Gema

~Zafiro~

Advertencia: referencia a violencia y asesinato. No replique las conductas que aca aparecen.

Desde la declaración de Eric el rubio había continuado saliendo con el fotógrafo. Ir a almorzar el sábado, en la semana reunirse a ver las carreras de motos en la televisión durante la noche o simplemente tomar una cerveza después del trabajo en el departamento junto con Draken. Inupi se estaba habituando a la compañía del trigueño, aunque trataba de mantener cierta distancia, lo cual era difícil por la personalidad de Eric, quien era especialmente cariñoso e impulsivo, demasiado a veces para su gusto. Aun así, le había comenzado a agarrar cariño, deteniéndose a veces a mirar su mano, la cual fue besada por Eric, como si los labios del otro hubiesen dejado una marca allí, que hacían que el rubio inmediatamente sintiera una agradable sensación de tranquilidad.

Cuando Hakkai le había dicho que todos preguntaban por ellos y que las fotografías habían sido un éxito Inui pensó que era una exageración. Pero ese día viernes, al llegar a la agencia para una nueva sesión de fotos para la marca de maquillaje lo corroboró. Estaba la dueña de la marca, el encargado de la agencia, una modelo con vitíligo que trabajaría con él y otros miembros del personal quienes se acercaron muy animados a saludarle y felicitarlo, sintiéndose cohibido por el exceso de atención. Lo bueno es que trabajaría con Eric, Mitsuya y la maquillista, que ahora sabía que se apellidaba Kaji, por lo que se acerco a estos para refugiarse y que lo llevaran pronto al set para tomar las fotografías.

Fondo blanco, prendas elaboradas pero blancas: lo que debía llamar la atención era el maquillaje, que era una nueva versión de una colección antigua de la marca, que tenia colores anaranjados, tierra y verde musgo bastante discretos. Fotos individuales, algunas fotos junto a la modelo en donde sus rostros estaban uno junto al otro o donde se miraban de perfil. Uno que otro abrazo, dejar que la muchacha apoyará su cabeza en su hombro, simplemente estar de pie o sentado junto a ella, Inupi parecía cada vez más cómodo frente a la cámara, aunque esto había sido más bien trabajo de Eric, quien se encargaba de decirles lo bien que se veían o guiarlos en las poses que los favorecieran más. Le fue difícil seguirle el ritmo a la experimentada modelo, pero lo logró en cierta medida.

Una vez listos, se apresuraron a arreglar todo para dirigirse a la reunión. Inupi se había encargado con anterioridad de invitar a Eric, quien se entusiasmo con la idea "si me va a presentar a sus amigos debe ser por algo" pensaba y la emoción le inundaba.