucursal de la tienda, pues según su hermano gemelo, la chica era muy buena en su empleo, independientemente de lo sucedido, no tenían razones para despedirla.

George a pesar de estar muy molesto con su gemelo como el resto de su familia, había obligado a Fred a vivir de nuevo en el departamento encima de Sortilegios Weasley, pues temía enormemente porque su gemelo intentara algo en contra de su vida.

Y ahora, se encontraba frente a Alyssa, en la sala del departamento de los gemelos.

—Fred ¡por todos los cielos! Solo firma el divorcio. —exclamó bajando la cabeza— Ya no quiero que duela.

Estaba cansada de repetir las mismas discusiones con el pelirrojo acerca del divorcio, ni siquiera quería hacerlo, no quería, pero creía que era lo correcto dada las circunstancias por las que habían pasado, Fred y Alyssa.

El amor no debe doler. —sollozó dejándose abrazar por el Weasley.

El pelirrojo la rodeó con sus brazos, por unos segundos Alyssa pensó en apartarlo, pero en lugar de eso correspondió el abrazo, rodeando la cintura del hombre con los brazos, llorando y aferrándose a él, como si fuese a irse.

—Dame otra oportunidad, Lys. —sollozó Fred arrodillándose frente a ella, aún abrazándola.

—¿Qué hice mal? —murmuró ella, pasando su mano por el cabello de su pelirrojo.

—Nada, mi amor, nada. Yo fui quien lo hizo mal. —dijo Fred aún abrazándola— Déjame hacerte feliz como lo éramos antes, por favor.

—N-No puedo. —susurró con la voz rota, viendo al Weasley levantarse quedando a pocos centímetros de ella.

—Lo entiendo. —dijo Fred con pesar, llevó su mano hasta el mentón de la aún su mujer elevándolo para que lo mirara— ¿Me permites un último beso al menos?

Alyssa sabía que estaba mal, su madre le hubiera reprochado aquello, pero los labios de Fred Weasley habían sido siempre la debilidad de Alyssa Delacour, y los labios de la mujer no eran diferentes para el pelirrojo, apetecibles, suaves y tan adictivos.

Y solo bastó un pequeño de la rubia, para que la pareja juntara sus labios en un beso necesitado, era suave y a la vez dulce, era salado por las lágrimas de ambos. Ninguno quería separarse, porque eso significaría seguir con la realidad en donde ambos estarían separados, donde terminarían con su matrimonio y se alejarían el uno del otro para siempre, cosa que ninguno quería.

Fred puso sus manos en la pequeña cintura de la rubia pegándola más a su cuerpo, Alyssa pasó sus manos por el cuello de su marido, ella jadeó en busca de aire al igual que el pelirrojo, ambos se separaron.

—Te amo. —murmuró Fred, pero antes de que Alyssa pudiera responder a lo que había dicho, ambos volvieron a unir sus labios en un beso más agresivo, sus lenguas bailaban en una pasional danza, sintiendo una chispa encendiéndose dentro de ellos, algo que ninguno de ellos habían sentido en meses.

❛❛one shots❜❜ ━━ wizarding world.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora