색상 Institute of Colors ; ♡ᵎ

私の世話をする

Cuando Minyig dijo que las cosas no serían fáciles, fue honesta. No solo no eran sencillas, si no diferentes. Mientras que Jimin estaba acostumbrado al contacto físico, expresar sus sentimientos, a todo eso a lo que los humanos les gusta, su novia era todo lo contrario.

Más reservada, introvertida, tímida y a veces apática.

Aunque no fue impedimento para él, por su cabeza jamás paso un signo de arrepentimiento o pensamiento de rendición.

Pero así como él hacía por ella, Minying daba todo lo que podía para hacerlo sentir cómodo.

No podía imaginar lo complicado que era para una persona tan expresiva como él vivir el amor atado a una persona que parecía una roca.

Constantemente preguntando "¿Lo estoy haciendo bien?" "¿Y las novias en casos cómo estos que hacen?" "¿Está bien si recargó mi cabeza en tu hombro sin razón alguna?"

Embriagada, así es como Minying se sentía, porque había tanto que sentir y su cuerpo no daba para más. Su primer experiencia con el amor, aún parecía irreal.

Y como su cuerpo y existencia no fueron hechos para sentir a esa magnitud, ahora mismo se encontraba agonizando.

Literalmente.

Llamaron a la puerta de Jimin en la madrugada, revisó el reloj antes de abrir, ¿Quién podría ser? A punto de dar las 3 AM. Abrió la puerta para ver a Minying afuera, en ropa interior y temblando.

A tropezones, no espero a ser invitada, camino hasta Jimin acurrucándose en su pecho, lo primero que se le vino a la mente fue que sucedió algo malo.
――¿Te ha pasado algo? ¿Minying?
――Su respirar era forzado y se aferraba a él, buscando alivio. El chico tenía las mejillas rojas de notar que cayó en la cama sentado con ella medio encima suyo y con solo ropa interior cubriéndole. ――¿Por qué haz venido así? ¿Qué sucede?

――No-No me siento bien.

Le tomo la temperatura con la mano en la frente y se sorprendió al sentirla hervir.
――Mi dulce Luna, pareces el Sol con lo caliente que estás.

Ni siquiera podía abrirle los ojos o responderle, solo se restregaba en él como minimo queriendo ayuda.
――Deberíamos ir a la enfermería, no es normal que el cuerpo te esté hirviendo. ――Le sintió los brazos y la espalda, toda ella estaba hechando fuego por el cuerpo.

――No-No... Solo tú.

――Ven, preciosa. ――Guío hasta la cama para sentarla y que se recargara en las almohadas. ――Espera aquí que en un momento te traigo algo para cubrirte.
――Fue casi corriendo a su guardarropa para sacar una playera holgada, sus favoritas. Con cooperación de la chica, logro ponérsela pero inclusive sus movimientos eran lentos, se veía que el cuerpo le pesaba.
――Insisto en que deberíamos ir a la enfermería.

Negó. No respondía a lo demás pero sí  a eso.
――Supongo que entonces haz venido aquí a que te ayude a lidiar con lo que sea que te está pasando. ――Y no le parecía algo malo, ella solo se quedó en silencio, como si eso bastará para decir que sí. ――Bien, aliviaré tu pesar.

Jimin colocó su mano en la frente de la chica, con intención de sanarle, pero esto no funcionaba. Extrañado, lo intento, una, dos, hasta 6 veces y ninguna hizo que ella mejorará.
Al contrario la vio retorcerse del dolor y contraer su cuerpo.

Temió no ser de utilidad como pensó y espero hasta que ella se tranquilizara para hablar.――Aguarda un momento por mi, iré por la Señora Yangsul, no podré resolverlo solo.

Por la hora que es, con mala cara Yangsul abre la puerta de su habitación hasta que su vista se aclara y ve que se trata de Jimin.
Le contó el estado en el que llegó a su puerta, lo mal que estaba y no dudo en ir, con tableta en mano, a auxiliar a la jóven grisácea que en la cama tenía espasmos.
――Haré una análisis rápido y tendré los resultados en unos segundos. Descuida.