Una familia rusa...un poco de mierda II

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Colombia sin dudarlo un segundo se acercó a Rusia tomándolo suavemente de un brazo llamando su atención, movió su mirada disimuladamente algo que el albino siguió viendo la seña de confianza que el de gafas le daba indicándole al igual que cuando eran adolescentes que ese conflicto lo podría manejar solo, recibió un asentimiento de este que simplemente se alejó con una mirada fija en Kazajstán volviendo a su lugar en el sillón.

- Espero que tengas un buen seguro médico cuatro ojos. - Pronunció entredientes con una mueca total de disgusto poniéndose en una posición de pelea.

- Ven y averigualo entonces, te cedo el primer golpe. - La desición en sus palabras era algo impresionante a pesar de que sus ojos demostraban algo de miedo.

- Tu lo pediste. - Sin más se acercó bruscamente hacia Colombia preparando un derechazo fijo a su rostro pero sin previo aviso sintió un golpe tremendamente fuerte que lo hizo caer de rodillas de inmediato sintiendo como sus testículos habían sido destrozados de una patada certera. - HIJO DE LA GRAN PUTA.

- Ya deja de lloriquear Kazajstán, tu querías una pelea con él y la obtuviste. - Se burló Turkmenistán sin ninguna pizca de miedo a su hermano que terminó levantando y sentando de nuevo en el sofá. - Creo que ya todos sabemos quién tiene bolas, ¿No crees Rusia?.

- Yo sólo me defendí, jamás dijo términos específicos sobre la pelea. - Habló con un tono de disculpa en su voz mientras volvía a sentarse.

- No te preocupes Colo, estará bien, después de todo sólo fue con tu pie y no con el par de botas que tienes en el armario. - Sonrió levemente revolviendo el cabello rubio de su contrario.

- Hermano tu amigo es bastante más fuerte de lo que pensé, me imagino que su esposa debe sentirse protegida al igual que la tuya. - Mencionó Georgia que claramente notó el anillo en el dedo anular de ambos, la mirada de ambos hombres se posaron sobre la joven que de inmediato reaccionó. - ¿Acaso dije algo malo?

- No es nada de eso Geor, simplemente es que nosotros dos no tenemos esposa, los dos somos esposo del otro, Colombia es mi esposo y yo soy su marido. - La simpleza en su voz sorprendió a todos dejando el lugar en silencio exceptuando a los hermanos menores que miraban con cierto brillo a la pareja que recién descubrieron.

- Nosotros no tenemos problema con tener un cuñado como el, la verdad si hacen buena pareja los dos porque son lo contrario al otro. - Habló finalmente Estonia con una leve sonrisa que devolvieron los gemelos Letonia y Lituania de forma amigable hacia la pareja.

- ..... Bueno alguien tenía que salir homosexual de aquí, de igual manera no me importa de a mucho, después de todo papá le daba a ambos bandos. - Sonrió Ucrania.

- ¿Alguna objeción Kazajstán? ¿O te siguen doliendo tus bolitas?. - Bromeó altamente Turkmenistán sin una pizca de miedo sintiendo la mirada asesina de Kazajstán. - Oh vamos imbécil, deja de mirar como si te hubieran reventado el culo y suelta las malditas palabras.

- Tsk, a mí no me importa, con tal de que Rusia sea ..... Feliz, no me interesa si se casa con una puta jirafa. - Dijo entredientes ablandando un poco la sonrisa de su hermano mayor.

- Awww, que tierno, no sabía que Kazajstán tenía sentimientos. - Carcajeó Tayikistán con la misma carismas y burla que su gemelo Turkmenistán.

- Ya cállate y ¿Cuánto llevan casados o en esta relación?. - Preguntó más calmado el kazajo.

- Llevamos 4 años de casados, hace unos meses fue nuestro aniversario de bodas y fuimos pareja desde que estábamos en la universidad. - Respondió con una leve sonrisa el albino viendo de reojo a su pareja.

- Eso es bastante, sin ofender, pero, ¿Colombia como es que has soportado a ese idiota por tanto tiempo?. - Preguntó Bielorrusia enarcando una de sus cejas.

- Pues no es tan poco tolerable estar con el, desde pequeños siempre hemos sido muy unidos y me ha defendido de problemas en los cuales nunca sabía como me metía, es bastante difícil de explicar pero en pocas palabras el siempre ha estado para mí y yo para él. - Un suave sonrojo apareció en sus mejillas mirando con una sonrisa al albino.

- ¿Ves Azerbaiyán? Y tu no quisiste acompañarme al campo de tiro porque no confiaba en mi. - Reprochó Moldavia siendo muy evidente su bromeo.

- Hagan silencio ya tienen 18 no 12, ¿Colombia de dónde eres? Nunca he visto ojos iguales a los tuyos y sé que no eres estadounidense porque ellos por alguna razón son bastante feos. - Uzbekistán empezó con un interrogatorio en su mente mirando fijo los ojos esmeralda de Colombia.

- Soy de Suramérica, más concretamente de Colombia, mi madre me puso el nombre del país en el que nací, siempre me dijo que tenía una mirada igual al país, única y llena de vida, pero mi cabello rubio es por parte de mi padre.

- Mejor me mudo a Colombia y me consigo un esposo. - La mayoría carcajeó por las ideas de Bielorrusia que simplemente se sonrojó de manera algo enojada.

El resto del día se la pasaron respondiendo preguntas, comiendo un poco y riendo por las ocurrencias de los demás, era un ambiente cómodo y que a pesar de haber sido un poco extraño para Colombia al cambiar drásticamente el humor al igual que el ambiente de la habitación en tan poco tiempo, le era curioso ver que en realidad no se llevaban del todo mal, sacó la mejor conclusión que pudo y concluyó que la familia de Rusia simplemente eran muy iguales a él, tal vez por eso se producía el conflicto momentáneo.
La noche llegó y los hermanos de Rusia se marcharon no sin antes despedirse de Colombia con una suave sonrisa, había sido un día algo extraño, pero, ¿Qué día para ellos no era extraño?

The Assistant And The BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora