Esto debe ser una maldita broma

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17 de Diciembre, 2007.

Era una mañana bastante agitada en la empresa pues habían recortado las vacaciones de todos por falta de trabajo para fechas festivas y ese día era el último, para los ojos de todos e incluso los mismos trabajadores se veían como niños colegiales en el último día de clases, a pesar de que no todo era un desastre se notaba a leguas como todos estaban desesperados por incluso adelantar trabajo. Entre ellos se encontraba Colombia y Rusia quienes iban con calma haciendo sus respectivos trabajos, la mayoría ya había terminado e incluso hecho trabajo para el siguiente año, ellos sólo exceptuaban eso último para ayudar a los demás y de paso tener al menos un día "tranquilo" el cual al parecer nunca tendrían, en un leve instante todo se volvió un caos, unos agentes de policía los habían hecho ponerse de rodillas después de haber entrado de imprevisto, el miedo recorrió a cada uno por la espalda no por tener antecedentes, si no, las verdaderas intenciones de esos policías.

Rusia abrazaba protectoramente a Colombia, ambos arrodillados a un lado de la fotocopiadora, sus ojos en varias ocasiones se encontraban con duda mutua, no sabían que harían ellos, ni tampoco que tan probable sería que les hicieran algún daño pero de lo que si  estaban seguros era que no tenían miedo alguno, a pesar de sus constantes dudas estaban tranquilos incluso más que sus compañeros.

Una sola hora pasó muy lentamente, el ambiente se relajó un poco al igual que los agentes que allí vigilaban, sólo eran simples empleados que no comprendían porque diablos la policía estaba en su lugar de trabajo, incluso los trabajadores empezaron a platicar con los agentes, algo un poco extraño a la vista de cualquiera que los viera aunque en situaciones como esa es mejor no hacer ninguna estupidez y empezar a socializar lo mejor que se pudiera.

Unos 20 minutos después tres agentes sostenían fuertemente a su jefe, USA, que claramente forcejeaba bruscamente al igual que gritaba para que lo dejaran ir, los rostros de cada uno se volvió de sorpresa junto con una clara duda sobre su jefe en común, todos miraban al hombre de lentes oscuros irse con esos policías, la garganta de todos tenía un nudo, no reaccionaban o siquiera querían hacerlo. Un agente caminó hacia el centro de la habitación y aclaró su voz llamando la atención de todos.

- De verdad lamentamos las molestias, no fue nuestra intención de hacerlos entrar en pánico, por lo que presenciaron su jefe fue llevado por mis hombres a una patrulla, la  razón no creo que les haga esbozar una sonrisa, el estaba vaciando cada una de sus cuentas o eso prueban un par de evidencias las cuales aún no están del todo comprobadas, la mayoría que le cedieron estás cuentas fueron brutalmente vaciadas para su propio beneficio, sabemos que muchos de ustedes tienen una familia que mantener y por eso intentaremos devolverles su dinero, lamento que esto les haya sucedido y cuando estén listos quisiéramos que abandonen el edificio. - Sin más que decir se retiró junto con sus hombres dejando así a la mayoría en estado de shock, algunos incluso con un par de lágrimas en sus ojos.

Pasaron aproximadamente 2 horas en las cuales la mayoría empacaba sus cosas con tristeza y rencor, algunos lloraban desconsolados y otros trataban de aguantar sus emociones para guardarlas al llegar a casa, Colombia simplemente ponía sus cosas en una caja de cartón al igual que Rusia el cual notaba la preocupación y angustia de sus pareja, al terminar todos salieron del edificio con la frente en alto, se despidieron deseandose lo mejor y finalmente agarrando un camino distinto.

Rusia abrió la puerta de aquella casa color azul aguamarina dejando entrar primero al rubio, al estar dentro simplemente dejaron las cajas en un lugar donde no estorbaran y se acostaron en el sofá de la sala, puede que USA era el mayor imbécil de todo el planeta pero a pesar todos los trabajadores lo conocían bien, no era capaz de hacerles algo así después de todo el inició siendo un empleado más, trataron de relajarse un rato mirando el techo poniendo en orden sus ideas.

La noche se había hecho presente en unas horas, ambos hombres de ojos claros comían tranquilamente en la sala con una mirada inmensamente pérdida, no sabían que iban a hacer, pensaban en todo y a la vez en nada que ni siquiera querían hablar, el albino vió detenidamente el desánimo del de gafas, carraspeó suavemente obteniendo la atención de esos ojos color esmeralda que siempre lo atrapaban, lo miró amigablemente y agarró las llaves de la casa.

- ¿Quieres ir por un trago?. - Sugirió con desición algo que altamente lo identificaba.

- Lo necesito. - Con esa simple respuesta se colocaron un par de tennis y salieron de su hogar dirigiéndose a un bar cercano, como siempre Colombia se sujetaba de uno de los brazos de Rusia.

Al llegar el barman los reconoció en seguida, Australia era el que administraba ese lugar y al ver sus expresiones se dedicó a hacer algo un poco fuerte para ellos, Colombia sólo miraba con atención los movimientos de sus manos inquietas que antes de cualquier daño fueron sujetadas por Rusia dándole un dulce beso a una de ellas, una sonrisa se formó en el rostro del albino al ver a su contrario sonrojarse de manera inmediata.
En unos pocos minutos los vasos de alcohol de ambos ya estaban en la barra, sólo se dedicaron a tomar tranquilamente mientras se miraban inconscientemente, el silencio era supulcral hasta que Colombia soltó un suave susurro que sin intención escuchó el albino.

- ¿Ahora que vamos a hacer?. - Se preguntó a si mismo en un suave susurro y sin previo aviso una mano empezó a acariciar una de sus mejillas.

- Hemos salido de peores Colo, no te agobies por eso, estudiamos matemáticas literalmente en cualquier lugar nos pueden recibir, después de todo junto con la física podemos explicar el universo, estaremos bien ¿Ok?, Además aún tengo parte de la herencia de mi padre en mi cuenta bancaria así que estaremos bien por lo menos 3 años si no encontramos un trabajo. - Dijo eso último en el oído del rubio haciendo que un escalofrío recorriera su cuerpo, Rusia sólo pudo sonreír ladinamente acercando más a Colombia con uno de sus brazos sin hacerlo caer de su silla.

- Tienes razón Rus, la verdad creo que puedo conseguirnos un trabajo temporal si es que todavía hay vacantes.

- Esa es la actitud, sabes, si no conseguimos trabajo nos quedarán muchas noches libres. - Susurró nuevamente en su oído causándole un sonrojo bastante grande, una sonrisa pícara se mostraría en su rostro al igual que sus ojos con esa misma aura.

The Assistant And The BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora