~Diamante~

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Era sábado por la mañana. Recibirían clientes hasta la hora de almuerzo y en la noche se juntarían con sus amigos en un bar. Pachin les había llamado el jueves, disculpandose por no haber asistido a la reunión mensual, y practicamente rogandoles que se vieran el sábado. Debía ser algo muy importante, hasta los gemelos había decidido cerra el restaurant ante la insistencia.

Cada uno tenía las manos puestas en una motocicleta distinta. El rubio estaba terminando para entregar la maquina al cliente al medio día, el pelinegro estaba recien comenzando. Tenían música puesta en el local, algo de rock pero a un volumen bajo, lo que les permitía a los dos hombres hablar con fluidez.

-Tock tock - dijo alguien mientras entraba al local

-Buenos días ¿En que le podemos ayudar? - saludo Draken mientras dejaba lo que estaba haciendo para recibir al cliente

-Buenos días- solto Inupi sin despegar la mirada de lo que estaba

-Necesito ayuda con mi motocicleta. No la usaré pronto, asi que no necesito que sea rápido- comento el cliente

-Primero debemos realizar una evaluación para darle un presupuesto apróximado. Esto podría cambiar si encontramos algo en el proceso, pero ante cualquier cambio o gasto que vaya surgiendo le informaremos. Debe pagar un monto inicial con el cual comenzaremos a trabajar - le explicaba Draken con un tono sereno

-Entiendo ¿Puede revisarla?

-Esperemos a mi compañero que esta a punto de terminar con esa motocicleta. Olvide preguntarle su nombre señor...

-Hyuga - soltó el cliente.

"Es el fotografo" penso Draken. Trato de mirarlo disimuladamente. Alto, cabello castaño y ondeado a la altura de las orejas, piel bronceada, ojos color ambar, bastante musculoso, llevaba una camisa blanca manga corta que dejaba entrever un tatuaje de un sol en el brazo derecho, Jeans oscuros y zapatillas rojas. Se había hecho una imagen mental totalmente distinta del fotografo, pensaba que sería alguien estrambótico, quizas con ropa extravangante y una personalidad histérica, pero de momento parecía alguien bastante normal.

-Listo - soltó Inupi - Voy de inmediato.

El rubio se levanto, sorpendiendose al ver al cliente.

-Buenos días Inui-san -dijo el trigeño regalandole una sonrisa

-Buenos días- respondio el mécanico - ¿Qué ocurre con la motocicleta?

-Tiene una rueda pinchada. Hasta ayer el motor no prendia, pero hoy se digno a funcionar.

-Acomodare esta motocicleta a un lado ¿Puede ir a buscar la suya? - solicito el rubio

Despues de una rápida pero minuciosa revisión, Inupi parecía haber detectado el problema. El fotográfo por su parte había estado observando con atención como el joven revisaba la motocicleta, embelezado frente al trabajo del otro.

-¿La usa poco verdad?

-Si, no la había usado hace meses.

-Creo que alli esta el problema. Cuando las motocicletas no se usan seguido, hay que cada tanto echar a andar el motor para que no se deteriore - Explicaba el rubio, mientras se limpiaba las manos, despues anotó unas cosas en una hoja con un formato impreso - Le haré el presupuesto, necesito su nombre, domicilio y numero telefónico

-Eric Hyuga...

-¿Que nombre más raro? - penso el rubio en voz alta

-Si, tiene razon. Es realmente rídiculo - dijo el fotográfo. Al parecer estaba acostumbrado a ese tipo de comentarios.

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